Felo Monzón
Síntesis y pedagogía

Un hombre calmoso, sereno, imperturbable, estoico. Era entonces la contrafigura de un abisinio, alto, seco, tallado en ébano claro, cuyos ardores políticos y temperamentales fueran solo interiores, pues por fuera no había nadie más tranquilo.

Juan Rodríguez Doreste de Felo Monzón

Felo Monzón, nacido Rafael Monzón Grau-Bassas (Las Palmas de Gran Canaria, 1910-1989), fue uno de los principales representantes de la estética Indigenista, y como tal, uno de los grandes artífices de la nueva síntesis identitaria de la “canariedad”, formulada plásticamente en el seno de la Escuela de Luján Pérez de mano de artistas como Santiago Santana, Plácido Fleitas, Jorge Oramas o Juan Jaén, en los años 30 del pasado siglo.

Para Felo Monzón el arte tenía una clara función reveladora de verdades, convicción que, junto a su elevado sentido de la responsabilidad social, le acercó pronto al socialismo y a la pedagogía. La obra temprana de Monzón, paradigmática dentro de lo que se ha dado en llamar Indigenismo canario, es la que de forma más explícita se propone desvelar un nuevo carácter para el isleño como estrategia liberadora.

En su denuncia de la visión paradisiaca que había transido siempre las narraciones sobre las islas, Felo Monzón ignora la benignidad climática de las vertientes norte y vuelve los ojos a los secarrales de su isla y a su flora impenitente. Vibrando simpáticamente con los enunciados de Pedro García Cabrera, recogidos en su escrito El hombre en función del paisaje, Felo Monzón establece un nuevo paisaje natural y urbano (el caos constructivo surgido en los límites de la “verdadera” urbe y que trepa los riscos de su ciudad) sobre el que sustenta un anguloso y geometrizado paisanaje que deja ver en la dureza de su rostro y de sus manos, los efectos de esta singular naturaleza y de las injustas relaciones de producción que se establecen en dicho medio.

Platanal (1948) y Risco (1956) son las series que de forma más clara delimitan el sentido de su propuesta. La distancia cronológica que las separa de la década fundacional del Indigenismo ha de entenderse dentro de la lógica creativa de Felo Monzón que más que discurrir en una línea recta, adopta la estrategia del boomerang, avanzando para regresar una y otra vez a las mismas constantes de su discurso: el medio natural y social canario, el rigor compositivo y la geometría.

La vinculación vital con la Escuela de Luján Pérez, primero como alumno y luego como profesor y director, su compromiso con los efímeros movimientos de reorganización vanguardista, y el papel de anfitrión que Felo Monzón desempeñó para muchos artistas internacionales que arribaron a la isla, confrontaron una y otra vez su discurso con las discusiones artísticas contemporáneas.

Así, en los años 50, coincidiendo con la creación del grupo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo), introduce en su obra una lírica abstracción volcánica y unos idolillos prehispánicos que responden plásticamente al mágico surrealismo del grupo catalán Dau al Set y a las propuestas sobre la abstracción formuladas en los encuentros de la Escuela de Altamira. Los años 60, inaugurados con la fundación del Grupo Espacio (1961), suponen una indagación en el espacio y en el movimiento a través de los juegos ópticos del arte cinético. De esta manera, sin abandonar nunca la convicción constructiva que introduce coherencia incluso en el telúrico escenario de sus últimos volcanes en los años 80, Felo Monzón pudo transitar por los más variados lenguajes, demostrando con su ejemplo sus máximas pedagógicas: la incesante investigación plástica y el respeto a la libertad creadora.

Alejandra Villarmea López

Colaboradora de la Real Academia Canaria de Bellas Artes

Fuentes

VV. AA. El universo plástico de Felo Monzón. Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias e Instituto Canarias Cabrera Pinto. Islas Canarias, 2010

SANTANA, Lázaro. Felo Monzón. Biblioteca de Artistas Canarios. Gobierno de Canarias. Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. Islas Canarias, 1999