Diario de Sesiones 21, de fecha 7/2/2012
Punto 9

· 8L/PO/P-0222 Pregunta del señor diputado don Miguel Cabrera Pérez-Camacho, del Grupo Parlamentario Popular, sobre apoyo al sistema de financiación autonómico en 2009, dirigida al señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad.

El señor presidente: Siguiente pregunta, del señor diputado don Miguel Cabrera Pérez-Camacho, del Grupo Parlamentario Popular, dirigida al señor consejero de Economía y Hacienda.

Don Miguel.

El señor Cabrera Pérez-Camacho (Desde su escaño): Señor presidente. Señorías.

Señor consejero, ¿opina usted que el Gobierno de Canarias se equivocó en el año 2009 cuando se ordenó apoyar el sistema de financiación propuesto por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?

El señor presidente: Muchas gracias, don Miguel.

Señor consejero, don Javier González.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz) (Desde su escaño): ...(Sin micrófono.) que se equivocara en su momento.

El señor Cabrera Pérez-Camacho (Desde su escaño): No lo he entendido.

El señor presidente: Don Javier, sí.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz) (Desde su escaño): Señor diputado, para que se grabe, opino que no, no se equivocó en su momento.

El señor presidente: Muchas gracias, don Javier.

El señor Cabrera Pérez-Camacho (Desde su escaño): Señor presidente.

El pasado día 11 de enero el sol que vino de Oriente iluminó por fin la inteligencia del señor presidente del Gobierno de Canarias, quien reconoció que se había equivocado el 15 de julio de 2009 al ordenar apoyar el sistema de financiación autonómico propuesto por Zapatero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Han tenido que pasar dos años y medio para que el señor Rivero haya llegado a percatarse del estropicio financiero que ordenó apoyar. Estropicio financiero que hoy el Gobierno de Canarias cifra en 600 millones de euros anuales, emitiendo así un certificado de la incompetencia del presidente del Gobierno para velar por los intereses económicos de la comunidad autónoma. Exclusivamente en su persona recae dicha responsabilidad.

El PP no quería apoyar semejante despropósito, pero el señor Rivero en aquellos momentos estaba ya obnubilado con Bambi y con el fraudulento Plan Canarias y ordenó que se apoyara. Errare humanum est, dijo Séneca, sed perseverare diabolicum. ¿Por qué es ahora, precisamente ahora, cuando se nos recuerda el error cometido? ¿Será acaso porque el PP está gobernando España o será porque ya de nada le valen a Coalición Canaria sus dos diputados en el Congreso?

Señor González Ortiz, no sé lo que usted me va a contestar, usted que luce muy trabajador pero que como parlamentario no es nada convincente y además es más soso y más frío que el hocico de un oso polar. No obstante, yo le voy a hacer una reflexión: cuando un político, cuando un político reconoce un error ruinoso para la comunidad autónoma que dirige entra en un proceso lógico en el cual tiene que pedir perdón a los canarios, después tiene que reconocer su incapacidad para gobernar la comunidad autónoma y acto seguido tiene que presentar su dimisión, asumiendo sus responsabilidades políticas por el destrozo causado en la hacienda autonómica.

Nada más.

El señor presidente: Muchas gracias, don Miguel.

Señor consejero de Economía y Hacienda, don Javier González.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz) (Desde su escaño): Señor presidente.

Señor diputado, le agradezco sus consideraciones personales que no hacen más que reflejar su propia actitud personal y que lo definen claramente.

Más allá, más allá, mire, me preguntaba usted por mi opinión y se la voy a decir. Yo opino exactamente igual que opinó el señor Soria en su momento. Le voy a decir lo que dijo. Mire, el señor Soria, que en aquel momento era vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, dijo que "se apoya de forma crítica, daremos un sí crítico, porque Canarias no puede renunciar ni a un solo euro". Y esa es la pura realidad. Porque el sistema de financiación -y usted como parlamentario sobrado y experto debiera saberlo- se basa en un sistema tan claro que es como las lentejas: o las tomas o las dejas; y si las dejas, resulta que no recibes ni un solo euro más del sistema de financiación. Y, por tanto, esa posición, que yo espero, imagino, supongo, que en su grupo le habrán explicado -o a lo mejor es que no va por las reuniones-, digo, cuál fue, cuál fue la posición que en su momento tomó el vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, el señor Soria.

Mire, además porque la nueva ley lo que reflejaba es que hasta el 2013 no se produciría su renovación y, por tanto, estaríamos desde el 2009 hasta el 2013 sin recibir ni un solo euro de los fondos adicionales que prevé el sistema. Es decir, no quedaba ningún margen para aceptar o no aceptar. La solución contraria eran cuestiones, como le ocurrió a la comunidad autónoma andaluza, que por no aceptarlo perdió los fondos en el anterior sistema.

Pero, mire, y si no preguntémonos qué hicieron las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Pues se abstuvieron en esa reforma, en esa votación. ¿Y saben por qué?, porque lo que querían era firmar para recibir los fondos adicionales. Eso es decir, "¡no!, mire usted, yo no estoy de acuerdo con esto, pero deme usted el dinero que yo me lo quiero tragar". ¿Eso es coherencia, señor Miguel Cabrera, eso es coherencia? Pues, mire, de haber dicho que no hubiésemos perdido algunas ventajas.

Y, por último, para terminar, mire, el sistema de financiación... y lo dicen los estudios que hoy en día reconocen la aplicación del modelo, dicen que hasta el 2011, hasta julio del 2011, cuando se liquida el sistema, no se conocían los efectos. Es más, los estudios de los catedráticos que han estudiado todo el modelo dicen: "era imposible prever para las comunidades autónomas cuáles eran las soluciones finales del modelo del sistema de financiación".

Nada más. Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, señor consejero.