Diario de Sesiones 87, de fecha 19/9/2017
Punto 27

9L/C-1275 COMPARECENCIA DEL GOBIERNO -CONSEJERO DE SANIDAD-, INSTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO NUEVA CANARIAS (NC), SOBRE LOS DATOS DEL ÚLTIMO INFORME DE LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA.

La señora PRESIDENTA: Y volvemos a las comparecencias. En este caso, de acuerdo con el acuerdo de la Junta de Portavoces, tocaría el turno a la comparecencia 1275, al consejero de Sanidad, instada por el Grupo Parlamentario de Nueva Canarias, sobre los datos del último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

Para la defensa de la misma, el señor Rodríguez.

El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Señora presidenta, señorías, señor consejero.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, viejos rockeros en la defensa de la sanidad desde principios de los años 80, una organización de profesionales progresistas, comprometidos con la sanidad pública -en la que yo participé como presidente de esta organización en Canarias hace muchos años, principios de los 80-, viene desde el año 2004 tratando de hacer una evaluación comparativa de la evolución de los distintos sistemas de salud en los distintos territorios. Cuando se culmina el proceso de transferencias, se descentraliza de forma total el sistema sanitario. Y esta asociación, que tiene actividades diversas, siempre defendiendo el sistema sanitario público, hace un primer intento de establecer mecanismos de medición de la evolución de los sistemas de salud de cada uno de los territorios, con la intención de una preocupación que tenía la gente que dirigía este grupo de asociaciones, para ver la evolución sobre estos servicios y su impacto en los territorios.

Ellos sostenían -porque conozco a sus dirigentes históricos- que el proceso de descentralización político-administrativa de la sanidad podía suponer ventajas pero también conllevaba riesgos, entre ellos, las desigualdades. Y trataban de poner en evidencia que el esfuerzo fiscal de los territorios había sido diverso; es decir, que en unos territorios se gastaba más que en otros en materia sanitaria y, además, los modos de organizarse y de gestionar también eran distintos. Y trataban de buscar en este sistema de análisis los problemas de falta de equidad territorial. Y yo creo que han concentrado su esfuerzo en eso. Ni siquiera hacen una valoración en términos generales del sistema sanitario, sino que tratan de comparar en términos relativos los distintos sistemas.

Cierto es que tiene deficiencias metodológicas y algunas afirmaciones que yo no comparto, porque creo que, aunque sus fuentes son honestas -son de las propias administraciones públicas-, yo creo que hay deficiencias metodológicas en algunas de las variables que manejan. Pero yo de lo que creo que no hay duda es de que está cargado de una enorme buena voluntad y, en cualquier caso, la metodología se hace igual para todos y mide a todo el mundo con los mismos criterios. Y hay que decir que nosotros salimos muy mal parados también en este análisis. No hay ni un solo análisis sobre el sistema sanitario español y sus órganos territoriales de prestación de servicios donde salgamos bien. Pero es que, además, estamos empeorando. En los últimos años, en esta misma estructura de medición, Valencia y nosotros andábamos en la cola, ¿no? En esta última evaluación del año 2017 -cierto es que con datos algunos del año 2016 y otros del año 2017-, nos colocamos a la cola de la cola y mejora Valencia sobre nosotros, ¿no? Estamos en una situación enormemente preocupante.

Primero, al margen, insisto, de las deficiencias metodológicas que pueda tener esta como otras fuentes de medición del funcionamiento del sistema sanitario, lo que es evidente es que estamos en esta, también, a la cola de la cola y, además, alejándonos.

La comunidad mejor valorada es Navarra, con 90 puntos. Y nosotros la peor, con 49. Y nos alejamos de Valencia, que era igual de malo que nosotros, 10 puntos.

Mi idea es: oiga, señor consejero, ¿cuál es la estrategia, cuáles son las medidas para contener este proceso de deterioro? Destaco la principal preocupación, ya no de este sistema de medición, sino de otros: la pérdida de confianza de los ciudadanos en nuestro sistema sanitario. Si nos vamos al barómetro sanitario, que es una encuesta altamente cualificada del Ministerio de Sanidad, que se hace dos años, con tres oleadas de 2800 encuestas, muy cualificada y de alto prestigio, coloca a esta comunidad como la que peor confianza tiene en su sistema sanitario, y luego daré algún dato concreto.

El planteamiento es: la crisis del sistema sanitario -larga ya-, del Sistema Canario de Salud, ¿cómo la piensa encauzar?, ¿cómo nos va a sacar de la cola de la cola, también, en materia sanitaria? Y tocan medias efectivas, que cambien la tendencia, como mínimo. Porque, señor consejero, lleva ya ocho meses, un tiempo prudencial; el mundo no se acaba ni se corrige en ocho meses, pero ocho meses es un tiempo para empezar a notarse. Sobre todo, porque, además de que son 8 meses, tiene usted 200 millones más que el año anterior -que sigue siendo insuficiente, pero 200 millones-, entre modificaciones de crédito y créditos extraordinarios.

Quiero conocer estrategias creíbles de cambio de esta situación.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rodríguez.

Señor consejero.

El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Baltar Trabazo): Gracias, señora presidenta. Buenas tardes, señorías.

Señor Román Rodríguez. Pues, mire, yo entiendo como una oportunidad el informe desarrollado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Lo entiendo como una oportunidad, como no puede ser de otra manera, pues yo el otro día le decía que es fundamental evaluar, de cualquier manera. Usted decía que tiene graves problemas metodológicos. El propio informe, en sus primeros párrafos, cuando describe el objetivo -que usted ya lo ha contado- de comparar, en términos relativos, a las comunidades autónomas, dice que tiene graves problemas de acceso a determinados niveles de información. Yo creo que hay un problema metodológico muy grave, que es utilizar datos del 2015, del 2016 y parte del 2017, porque impide una asociación de recursos y resultados. Y, si le parece, me gustaría bajar, incluso, al detalle de los mismos.

Pero, mire, usted hablaba de que lógicamente ustedes eran viejos guerreros conocidos. Y, evidentemente, el informe tiene otro problema metodológico: el informe ha ido incorporando variables a lo largo de la historia, desde el año 2004, en que eran 15, a actualmente, que son 30. Y se han incorporado variables concretas. Por eso, Canarias -y luego lo veremos- y Valencia salen especialmente mal en esta foto. Pero han salido mal siempre. En el 2004 al -creo recordar- 2007 salen en el último cuartil y, del 2007 en adelante, salen en el vagón de cola entre las dos últimas, y ya en los últimos años nos alternamos con Valencia en el último puesto.

Sí decirle que esa foto que perjudica a Canarias tiene, además, desde el punto de vista técnico, una cuestión grave, y se lo digo como estadístico: la utilización de cuartiles, cuando utilizamos un bajo número de datos, hace que determinadas décimas o centésimas nos hagan saltar de cuartil y nos descoloquen, ¿de acuerdo?

Asimismo, hay un elemento importante, usted lo decía antes: se aplican variables cualitativas en las que desconocemos por qué una cosa se considera positiva y otra negativa.

Aun así, insisto, aprovechemos el trabajo. Hay pocos trabajos. Se hace un esfuerzo enorme por hacer un índice agregado. Prácticamente, nadie en el mundo se ha permitido hacer un índice agregado, usted lo sabe, salvo la OMS, que por desgracia acaba de pasar a España, a partir de la crisis, del puesto número 7, en términos de salud, al puesto número 23.

Entonces, se hace un estudio que abarca financiación, recursos y funcionamiento, con 13 indicadores; política farmacéutica, con 3; valoración de los ciudadanos, usted lo decía antes, que es básicamente el barómetro sanitario, con 5; listas de espera, con 5; y 4 sobre privatización sanitaria.

Mire, algunas cuestiones que nosotros vamos viendo en cada uno de los bloques, porque lo hemos estudiado en profundidad. Y ¿cómo lo hemos hecho? Nosotros hemos buscado nuestra metodología, hemos buscado otras tres comunidades autónomas con las que compararnos: una, Baleares, por razones evidentes, es un archipiélago; las otras dos, del primer cuartil, siempre bien situadas; aproximadamente, las tres en la mitad de población que Canarias, para que los datos pudiesen ser, prácticamente, multiplicando por dos, extrapolables; y así, nos hemos comparado con Aragón, Asturias, Baleares y Canarias.

Cuestiones que encontramos. Mire, cuando hablamos de financiación, recursos y funcionamiento, que realmente pesa un 40 % en el índice agregado, nos encontramos con cuestiones tan graves como que desconocemos cómo llevan al dato, y de hecho hemos iniciado contactos con la propia federación de asociaciones, a nivel central, puesto que ellos llegan a 1264,74 euros y, en cualquiera de los cálculos, incluso el propio documento ministerial, tienen 1426,33 -son casi doscientos euros de diferencia-. Pero sí decirle que, en cuanto a la escasez de camas o el índice de tacs y resonancias, es correcto lo que muestran, pero tampoco entendemos que el estar en la media de la dotación tecnológica sea algo que perjudique linealmente.

Cuando hablamos del número de profesionales, vemos que tenemos el mismo problema que Baleares: estamos un poco peor que Baleares en cuanto a especialistas. En cuanto a atención primaria, estamos un poco mejor que Baleares. Y, desde luego, se constata un caso evidente en todos nosotros, en las Baleares y en nosotros: aparte de tener menos profesionales médicos, tenemos, especialmente, menos profesionales de enfermería.

Cuando analizamos, por ejemplo, cuestiones asociadas a la actividad, vemos que en los índices de cesáreas tenemos un buen índice; pero, de repente, hace uno un cálculo al alza del coste de cada alta hospitalaria de Canarias y vemos que se hace con base en unas utilizaciones de criterios UPA, que usted recordará que se utilizaban siguiendo el modelo catalán, que posicionan a Canarias en unas cantidades excepcionales -5616 euros-, donde nosotros no hemos podido localizar dónde se había alcanzado ese resultado. No sabemos de dónde se obtiene. Sí hay pocos quirófanos. Y sí hacemos poca cirugía mayor ambulatoria. Y sí hacemos pocos programas especiales de demora larga, y luego lo veremos al final, en las conclusiones.

En política farmacéutica, por ejemplo, nos asignan un gasto de 211, pero yo creo que, desgraciadamente, gastamos 248,92 en el mismo año, porque yo no creo que gastar mucho en farmacia tenga que estar directamente asociado a la salud de nuestra población.

Como usted dice que luego profundizaremos en barómetro sanitario, hablaremos de ello. Pero hay una cosa que es especialmente llamativa y que este informe la recoge de soslayo: la comunidad autónoma -y será mérito del anterior consejero, que no mío, puesto que el barómetro es del año 2016, como usted bien sabe-, la comunidad autónoma que más mejoró en su expectativa respecto de la sanidad, es decir, esos ciudadanos que no habían recibido asistencia, que de repente la recibieron y que se quedaron desbordados -teóricamente- con la calidad que recibieron, es la canaria; y eso no se pondera aquí, aunque se cita. Sí decirle que, por supuesto, somos la peor valorada; y sí decirle que tenemos, sin embargo, un 77 % de valoración, aun así a la cola, entre los que utilizan nuestros servicios.

Respecto de las esperas, me parece especialmente grave alguna reflexión que se hace sobre esperas de Primaria. Créame que hemos iniciado un proceso con todos los responsables del área de Primaria, puesto que aquí se habla de unas esperas en Primaria que, desde luego, a esta consejería no le constan. Así, se dice, por ejemplo, que hay gente que espera de cinco a diez días, mayoritariamente, para el acceso a su médico de cabecera. Nosotros conocemos algún caso puntual, pero excepcionalmente, puesto que, como sabe usted, en una provincia existen los médicos de incidencias y en la otra provincia hay acceso directo a tu médico de cabecera o a su sustituto en todos los centros de salud.

Nos sorprende también -y esto es positivo en el informe y, sin embargo, a nosotros nos sorprende-, porque se dice que un 22 % -y somos los mejores de la evaluación- de nuestros ciudadanos acceden al especialista en menos de quince días. Me encantaría. Me encantaría, pero no son los datos que nosotros registramos, que estamos más próximos a eso que dice que el no sé cuántos por ciento esperan más de seis meses.

Entonces, tenemos en algunos temas que sentarnos y trabajar con los señores de la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública. Porque entendemos que trabajar en estos índices es trabajar en la mejora, evidentemente, de la prestación sanitaria.

Pero sí decirle que estamos muy contentos. Porque en alguno de los apartados coinciden con las líneas que habíamos iniciado. Por ejemplo, las cuestiones de cirugía mayor ambulatoria que se han iniciado a nivel intensivo en todos los grandes hospitales y que, a partir del mes de octubre, se iniciarán en las islas no capitalinas. Y, especialmente, en las cuestiones del Plan Demora, que trata de abordar a aquellos pacientes que llevan más tiempo esperando, tanto para la asistencia de intervenciones quirúrgicas como para las pruebas complementarias y consultas.

Hay cuestiones que a nosotros nos sorprende tremendamente -y si quiere luego entramos detalladamente en la cuestión-, que nos sorprende tremendamente que el informe no las toque en ningún caso. Porque no todos los territorios son iguales poblacionalmente, y usted lo sabe. Y no todos los territorios, por supuesto, cuando hablamos de recursos, dedican el mismo nivel de recursos. Pero la pirámide poblacional, en este caso, la dispersión de la población y la realidad del territorio -ser un territorio continuo o ser un territorio fragmentado- hacen que el coste asociado a la prestación de esos servicios sea diametralmente opuesto.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor consejero.

Turno ahora para el Grupo Mixto, señor Ramos Chinea.

El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señora presidenta. Buenas tardes, señorías. Buenas tardes, señor consejero.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, para el 2016, nos coloca, por tercera vez en los trece últimos años, en el último lugar. Y el resto de años nos han situado en el penúltimo lugar de todas las comunidades autónomas. El informe valora la situación del 2016, antes de que usted entrara en el cargo. Y le reconocemos que usted ha sido muy activo desde que llegó, pero ahora está en sus manos revertir esta constante mala nota que, durante trece años, varios consejeros no han podido solucionar.

El informe debe servirnos para reflexionar. Desde la Agrupación Socialista Gomera, no le pedimos que actúe para ahorrarnos la vergüenza de ser considerados los peores de España; lo hacemos porque el informe evidencia déficits en los servicios sanitarios que se prestan a los canarios. Y nos debe servir como análisis externo de la situación y actuar donde tenemos carencias.

El informe puede que no tenga los datos actualizados, pero en nuestra sanidad se usan los mismos patrones desde hace años. Así mismo, el informe utiliza los mismos parámetros en los que se puede observar una evolución o, incluso, la falta de cambios; y quizás la única pega es que no aporta soluciones a nuestros problemas, pero indica quiénes están obteniendo resultados. Y podríamos dialogar con las autonomías que están prestando un adecuado servicio y modificar nuestro modelo asistencial.

La solución está en nuestras manos, no cuesta nada identificar los errores y establecer los cambios a realizar. Luego se implementarán en el corto, medio o largo plazo, en función del coste a nuestra aún limitada sanidad pública. Debemos hacerlo, aunque tardemos trece años más para estar en la media del resto de regiones, ya que no podemos conformarnos con seguir a la cola.

De los datos no salimos nada bien en cuanto a satisfacción, a pesar de que este dato seguro que es contrario a los resultados que se obtienen en las encuestas internas del Servicio Canario de Salud. También somos de las comunidades autónomas que gastamos más en sanidad privada, lo que evidencia la necesidad de mejorar la sanidad pública canaria.

El informe, señorías, no es del todo negativo, los canarios son de los españoles que menos pagan de sus propios bolsillos el gasto anual medio de la sanidad; pero, curiosamente, las regiones que más obligan a sus ciudadanos son las que mejor salen paradas en este informe, lo que nos debe hacer reflexionar, porque si queremos que la sanidad pública mejore y sea universal, también debe ser sostenible, y la solución no debe pasar por incrementar la presión fiscal de los canarios y aumentar los copagos. No olvidemos que, según el Instituto Nacional de Estadística, el 35 % de los canarios corre el riesgo de caer en el umbral de la pobreza.

Señor consejero, desde la Agrupación Socialista Gomera, le pedimos que la mayor riqueza de su Gobierno sea la salud de todos los canarios.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Ramos Chinea.

Turno ahora para el Grupo Podemos, señor Márquez.

El señor MÁRQUEZ FANDIÑO: Gracias, presidenta.

No vamos a entrar en detalle, porque se ha hablado mucho de este informe, pero hay que decir que es una tendencia, señor consejero, que se mantiene desde el año 1995.

Este informe, además de objetivar las diferencias entre los sistemas sanitarios de las distintas comunidades autónomas -por cierto, señor consejero, si nos va a comparar, no lo haga con Asturias y tenga que estar usted multiplicando por dos, compárenos con el País Vasco; lo que pasa es que a ustedes no les interesa que Canarias se compare con el País Vasco-, este informe intenta analizar con qué intensidad se ha aplicado esta política de recortes en la sanidad pública y si, también en este tema, estamos ante actuaciones significativamente diferentes. Con 30 indicadores, 30 nuevos indicadores, señor consejero, Canarias aparece como la comunidad autónoma con los peores servicios sanitarios.

Este informe señala una cuestión clave que luego el barómetro sanitario del CIS, además, refuerza; y es que, a pesar de la aprobación de la autodenominada Ley de Transparencia y el acceso a los datos del funcionamiento del sistema sanitario público y sobre los derechos de los usuarios sanitarios, sigue siendo muy difícil para la población y los investigadores poder realizar informes adecuados. En el último barómetro del CIS, de 2016, también en Canarias se tiene la peor percepción de la transparencia. ¡Claro que hay un problema metodológico, señor consejero!, se lo decíamos la semana pasada, cuando hablábamos de las listas de espera: hay un problema con la monitorización, claro que sí, ¡pero lo tienen ustedes el problema!, señor consejero, el problema lo tienen ustedes con los indicadores; por eso no podemos hacer análisis fiables sobre nuestra sanidad.

Mire, a preguntas como "¿Cree usted que las autoridades sanitarias de su comunidad autónoma proporcionan suficiente información sobre los servicios sanitarios públicos?", mientras el nivel del Servicio Nacional de Salud contesta "Siempre" en un 69 % de la población, en Canarias tan solo un 2,6; 69 % frente a un 2,6.

Tenemos que ser capaces de explicar por qué la población opina de esta manera y contrastarlo con otras variables, para corregirlo y para convencernos de que necesitamos también un Plan de Salud que ustedes no están cumpliendo. Ya no estoy diciendo nada nuevo.

No obstante, consideramos que, a pesar de esa malísima calificación, con distintas herramientas, en Canarias podemos mejorar nuestro sistema mediante distintas propuestas de las que me gustaría señalarles algunas de ellas, aunque no tengo tiempo para todas. Pero sí publicar, en el plazo de un mes, la última memoria completa de la Oddus -se lo dijimos también la semana pasada-, datos muy interesantes: dar a conocer de inmediato los datos de los indicadores del Plan de Salud derivados por islas, correspondientes y ordenados; establecer un mecanismo paralelo al utilizado en el barómetro sanitario del CIS; modificación del Decreto 147/2001, para tener capacidad de dirección en cada una de las áreas y poner en funcionamiento los órganos de participación.

En definitiva, señor consejero, el problema lo tienen ustedes, de metodología.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Márquez.

Turno ahora del Grupo Popular, señor Gómez.

El señor GÓMEZ HERNÁNDEZ (don Zacarías): Gracias, presidenta.

Buenas tardes, señorías.

Señor Baltar, le arriendo la ganancia. Venir hoy aquí con una clasificación en la que estamos en el último lugar y tratar de darle la vuelta y afrontar con optimismo y tener buen encaje para, con buena cara, decir que podemos mejorar... La verdad es que usted bastante optimista es.

Ya le comentaba en el anterior pleno la situación en la que nos encontrábamos, la caótica situación de las listas de espera, para la que el Gobierno no ha encontrado solución aún.

Bien. Usted ha empleado casi toda su intervención en desmontar con argumentos la validez de esta encuesta. Y, entre las cosas que decía, es que se encontraban graves problemas, por parte de las personas que realizaban esta encuesta, para acceder a la información; y eso me suena, me suena porque es lo mismo que nos pasa a los grupos parlamentarios para acceder a la información de las listas de espera y poder desgranar todos aquellos datos que usted trata de ocultar a través de sus mantras.

En este caso, la información o el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública nos demuestra, una vez más, lo que nosotros manifestamos pleno tras pleno y comisión tras comisión. Como evidencia, aparecemos -como casi siempre- en el farolillo rojo.

Entonces, entendemos, señor Baltar, que tan confundidos no estaremos; o al menos, como ya le decíamos anteriormente, ¿todo el mundo está confundido y usted está únicamente en posesión de la verdad?

Resumiendo los datos -y vamos a tratar de ser objetivos-, señor Baltar, casi no hay por dónde coger esto. El informe es demoledor, corte tras corte, mes tras mes; y la cosa, lejos de mejorar, empeora.

Mire, si quedara un resquicio para el consuelo, que puede haber un pequeño resquicio para el consuelo, analizando los datos de lo que llevamos del año 2017, la verdad es que son desalentadores. El próximo año, seguramente, estaremos de nuevo en el vagón de cola.

Mire, señor Baltar, ya no nos caben disculpas. Disculpas sobre auditorías, sobre el tiempo para que funcionen las medidas, disculpas para mejorar la situación. Estamos hablando de un problema capital para todos los canarios.

Pero nuestro grupo parlamentario quiere ser optimista también hoy. Y hoy vamos a hacerle una invitación; invitación al diálogo, a la búsqueda de soluciones; invitación a empezar a hacer un poco de autocrítica; invitación a comenzar a dar datos reales para que la gente no se sienta engañada. O toma medidas rápidas -mire usted, casi vamos pasando el ecuador de la legislatura- o esto ya se les va de madre. Si no, vendrán pronto unas elecciones, más cambios, más incertidumbre: otro periodo de oscuros nubarrones para nuestra sanidad.

La política errática de este Gobierno nos ha llevado a esta situación. Mire, no es lógico que los canarios estemos esperando casi el cuádruple que los riojanos; el triple que los gallegos, los madrileños, los vascos o los asturianos para una intervención quirúrgica. Por lo menos, a nosotros no nos parece de recibo.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Gómez.

Turno ahora para el Grupo Socialista, señor Hernández.

El señor HERNÁNDEZ GUILLÉN: Gracias, presidenta. Buenas tardes, señorías.

Señor consejero, un informe vuelve a situar la situación sanitaria canaria como la peor del país. Desde luego, vaya un titular, señor consejero: un informe realizado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública que, como bien se explicaba, lleva tiempo trabajando, emitiendo informes desde el año 2004, haciendo esas comparativas, en cuanto a la calidad asistencial con respecto a distintas comunidades autónomas, que evalúan la diferencia entre los distintos sistemas sanitarios autonómicos.

Este informe analiza muchos parámetros sobre financiación, recursos, política farmacéutica, valoración de los ciudadanos, privatización, listas de espera, etcétera. Así, hasta un total de 30 ítems diferenciados. Y, con estos parámetros, señor consejero, somos los últimos. Podemos divergir sobre el valor cualitativo y cuantitativo de cada uno de estos estudios, si la metodología es la más acertada o la menos apropiada para un estudio de estas características. Podremos diferir en este sentido, pero lo cierto es que, teniendo como referencia los valores, que son para todos iguales, el vagón de cola es la premisa que marca nuestra sanidad.

Mal mérito, señor consejero. Déjeme centrarme en algunos datos. Usted pone en cuestión las comparativas de un lado y de otro; voy a intentar recoger datos de Canarias y compararlos no yendo hacia los extremos de los datos, sino tomando un promedio, tomando un promedio de los mismos. Presupuesto per cápita: Canarias, 1264 euros; Cantabria, por poner un ejemplo, 1400. Con respecto a los tacs, resonancias magnéticas, tenemos 26,58 por cada millón de habitantes, mientras Extremadura se sitúa en el 35,18. Médicos en Atención Primaria: Canarias, en 0,69 por cada 1000 habitantes; en el caso de Castilla y León, 1,08. Voy cogiendo alternativamente alguna comunidad, repito que no están en los extremos de los datos. Satisfacción: ¡uy!, aquí sí que la opinión ciudadana es demoledora, señor Baltar. Canarias, 5,99 -la peor de todas-. En funcionamiento, Canarias, 52,4 -la peor en el conjunto-; valoración global, 75,9 -la peor valorada-. Somos los primeros, ¿sabe en qué, señor consejero?, bueno, pues, somos los primeros donde los pacientes prescinden de la sanidad pública para hospitalización; sobre todo, para dirigirse luego a la privada. Y esto tiene mucho que ver también en el último ítem, donde también responde a que, junto con Cataluña, con Madrid, nos situamos, y también Baleares, nos situamos en los gastos sanitarios dedicados a contratación de centros privados.

Son datos, señor consejero, son estadísticas... (Corte del sonido producido por el sistema automático de control del tiempo).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Hernández.

Turno ahora para el Grupo Nacionalista, señora García.

La señora GARCÍA MARTÍNEZ: Gracias, señora presidenta.

Bueno, por lo escuchado aquí, me gustaría dejar claras o subrayar dos conclusiones: la primera, que ninguno de los grupos está satisfecho con nuestra sanidad pública; y la segunda, que toda la intervención que se haga es siempre insuficiente. No vamos a estar nunca satisfechos, porque siempre reclamaremos más mejoras. Y, en ambos casos, la posición del Grupo Nacionalista Canario también es esa: hay que hacer lo necesario para mejorar, y en esta línea está trabajando la Consejería de Sanidad.

Consejero, le agradezco sus explicaciones y opiniones, pero me gustaría recalcar algunas cosas que ya se han dicho aquí y que a veces nos olvidamos: que este informe se realiza con datos de 2015 y 2016, y solo algunos del 2017 -es decir, nada tiene que ver con la gestión que está haciendo el nuevo consejero-; y que somos responsables todos. Por eso, es decir, y no quiero decir que intentemos sacar conclusiones diferentes o que intentemos tapar, sino que nos sirve para valorar, como se ha dicho aquí.

Y sí me gustaría recordar que hace ahora mismo un año, es decir, el pasado 12 de septiembre del 2016, haciendo balance, precisamente, sobre la situación de la sanidad canaria, se señalaba en este mismo Parlamento que el Estado ha dejado de destinar alrededor de trescientos cincuenta millones de euros al año en materia de Sanidad a Canarias. Se hacía, además, balance de los años anteriores, evaluando en 2000 millones de euros lo que en los cinco años anteriores, es decir, de 2010 a 2015, dejó de aportar el Estado a Canarias en materia de Sanidad. Y se valoró como positiva la incorporación de 27 millones de euros más al presupuesto de Sanidad en Canarias para los últimos meses del 2016 y comienzos del 2017. La conclusión de esa valoración, digo, hace ahora mismo un año, el 12 de septiembre, era las penurias presupuestarias que llevamos sufriendo desde hace cinco años, los recortes en Sanidad y la no actualización de la financiación autonómica.

La segunda: la atención y la calidad de nuestro sistema siguen siendo una referencia. Y tercera: nunca, con tan poco, se ha hecho tanto.

¿Y saben quiénes hacían estas reflexiones?, pues, precisamente, los señores del Partido Socialista: la señora Corujo y el señor Álvaro Lavandera. Y también, señores del Grupo del PP. El mayor retraso y el mayor recorte de inversión, por poner un ejemplo, en el Hospital de Fuerteventura, se ejecutaron, precisamente, cuando era responsable del área Mercedes Roldós. Entonces, todos -y aquí tenemos los comprobantes-, todos somos responsables, un poco, de esto (mostrando un documento a la Cámara). Y ahora tendríamos que hacer -que ya no me da tiempo-, preparar iniciativas...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora García. Se acabó su tiempo. Gracias.

Grupo proponente, señor Rodríguez, Nueva Canarias.

El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Primero, yo quiero volver a hablar en favor de organizaciones como estas. Es terrible, es triste que una asociación de profesionales independientes, sin un solo euro público, se haya convertido, en el Estado español, en un referente del análisis de la situación de la sanidad de España. ¡Es terrible! Sin medios, sin fuentes suficientes, se han convertido en un referente. Por eso ocupan páginas en los periódicos. Otro gallo nos cantaría si las instituciones públicas fueran capaces de establecer mecanismos de evaluación y medición rigurosos, porque disponen de los medios y de las fuentes de información. Menos mal que hay gente que, sacando tiempo de su tiempo, son capaces, cargados de buena voluntad, de hacer aproximaciones a lo que nos pasa.

Es evidente que este análisis, desde el principio hasta ahora, aunque ha mejorado, tiene insuficiencias; pero pone en evidencia las desigualdades territoriales, el distinto esfuerzo fiscal en relación con la sanidad, los resultados dispares. De todo, me inquietan las cosas importantes, porque uno se puede enredar en los datos.

Miren, hay un dato de actividad central, básico, sentido, que tiene consecuencias sobre la gente, sobre su calidad de vida, sobre sus expectativas, sobre sus derechos, que es el tiempo de demora en materia quirúrgica: más del doble de la media. Eso es suficiente como para echarse a llorar. En una de las claves de la asistencia sanitaria, que es la actividad quirúrgica -no la única-, tenemos una demora media que duplica la del resto de España y, en algunos sitios, la triplica o la cuadruplica.

Otro indicador sobre la gestión: la cirugía mayor ambulatoria, el peor índice. Pero es que no es lo mismo eso que las otras cosas. Cirugía mayor ambulatoria, que es un mecanismo que no es nuevo, que llevamos veinticinco años hablando de ello, que es fundamental para mejorar la eficiencia, para mejorar la calidad, a la cola. Y el más preocupante de todos es la desconfianza de la gente.

Estos, buena gente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que llevan trabajando treinta y cinco años en solitario, sin medios, cada vez que aparece un informe, yo escucho a los consejeros de turno decir: "oye, vamos a hablar con ellos para ver cómo mejoran la fuente". Luego no pasa nada. Recuerdo que esto me lo dijo en algunas ocasiones la consejera de la anterior legislatura, Brígida Mendoza. Me decía: "don Román, es verdad, pero vamos a hablar con ellos para mejorar". También, Jesús Morera me respondió lo mismo; y usted ha vuelto a responder lo mismo. A ver si es verdad que se sientan con esta loable y valiente organización y les ayudan a que las fuentes sean lo más fiables posible, porque les aseguro que lo intentan.

Pero voy a lo más importante. Miren, la clave del éxito de la sanidad pública está en la confianza de la gente, en su nivel de satisfacción, en el apoyo popular. Cuando un servicio público pierde el apoyo de la gente, sus años están contados, y a nosotros nos ocurre -y ya no utilizo la fuente del estudio de la federación, sino otra fuente bastante menos discutible, que es la del barómetro sanitario hecho por el ministerio-.

Somos la comunidad con la segunda tasa de paro más importante del Estado español. Somos una comunidad pobre, con tasas no solo de desempleo, sino de pobreza. Si algo inquieta a las familias, a la gente de Canarias, es esto. Bueno, pues, en Canarias, ¡a la gente le preocupa más la sanidad que el paro! El paro está a la cabeza en todos los lugares; en Canarias, el 35,5 % de los que responden a la encuesta dicen que su primer problema es la sanidad. Y quiero recordarle que, en la etapa de autogobierno, llegó a estar en el séptimo lugar de preocupación de la gente. En esto no hemos ido a mejor, hemos empeorado. El paro le preocupa menos a la gente que la sanidad, siendo una de las comunidades punteras en desempleo y en deterioro socioeconómico. Esto es para hacérselo mirar urgentemente.

Cuando se le pregunta a la gente sobre si el sistema sanitario es satisfactorio, si es muy satisfactorio, la tasa, la gente, en Canarias, solo el 7,8 % dice que el sistema sanitario funciona bastante bien, ¡la media es del 20 % en España!, ¡casi tres veces!, y hay comunidades donde está en el 26 y en el 28.

Cuando le preguntas a la gente si está muy insatisfecha con el sistema sanitario público español, y se lo preguntas por comunidades, nosotros encabezamos el ranking: un 6 % dice que está muy insatisfecha. La media es del 2,5; en Navarra, el 0,4. Es decir, el valor que tiene este informe no es tanto enredarnos en algunos datos que, ciertamente -y lo dije aquí-, son mejorables, porque las fuentes también son las que son; sino poner en evidencia la crisis severa, seria, total, del sistema sanitario público de Canarias. Porque está fallando en cosas como las siguientes.

Mire, si algo ha caracterizado al éxito de la sanidad pública en España, insisto, es el apoyo popular y la confianza de la gente. Somos el único territorio donde la gente, si tiene un problema con un especialista, prefiere ir a la privada que a la pública. ¡Ni Cataluña ni Euskadi ni Navarra ni Asturias ni Cantabria! Aquí, y usted y yo, que conocemos ambos sectores, sabemos que ni punto de comparación en casi todos los parámetros; cada cual tiene su función. La gente tiene más confianza para ir a un especialista a la medicina privada que a la pública, ¡no pasa en el resto de España!, y en hospitalización se dispara el asunto; y en Atención Primaria, que no existe en la privada de facto, está casi a la par. De manera que la crisis de credibilidad del sistema sanitario es la más alta del Estado español, no solo por que lo diga este informe, sino porque lo dicen todos los informes. También, el barómetro sanitario del Ministerio de Sanidad, que es una fuente poco discutida para medir la opinión de la gente, y andamos a la cola de la cola.

Y, cuando la gente no confía en la sanidad pública, se generan las condiciones para desmantelar el sistema público. Eso está bien inventado: la mejor manera de deteriorar un servicio público es que sus beneficiarios le retiren la confianza. Y eso está pasando con la sanidad pública y también -aunque de soslayo, lo tengo que citar- con el sistema público de pensiones. Los que creen que eso también debe ser un negocio están interesados en la estrategia de su debilitamiento, sobre la pérdida de confianza. Si yo, que me hago mayor lentamente, creo que el sistema público de pensiones no me va a solucionar los problemas, procuraré buscarme la vida en otro ámbito, y pasa con la sanidad.

Hay gente muy humilde que está dedicando una parte de su escasa renta a asegurarse una parte de las prestaciones sanitarias, a través de una póliza privada. Estoy hablando de trabajadores humildes, de gente que gana 1200 euros y está apartando 180 euros para poder tener una póliza que le permita llevar a los chiquillos al pediatra o llevar a los chiquillos al dentista. Y esta crisis hay que reconocerla para abordarla y atacarla con firmeza. Más recursos. Este año se ha hecho un gesto muy relevante: casi cincuenta millones de modificación de crédito, y 45 y 155 millones de crédito suplementario, de crédito adicional, que son 200 millones; que no lo resuelven todo, pero es una cantidad muy significativa. Y tenemos que atacar los grandes problemas, desde las listas de espera a los problemas de urgencias, a la falta de estabilidad de las plantillas, al aumento de las ratios o a la cirugía mayor ambulatoria. Pero reconozcamos el problema.

Y yo creo que, si el señor consejero no se espabila, se le pasa el arroz. Porque el tiempo va rapidísimo en esto de la política. Va más rápido en el Gobierno que en la oposición, también se lo digo. Pero yo creo que toca tomar el toro por los cuernos, y significa buscar mecanismos rápidos para romper la dinámica de deterioro de la imagen de la sanidad pública ante lo más importante, que son los ciudadanos. Y el sociobarómetro, también lo repite la federación, lo pone en evidencia: la desconfianza es la más alta de todo el Estado español. Y esa es la peor de las crisis, la que perciben los ciudadanos, la que opinan los ciudadanos, la que deciden los que nos ponen aquí. A nosotros y a ustedes. Y, por lo tanto, yo le pido celeridad, determinación.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Rodríguez.

Para cerrar esta comparecencia, el señor consejero.

El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Baltar Trabazo): Gracias, señora presidenta. Señor Román.

Efectivamente, llevo ocho meses, pero si se me va a pasar el arroz en ocho meses, con problemas estructurales de esta envergadura, le juro que yo, cuando asumí este puesto, me prometí avanzar algo en esta línea. Pero no he venido aquí a venderles a ustedes cuestiones que, casi seguro, voy a seguir incapaz de cambiar a los niveles que usted me está pidiendo ahora mismo. Otra cosa es que, evidentemente, tomaremos medidas para ir en la línea de los objetivos que usted marca, que son los idóneos.

Y aprovecho para contestarle dándome un repaso aquí por don Zacarías Gómez, porque, mire, yo no he venido aquí a desmontar los argumentos. No he venido a desmontar los argumentos del informe de la federación de asociaciones de sanidad pública, porque creo que nos vienen bien para mejorar.

También le digo: fue durante la dirección de doña Mercedes Roldós donde pasamos al farolillo de cola, con el mayor presupuesto económico que jamás se ha manejado en esta comunidad autónoma, y si no, que me corrijan. Entonces, vamos a tratar de reconvertir los números, que, como bien decía el señor Rodríguez, salen en este informe en algo positivo. Porque, mire, señor Rodríguez, recuperando la historia para entender un poco estas posiciones, me he encontrado con noticias tan chocantes como desde doña Mari Mar Julios, pasando por doña Mercedes Roldós, que empezó reivindicando en el año 2007 823,5 millones de déficit histórico, a 1400 en el año 2010, doña Mercedes Roldós, también; 2412, doña Brígida Mendoza, en el año 2015. Estas son cuestiones estructurales, Román.

Si yo, en un momento determinado, pretendo cambiar determinados déficits de infraestructura física, por ejemplo, un déficit en unos quirófanos, es inviable pensar que se logrará en ocho meses, pero es necesario estudiar por qué salimos mal posicionados, por qué salimos mal posicionados. Porque salimos mal posicionados, pero yo, aclarándole, señor Márquez: no nos comparamos con el País Vasco ni con Navarra porque no tenemos su derecho, sus principios forales, ni nos servimos a la carta el presupuesto en sanidad. Porque, fíjese, una reflexión muy básica: que estos señores -y yo no los critico, porque no se incorpora aquí, se lo solicitaremos- no han tenido en cuenta que nosotros gastamos lo mismo para darle asistencia básica a un herreño -básica- o a un gomero, un poquito más que un vasco a un palmero; para darle asistencia básica, digo, donde ellos dan hasta trasplante cardíaco, mil novecientos no sé qué, lo digo comparando los números que están aquí. Eso es estrictamente necesario tenerlo en cuenta cuando articulamos nuestra organización, y el señor Lavandera lo sabe, que habitualmente me reclama el término per cápita/isla para mejorar específicamente la dotación de la isla de Fuerteventura.

Entonces, por eso nos comparamos con Asturias, y por eso nos comparamos, porque Asturias ha estado siempre en la cabeza, manejando variables similares a las nuestras. O Aragón ha permanecido habitualmente en la cabeza de las listas, y por eso los elegimos, y porque tienen un millón de habitantes; aproximadamente, la mitad que nosotros. Y nos permite extrapolar datos que aquí se vierten. Unos similares, dos millones y pico; otros, la mitad. ¿De acuerdo? Yo le estoy explicando la argumentación, pero yo, nosotros, no tratamos de desmontarlo, nos lo hemos estudiado muy a fondo, y créame que vamos a hacer lo posible para que la foto, desde luego, mejore.

Hay un elemento que sí querría aclarar a todas sus señorías, porque veo que está todo el mundo preocupadísimo otra vez con la privatización, parece que no logro transmitirles confianza. Leamos con detalle el informe, leamos con detalle el informe.

El informe, textualmente, a Canarias -y probablemente por los índices de riqueza de los que habla el doctor Rodríguez-, pero a Canarias le asigna 329 euros en gasto de bolsillo en sanidad, muy por debajo de los 425 de Aragón, de los 388 de Asturias, y ya no le digo del gasto de Baleares de bolsillo, que es 463. Donde sí se penaliza, aunque es por debajo de Baleares, es en el nivel de concertación; nivel de concertación que se tiene en su conjunto, no solo para la asistencia, sino para la prestación del transporte, como usted bien sabe, y para una serie de prestaciones que van asociadas por vía de concertación.

Pero yo, en aras de contestarles a todos ustedes, creo que alguno se me puede quedar. Señor Ramos, es verdad. Créame, no gastamos más que otros en, es decir, la visión que se tiene aquí del coste al alta por la valoración en UPAS no significa que estemos derrochando el dinero. Es un determinado modo de medir, y nosotros profundizaremos en ese tema, porque de verdad que nos ha preocupado ese número: es un cálculo que nunca habíamos hecho, que no estaba descrito previamente en la consejería y que tenemos que trabajar.

Yo, para ir finalizando, porque tampoco... Me dicen luego que entro -¿cómo era, señor Román?, que lo apunté por aquí-, porque "enredarnos con los números". No quiero yo enredarme con los números, pero es mi obligación enredarme con los números si quiero cambiar ciertas cosas aquí. Retomo lo que usted decía. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que el barómetro sí que es incuestionable, y estoy totalmente de acuerdo con usted en que la valoración de los canarios es mala; pero usted tendrá que estar absolutamente de acuerdo conmigo en que los que no usan el sistema son los que peor piensan de él, una cuestión sorprendente, una cuestión sorprendente. El 77,6 de satisfacción, aunque sea peor que la media de España, que es un 80, pero el 77,6 % de satisfacción entre los ciudadanos que usan exhaustivamente el sistema. No, yo no trato de consolarme (ante las manifestaciones del señor Rodríguez Rodríguez, desde su escaño). Pero hay que hacer una lectura correcta, porque lo mismo nosotros, con el diapasón, estamos llevando a que la opinión de nuestros ciudadanos se convierta en desconfianza sobre nuestra propia organización. Entonces, esta es una de las cuestiones que yo, desde el principio, creo que en esta misma sala, les he planteado.

Por resumir, señorías, porque nosotros nos hemos tomado en serio el informe y nos lo hemos creído, y nos lo hemos creído, y yo me creo que mis antecesores se lo creyeran. Y estoy seguro de que, si el doctor Morera lo dijo aquí y la doctora Mendoza lo dijo aquí, es porque ellos intentaron avanzar en la línea de mejorar; pero, insisto, señor Román, esto es un análisis de cuestiones muchas veces estructurales, que es inviable cambiarlas en el plazo de ocho, de doce y a veces de dieciocho y de veinte meses. Medidas que nosotros sí nos hemos planteado de forma inmediata, como ya les decía el otro día: aumentar la cirugía mayor ambulatoria; abordar los temas de demora -como decían, específicamente, y dice el informe-; analizar en profundidad el planteamiento de costo al alta -no entendemos, probablemente tengamos un coste excesivo en la especializada-; mejorar la supuesta accesibilidad a atención primaria, queremos saber de dónde sale este registro, nos preocupa muchísimo. Porque, evidentemente, de algún sitio sale -ellos no se lo inventan-, y nos sorprende porque no es la información que tenemos.

Asimismo, nos gustaría incorporar aquí cuestiones como la población flotante, 15 millones de habitantes. Un tercio de los stents del Materno-Infantil Insular se destina a extranjeros cuyo retorno nunca llega a esta comunidad autónoma, primero. La dispersión poblacional, la insularidad y la necesaria descentralización de los recursos de atención especializada que, evidentemente, como les daba antes como ejemplo en El Hierro, provocan un encarecimiento importantísimo de la prestación sanitaria.

Créanme, señorías, si les digo que nosotros nos hemos tomado absolutamente en serio este informe, que vamos a tratar de utilizarlo para mejorar y que espero que el año que viene le pueda decir, Román, que hemos mejorado respecto de la posición que este año presentamos.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor consejero.