Diario de Sesiones 26, de fecha 7/3/2012
Punto 5

· 8L/PPL-0004 Debate de enmienda a la totalidad. Proposición de Ley de Modificación de la Ley 5/2002, de 3 de junio, del Consejo Consultivo de Canarias.

El señor presidente: Siguiente asunto: proposición de Ley de Modificación de la Ley 5/2002, del Consejo Consultivo de Canarias.

Una enmienda a la totalidad del Grupo Parlamentario Popular. Doña María Australia Navarro tiene la palabra.

La señora Navarro de Paz: Gracias, presidente. Señorías.

La enmienda a la totalidad que presento hoy en nombre de mi grupo a la iniciativa de reforma de la Ley del Consejo Consultivo de Canarias es, por encima de otras consideraciones, una oportunidad. Una oportunidad para el Consejo Consultivo de Canarias y, en consecuencia, también entiendo que una oportunidad para Coalición Canaria y para el PSOE. ¿Y en qué sentido? Pues para que reflexionen y rectifiquen su propósito de violentar el espíritu imparcial e independiente de esta institución de nuestra comunidad autónoma. Una oportunidad, en definitiva, para que este Parlamento, de forma unánime, como ya hiciera hace diez años, renueve su compromiso democrático con la independencia del Consejo Consultivo. Para ello, obviamente, es necesario que Coalición Canaria y el PSOE depongan su afán por imponer la mayoría parlamentaria que representan en una cuestión y en una institución que, por su naturaleza y en el curso de las décadas, siempre ha merecido el concurso de todos los presentes en esta Cámara. En otras palabras, señorías: aún estamos a tiempo de no emborronar la historia del Consejo Consultivo y con ella la historia de nuestra comunidad, con una reforma de parte, politizada e instrumental, que no mejora a nadie ni conduce a nada, y mucho menos al Consejo Consultivo.

Señorías, estoy hablando de algo que va más allá del Consejo Consultivo. Estoy hablando de calidad democrática, de preservar las normas que nos hemos dado y, en su caso, de modificarlas de acuerdo al consenso y a las mayorías reforzadas que todos hemos acordado.

Avanzar con una reforma de ley que rebaja, sin el menor pudor, de 40 a 36 el número de diputados que deben elegir a los miembros del Consultivo, por la sencilla razón de que 36 son los diputados que suman Coalición Canaria y el PSOE, es sencillamente indefendible. Si además tenemos en cuenta que el objetivo último de los socios de gobierno es excluir a mi grupo, al Grupo Popular, convendrán sus señorías conmigo en que la reforma es un ejemplo de libro de lo que denominamos déficit democrático.

Señorías, soy consciente de que es posible que, como ocurrió ya con ocasión de la toma en consideración, los socios de gobierno desestimen la enmienda que hoy presento y prosigan tozudamente con una reforma que a nadie conviene y mucho menos al Consejo Consultivo, pero nuestra obligación, la de mi grupo parlamentario, es recordar al menos a las señorías nacionalistas y socialistas cómo se condujeron en el pasado con el mismo motivo y cómo hoy, sin el menor fundamento, reniegan de los principios que entonces defendían y en los que decían creer. Partimos de la reforma de la ley del 2002, que consagró la independencia del organismo. ¿Cómo se consagró?: pues merced a un incremento en la mayoría parlamentaria exigida para la elección de sus miembros. Entonces -les recuerdo-, hace diez años, todos los grupos parlamentarios, sin excepción, reformamos por unanimidad la Ley del Consejo Consultivo; reforzamos la mayoría de elección de tres quintos a dos tercios del Pleno de este Parlamento. Esta voluntad reformista compartida mereció el aplauso inequívoco del Gobierno de Canarias y del propio Consejo Consultivo, en sendos pronunciamientos.

Al posicionamiento del Gobierno de Canarias y del Consejo Consultivo es obligado sumar las palabras de quienes entonces defendían lo que hoy solo defiende mi grupo, mi grupo parlamentario. Así, los señores Cruz y González se deshacían en pos de la independencia y la imparcialidad del Consejo Consultivo. Era importante llegar al consenso, aseguraba el señor Cruz desde esta propia tribuna, porque es una ley que va a regular un órgano fundamental de la comunidad autónoma. Es necesario ese consenso. ¿Dónde está ahora, señorías, ese consenso? En el año 2008, el señor Ruano aseguraba -en aquel momento como secretario del Gobierno- que el Ejecutivo prefiere mostrarse partidario de no interferir en la independencia de estas instituciones, presupuesto de su efectividad. ¿Presupuesto de su efectividad, señores nacionalistas? ¿Y qué decir del señor Hernández Spínola? El hoy consejero de Presidencia, hace unos meses, era el protagonista de una batalla política sin cuartel por la independencia de las instituciones de extracción parlamentaria. Eso sí, como en el caso del petróleo, desde la Oposición. No han pasado tantos meses desde que resonaban sus palabras en los pasillos de este Parlamento contra la manipulación de aquellas instituciones más simbólicas y representativas de nuestro régimen de autogobierno. Reivindicaba Hernández Spínola, conjurado como estaba, según sus propias palabras, con el compromiso de los socialistas, sí, con el compromiso de los socialistas, de trabajar por la mejora de la calidad democrática de nuestras instituciones. ¿Manipulación de las instituciones, calidad democrática, señorías?

Dicen el Gobierno y sus socios -eso en este momento- que la exigencia de una mayoría parlamentaria de dos tercios ha producido que desde hace varios años los miembros del Consejo Consultivo se encuentren en funciones. Pues, miren, señorías, esta afirmación, compartida por el Gobierno y los grupos que lo apoyan, es falsa. Es más, es sencillamente mentira, señorías, y, lo que aún es peor, el Gobierno y los grupos que lo apoyan saben, y lo hacen a conciencia, que mienten. Miren, es muy sencillo. En la legislatura pasada, la rebaja de mayoría parlamentaria que ahora se pretende no hubiera desbloqueado la renovación del Consejo Consultivo sin el concurso imprescindible de los tres grupos parlamentarios existentes en aquel momento. Es muy sencillo, basta echar números para dejar al descubierto su argumento falaz.

Señorías, la enmienda que hoy defiendo en nombre de mi grupo, yo quiero insistir, es una nueva oportunidad que el Grupo Parlamentario Popular les brinda para que renuncien hoy aquí, en este Parlamento, con cierta dignidad, al asalto de las instituciones parlamentarias que han emprendido. Con la aprobación de nuestra iniciativa mejoraremos puntualmente la ley, incorporando la residencia administrativa de los consejeros del Consultivo en la comunidad autónoma. Pero es mucho más importante, podemos conseguir otro objetivo fundamental: vamos a respetar y no violentar la naturaleza del Consejo Consultivo, protegiendo su buen nombre, su crédito institucional y la imparcialidad e independencia de su función.

Señorías, sé que muchos de ustedes comparten el sentido de mis palabras. Es más, en su fuero interno la gran mayoría de sus señorías discrepa de una reforma contaminada políticamente y que representa una agresión partidaria gubernamental a una institución que debe vivir ajena a ello.

Yo les ruego que recapaciten, apelo a su sentido común, al valor de la experiencia y de la tradición parlamentaria de respeto institucional, al carácter arbitral que como legisladores debemos defender para el Consejo Consultivo. Señorías, somos el Parlamento y el Consejo Consultivo no es un centro directivo más del Gobierno. No podemos permitir la ocupación sistemática de las instituciones, no debemos rebajar las garantías democráticas. Es más, no es ético ni presentable rebajar la mayoría cualificada de 40 diputados.

Señorías, les brindo de nuevo, en nombre de mi grupo, la oportunidad de dialogar y consensuar. Vamos a d ialogar, vamos a consensuar el Consejo Consultivo, la Audiencia de Cuentas y el Consejo de Administración de Radiotelevisión Canaria, pero, por favor, ni se engañen ni quieran engañar a nadie. En todos los escenarios el Partido Popular respeta el principio no escrito de que los grupos que apoyan al Gobierno y gozan de mayoría en este Parlamento preserven la mayoría en los órganos institucionales. Nunca lo hemos cuestionado, nunca cuestionamos ese principio, pero esa posición dominante de los grupos de gobierno no justifica su afán por arrinconar a la primera fuerza política y parlamentaria de Canarias. Eso no lo vamos a admitir, eso no lo vamos a permitir. Como tampoco vamos a admitir ni vamos a permitir que ustedes adapten las leyes a sus propias apetencias. No lo vamos a permitir.

Señorías, sobre todo me refiero a los de Coalición Canaria y a los socialistas, eligieron en su día el camino equivocado. Han proseguido desde entonces en esa senda absurda. Hoy mi grupo entiende que todos ustedes están a tiempo de cambiar el rumbo y de regresar al diálogo que nos llevará al consenso. Estoy segura. Esa y no otras, desde nuestro punto de vista, es la mejor noticia que hoy podemos darle al Consejo Consultivo y por extensión a la calidad democrática de nuestra comunidad autónoma.

Reflexionen, están a tiempo.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, doña María Australia.

¿Hay un turno en contra? Don Manuel Fajardo Palarea, para turno en contra.

El señor Fajardo Palarea: Con su permiso, señor presidente. Buenos días nuevamente, señorías.

Me cumple agotar el turno en contra a la enmienda a la totalidad presentada por el Partido Popular.

He de decir que ha sido una intervención, la de la portavoz del Partido Popular, era esperada, articulada, bien articulada desde su posición, la que ha defendido desde el inicio de la legislatura, pero desde luego una defensa de la enmienda a la totalidad un tanto peculiar, si lo que se intenta es que fuera admitida por los grupos que en este caso hemos presentado la proposición de ley. ¿Por qué?, porque se nos ha acusado de utilizar argumentos falaces, de mentirosos, de intentar el asalto a las instituciones, de que estamos en el camino equivocado y de que estamos en la senda equivocada. Por tanto, claro, si alguien sube a la tribuna y lo defiende de esa forma, obviamente, con esos argumentos, difícilmente puede ser aceptada una enmienda a la totalidad ni ningún tipo de enmienda por los grupos que hemos presentado la proposición. Es normal.

Mire, señora doña María Australia Navarro, usted y yo sabemos que algunos de los argumentos que usted ha utilizado son argumentos que están tergiversados. ¿Por qué? Cierto es que en la legislatura pasada se necesitaba el concurso de las tres fuerzas, cierto es que la gran fuerza perjudicada fue el Partido Socialista, que tenía 26 diputados. ¿Le suena eso de fuerza mayoritaria elegida democráticamente por los ciudadanos de Canarias? Lo dijimos en muchísimas ocasiones. Y los grandes perjudicados de la no renovación de los órganos dependientes del Parlamento fue mi partido, que con 26, con 26 parlamentarios, tenía la misma representación que la que tenía con 17 parlamentarios en la legislatura anterior.

Le pongo, por ejemplo, el plazo que se han dado don Mariano Rajoy Brey y Alfredo Pérez Rubalcaba para la renovación de los órganos que de ellos dependen, del Parlamento nacional dependen: tres meses. Es inaudito que nosotros llevemos cuatro años y vamos para cinco años sin renovar los órganos dependientes de este Parlamento. Lo hemos hecho con respecto al Diputado del Común y ahí ya rompieron ustedes el consenso, porque negociaron con nosotros en el Diputado del Común y en el iter nos encontramos con que ustedes resulta que cayeron en la cuenta de que la figura del Diputado del Común ya era prescindible en esta comunidad. Hemos negociado, hemos intentado negociar -porque esto es bueno que lo sepa la ciudadanía, además lo sabe porque lo hemos dicho en los medios de comunicación-, hemos intentado negociar los órganos a los que usted se acaba de referir, pero ustedes, en una yo considero equivocada senda -porque no es que nosotros hayamos adoptado un camino equivocado, es que ustedes no nos han dejado sino el único camino que podemos recorrer para poder renovar los órganos-, nos exigen, no es que pidan, no, nos exigen a los que tenemos mayoría parlamentaria la presidencia de la Audiencia de Cuentas. Eso es lo que hay detrás de todo esto. Usted lo de los tres quintos y los dos tercios en el fondo no... Lo que usted acaba de decir, fíjese usted si no es discutible... Usted nos viene a decir, "no, si bajamos de dos tercios a tres quintos, resulta que, claro..."; copiando uno de los votos particulares del Consejo Consultivo -por cierto, no hay ningún voto particular que diga que la proposición de ley que nosotros hemos presentado no es ajustada a Derecho-, copiando uno de esos votos, dice usted, "no, es que está en duda la imparcialidad y la independencia del Consejo Consultivo de Canarias si rebajamos de dos tercios a tres quintos". ¿No eran imparciales y no eran independientes los consejeros del Consejo Consultivo que estaban en ese órgano antes de la modificación del año 2002? Según su razonamiento no. ¿No son independientes e imparciales los miembros de la Audiencia de Cuentas, que solamente necesitan tres quintos para ser elegidos? Según su razonamiento no. Pero, vamos. En definitiva, señoría, lo digo con el máximo respeto y el máximo cariño, hay argumentos que no se sostienen.

Nosotros no vamos a permitir, usted dice que usted no va a permitir, usted va a hacer todo lo posible porque lo que usted denomina que es un asalto a las instituciones se perpetre por parte de los grupos que hemos propuesto esta proposición de ley. Mire, lo que nosotros no vamos a permitir es que usted nos tenga con el tema de la Audiencia de Cuentas, la presidencia de la Audiencia de Cuentas, de aquí a la finalización de la legislatura. Y le digo una cosa: para acabar con ese tema ya le anuncio que los grupos que hemos presentado esta proposición y que apoyamos al Gobierno vamos a activar el mecanismo de la renovación de los miembros de la Audiencia de Cuentas, para que entre ellos elijan, si se renueva el presidente, al presidente. Y posiblemente así ustedes al final tendrán que avenirse a consenso. Se lo dije en su día, señoría, se lo dije en su día.

El elemental principio de respeto a las minorías empieza por el respeto a las mayorías. ¿Cómo nos van a exigir? Dígame usted un solo ejemplo, en una asamblea legislativa en la que gobierne, en la que gobierne el Partido Popular, donde la Oposición le haya exigido una presidencia y el Partido Popular de uno de los órganos se la haya dado. Exigido, no pedido. Pero es que ustedes, en estas negociaciones... -¡pero si lo sabe toda la prensa, si lo sabe toda la prensa!-, si en estas negociaciones les hemos dicho, miren, que no tenemos obligación ninguna, no tenemos obligación ninguna, no nos compele ninguna norma jurídica de esta comunidad a darles a ustedes, a ofrecerles a ustedes la presidencia, en este caso, del Consejo Consultivo. Mire, y lo que estoy diciendo y lo que dice usted incluso en la prensa, incluso pugna cuando hablamos de independencia y cuando hablamos de imparcialidad, hablando claro y pronto, de los órganos que dependen de este Parlamento. Sí, pugna, porque lo que se dice en prensa y lo que se dice aquí con respecto a las presidencias no concilia con el discurso que luego se da a la hora de defender la enmienda a la totalidad.

Le devuelvo el guante del consenso. Le volvemos a solicitar el consenso. Nosotros vamos a procurar la renovación por las cuotas que democráticamente tenemos en base a la representación que tenemos en el Parlamento. Vamos a dejar su cuota libre. De ustedes depende, de ustedes depende el proponer para la elección a representantes del Partido Popular, o personas propuestas del Partido Popular, para esos órganos. Ustedes son los que van a decidir si quieren entrar en esa renovación o no quieren entrar en esa renovación. No nos pida usted más, porque no podemos darle más. No tenemos obligación ninguna de darle más. Incluso estamos dispuestos a hablar con el Grupo Mixto. Y estamos dispuestos a hablar -ya se lo digo-, porque quizás ya a lo mejor podemos terminar -se lo decía esta mañana a Australia-, igual vamos a tener que acabar con el tema de los tantos por ciento. Saben sus señorías que el Grupo Mixto, con un solo diputado, si hubiera tres fuerzas políticas aquí, podría tener un senador de la comunidad autónoma. ¿Creen ustedes que es importante un senador de la comunidad autónoma? Pues sí, yo creo que sí. Porque ustedes saben que la forma de elección que tenemos de los senadores de la comunidad autónoma se establece con un criterio de proporcionalidad: la primera fuerza política, uno; la segunda fuerza política, el otro; la tercera fuerza política, el otro. Si hubiera tres fuerzas, podría darse la circunstancia, fíjese usted, podrían darse las circunstancias de que una fuerza política con un solo diputado en el Parlamento, obteniendo uno 30, el otro 29 y esa fuerza política 1, tuviera que elegir a ese senador y ser sustituido por el número 2 de las listas. Esto es lo que hay. Pero tenemos tiempo, en las enmiendas al articulado, de poder a lo mejor acabar con este problema, si ustedes lo entienden así, y establecer criterios de proporcionalidad.

Ahora, le repito, la enmienda a la totalidad... Por cierto, les felicito, les felicito, porque han logrado ustedes una enmienda a la totalidad introduciendo solo y exclusivamente un pequeño parrafito en el que hablan de que los consejeros del Consejo Consultivo deberán tener residencia en Canarias y lo que hacen es repetir, o sea, han utilizado ustedes un ardid legal que, bueno, les ha permitido la presentación de la enmienda a la totalidad. Pero le reitero: consenso, sí; las posibilidades de llegar a un acuerdo, sí; vamos a utilizar los mecanismos y vamos a activar los mecanismos para la renovación de los organismos, sí. No nos tengan cuatro años más.

Usted hizo la referencia a la modificación operada en el 2002. ¿Sabe lo que pasó? Que en el 2002 nadie pensó que íbamos a tener una fuerza como la de ustedes tan intransigente a la hora de exigir lo que no le corresponde.

El señor presidente: Muchas gracias, don Manuel Fajardo.

(La señora Navarro de Paz solicita intervenir.)

Sí, dígame, doña María Australia.

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Sí. Gracias, presidente.

Pido la palabra por dos motivos diferentes. Por un lado, porque he entendido que el portavoz que actúa en nombre del Grupo Socialista y Coalición Canaria me ha hecho un ofrecimiento, que me gustaría contestar; y por otro, por inexactitud, o sea, ha dicho algo que no es del todo como lo ha planteado.

El señor presidente: ...(Sin micrófono.)

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Señor Fajardo, si el obstáculo para que lleguemos a un acuerdo han sido los adjetivos que he empleado, que ratifico yo con muchísimo gusto, si ese es el motivo, yo los retiro y usted apoya la enmienda del Grupo Popular, porque eso evidentemente ayudará a que no se vulnere la naturaleza imparcial del órgano del que estamos hablando.

Y en la otra cuestión, señor Fajardo, yo sé que las conversaciones que mantenemos los representantes de los distintos grupos son privadas, pero, ya que usted lo ha puesto sobre la mesa, decirle que no es cierto lo que usted ha dicho o que no es solamente eso así. Usted sabe que tenemos diferencias para la renovación de órganos también por otros motivos, no solo por las presidencias sino también por el número de consejeros que nos corresponde. Eso sería lo exacto y ahí sí que nos tiene en contra, señor Fajardo.

No obstante ello, si esta enmienda ha servido para que nos sentemos y reanudemos las conversaciones que ustedes unilateralmente rompieron, el Partido Popular desde la tribuna ya se lo ha ofrecido.

Muchas gracias.

(El señor Fajardo Palarea solicita intervenir.)

El señor presidente: Gracias, doña María Australia.

Evidentemente, don Manuel, tiene usted un minuto también.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Solamente para volver a recoger el guante. Al final de tanto recoger... y volver a lanzarle el guante. Que sí, doña Australia, que sí, que cuando quiera nos volvemos a sentar. Espero que no sea para tener otra vez el mismo resultado. Pero ya se lo adelanto: la presidencia de la Audiencia de Cuentas, que es el gran escollo... Con respecto a lo otro que usted acaba de nombrar, que es el número de consejeros, en el Consejo Consultivo no. Se lo estoy diciendo desde ahora, porque si no no nos sentamos. Además es que este... ya llevamos mucho tiempo, es que ya llevamos mucho tiempo. Y con respecto al número de consejeros que quieren ustedes en el Consejo Consultivo, hombre, si quieren, les damos la mayoría. Ya, total, por pedir. Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar.

El señor presidente: Gracias, don Manuel.

Pero, si se van a sentar, pues, hablen lo que... Cuando se sienten, hablan todas esas cosas. No, no, no digan imposible, se pueden sentar.

Para fijación de posiciones, Grupo Mixto, don Román Rodríguez.

El señor Rodríguez Rodríguez: Señorías, ya tuvimos la oportunidad de debatir sobre este tema cuando se presentó el proyecto de ley y entonces y ahora reiteramos nuestra posición. Las mayorías son revisables, lo hacen otros parlamentos. El problema no está en la mayoría, ambas son legales, 40 o 36, dos tercios o tres quintos. Esto no es un problema de legalidad, es un problema político. Ya saben ustedes que nosotros defendemos que en este tipo de órganos que controlan los poderes y las instituciones las designaciones se hagan a través de los partidos políticos y de los grupos parlamentarios. Yo defiendo eso de forma inequívoca. Prefiero representantes del Partido Popular que de los profesionales, para que me entiendan. No tengo ninguna duda, porque la mayoría del Partido Popular es modificable; la de los profesionales no sé cómo se modifica. De manera que yo reconozco, aplaudo y defiendo que en los órganos de control estén profesionales, con el perfil adecuado, y que estos sean propuestos por los partidos en función a su representación. Y, por lo tanto, paso a un segundo plano los porcentajes para cerrar estos acuerdos, porque no es lo determinante. Son perfectamente legales 40 diputados, como lo son 36. Es incluso contradictorio que para unas instituciones sea 36 y para otras, 40, pero las dos cosas valen. El problema no está ahí, el problema está en que los partidos con más representación en esta y en otras cámaras están obligados a ponerse de acuerdo para renovar los órganos que son vitales para el control de las instituciones. Y este es el fallo que hemos tenido, o que han tenido ustedes para ser más precisos. Que también se ha repetido, por lo tanto, en otras latitudes, a nivel del Gobierno o del Parlamento español.

De forma que aquí lo deseable, lo razonable y lo sensato es que la representación de profesionales cualificados para los órganos de control responda a las mayorías parlamentarias o a la composición del Parlamento. Y hay que decir con claridad que el Partido Popular es el partido más votado, eso sí, con el mismo número de escaños que Coalición Canaria, pero más votado, y es poco razonable que no esté presente de manera proporcionada en los órganos. Ya me parece harina de otro costal la distribución interna de los poderes en los órganos, eso depende de más correlaciones de fuerzas que esa. De manera que aquí lo deseable, al margen de qué mayorías sean las que determinen la propuesta de designación, es que estén los tres grandes grupos adecuadamente representados.

Y esa es la posición del Grupo Mixto, y lo dice un grupo que no ha participado ni en esta ni en otras negociaciones. En esta hasta se pudiera entender. ¡Hombre!, yo creo que por deferencia no vendría mal, ¿no? Pero ni siquiera la composición de las comisiones, como ya comentamos aquí en alguna otra ocasión. De forma que lo que creemos nosotros que, aunque va a salir la ley, la ley se ajusta a Derecho, hay mayoría parlamentaria y vamos a pasar de 40 votos para designar a 36, que con 36 el Partido Popular se incorpore a este proceso, porque me parece fundamental para ganar en credibilidad, en objetividad y en pluralismo en estos órganos.

Insisto, y acabo reiterando algo que no está de moda, pero que yo defiendo a capa y espada. Lo digo porque ahora hay una modificación de los órganos rectores del poder judicial en ciernes y que yo estoy en contra, totalmente en contra, de que la designación del total de los miembros de este órgano, relevante en la estructura jurídica de un Estado moderno, los designen solo los profesionales. Yo creo que las Cortes Generales, legítimamente democráticas, tienen que tener esa cuota. Y por eso yo reclamo que aquí, en todos los órganos, desde el Diputado del Común al Consultivo, a la Audiencia de Cuentas, al Consejo de la Radiotelevisión, los que estén ahí lo hagan en nombre, a propuesta, de los partidos políticos en función a su representación parlamentaria. Y en este sentido hago un llamamiento a los tres grandes grupos a que se pongan de acuerdo y estén presentes en esos órganos. Nosotros no estamos, no estamos ni vamos a estar, entre otras cuestiones porque les corresponde a ustedes.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, don Román Rodríguez.

Por el Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, don José Miguel Ruano.

El señor Ruano León: Señor presidente, señorías: buenos días.

Estamos en un debate, en la reproducción de un debate en realidad, con la presentación por parte del Grupo Popular de esta enmienda a la totalidad de texto alternativo, que, como ya señalaba el señor Fajardo, el texto alternativo consiste en la regulación actual, que es la que se trata de modificar, y para que no fuera idéntico se le ha puesto el tema de la condición política de canarios, cosa que aceptamos introducir en la correspondiente ponencia. Por tanto, creo que no era necesaria una enmienda de totalidad de texto alternativo para esta cuestión.

Señora Navarro, como nos han unido responsabilidades de Gobierno y buena relación personal, lo primero que le pediría es que desdramatizara la situación desde el punto de vista político y desde el punto de vista de una relación ordinaria normal entre las fuerzas políticas de este Parlamento. Incluso, en alguna otra ocasión, ha habido debates de otra naturaleza, de otro alcance, de temas que tenemos que defender en Madrid, de temas que tenemos que defender en Bruselas y de alguna manera este problema interno, que nos corresponde a nosotros, que corresponde a esta Cámara resolver, se ha equiparado a temas que requieren compromisos, acuerdos, impulsos, porque se suscitan o se debaten o se tienen que resolver en otros ámbitos o en otras instancias. Por tanto, no dramaticemos el asunto.

Se lo decía el otro día, usted hablaba de temas privados, públicos... Mire, lo que hay, como es lógico, es un diálogo abierto, y debe seguir habiendo un diálogo abierto, con la principal fuerza política de la Oposición. Usted ha citado incluso en su intervención inicial, entre otros me citaba a mí y hablaba del 2008. En el 2008 compartíamos gobierno. Por tanto, yo, que hablaba entonces en nombre del Gobierno, decía, comoquiera que el señor Fajardo, entonces era la oposición parlamentaria y representaba un grupo que aquí tenía 26 escaños -él lo ha expresado-... Pues, mire, la situación ha cambiado. La etapa es distinta y ustedes son hoy el principal grupo de la oposición, pero nadie pretende excluirlos en la designación de los órganos de relevancia estatutaria. Eso es una interpretación unilateral... no quiero emplear el término "falsa", pero es que usted imputa a los demás una presunta falsedad, y yo tengo que decir que es falso. No es cierto, nosotros no queremos excluir la capacidad de propuesta que tiene el Grupo Popular en relación con las instituciones estatutarias o de relevancia estatutaria.

Ya creo que ese asunto lo debatimos en su momento. He señalado en el debate inicial de la toma en consideración de la proposición de ley algunos ejemplos muy claros. Por ejemplo, el más claro, el más próximo, el más equiparable a la regulación que se propone para el Consejo Consultivo, que es la del Tribunal Constitucional. El Tribunal Constitucional, en el ámbito del Estado, tiene una elección por tres quintos. Por tanto, en cada una de las cámaras, los miembros del Tribunal Constitucional se eligen por tres quintos.

Miren, lo más importante sería lograr un acuerdo parlamentario más allá de la regulación legal, mucho más allá de la regulación legal. Si fuéramos capaces, porque después de la ley lo que viene es el acuerdo político concreto. Yo podría entrar sobre el tema del dictamen, cuestionarlo, y además tengo la tendencia, por ser jurista, de meterme en líos de esta naturaleza, pero no es ese el asunto. No es ese el asunto. El asunto es de naturaleza política, como antes se señalaba aquí, y lo que nosotros pretendemos es que no se siga bloqueando, no se sigan bloqueando las instituciones estatutarias o de relevancia estatutaria. Y no queremos hablar de responsabilidad, porque cada uno, en su etapa, tiene una relación, las personas, todos los seres humanos tenemos una relación con el tiempo y antes hicimos una cosa y ahora podemos hacer otra. Siempre debemos intentar mantener la coherencia, eso sí, en nuestras respectivas conductas.

Yo quiero aprovechar esta ocasión... -no he intervenido en el turno en contra, me ha hecho el favor el señor Fajardo, que esa posición en mi caso resulta incluso más comprometida-. Quiero que la relación política desde los grupos que apoyan al Gobierno siga siendo una buena relación política con la oposición parlamentaria y nuevamente le vuelvo a invitar a que entre usted en la capacidad de propuesta que a su grupo le corresponde. Y una cosa muy importante: la decisión de la Cámara es la decisión, de los miembros que se elijan, es una decisión de todos y tenemos que buscar las personas idóneas, cualquiera que sea el origen de la propuesta, para el desempeño de la función estatutaria o de relevancia estatutaria que cada uno de ellos tiene.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, don José Miguel Ruano.

(El señor presidente hace sonar el timbre de llamada a la votación.) (Pausa.)

Ocupen sus escaños, señorías, por favor. Vamos a votar la enmienda a la totalidad presentada por el Grupo Parlamentario Popular a la modificación de la Ley del Consejo Consultivo de Canarias. Comienza la votación (Pausa).

Resultado de la votación: 58 votos presentes, 21 a favor, 34 en contra y 3 abstenciones.

Queda rechazada. Por lo tanto, la proposición de ley continúa su trámite.