Diario de Sesiones 39, de fecha 8/6/2016
Punto 6

9L/PNL-0215 PROPOSICIÓN NO DE LEY, DEL GRUPO PARLAMENTARIO NUEVA CANARIAS (NC), SOBRE LA PRODUCCIÓN DE SAL MARINA ARTESANAL.

La señora PRESIDENTA: Vamos a la siguiente PNL, que versa sobre la producción de sal marina artesanal, proponente el Grupo Parlamentario Nueva Canarias.

Para su defensa, señora Acuña.

La señora ACUÑA MACHÍN: Gracias, presidenta. Buenos días, señorías.

La explotación de la sal marina de Canarias, también conocida como el oro blanco de las islas, empezó a tener importancia a mediados del siglo XVII, cuando se construyen salinas en la costa suroeste de Gran Canaria, al norte y al sur de Lanzarote y Fuerteventura (La señora presidenta abandona su lugar en la Mesa y ocupa la Presidencia el señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández).

En Canarias llegaron a existir 60 salinas, en su mayoría localizadas en las islas orientales del archipiélago. Pero vamos a empezar por las de Fuencaliente, en La Palma; las de Bufadero, Bañaderos, Bocacangrejo, la Florida, Arinaga, Tenefé en Gran Canaria; salinas del Carmen, en Antigua, Fuerteventura; salinas de los Agujeros, en Teguise, y las salinas de Janubio, en Yaiza, Lanzarote, en las que, si me permiten, me voy a detener.

Las salinas de Janubio. La construcción de las mismas comienza en el año 1895 y se concluye aproximadamente en el año 1945. Las salinas de Janubio son las de mayor extensión y las de mayor producción de sal marina artesanal del archipiélago y de Europa. A día de hoy producen entre un millón y medio y dos millones de kilos de sal, frente a los cerca de 10 millones de kilos que producía en sus tiempos más boyantes, en los años 60-70 del pasado siglo. En aquellos años de máxima producción, las salinas tenían aproximadamente 60 operarios, hoy tiene 4 operarios.

Dice Modesto Perdomo, quien lleva trabajando en las salinas de Janubio cuarenta años, y antes lo hizo su padre y antes lo hizo su abuelo Florencio, que el trabajo que supone no solo producir la sal sino el mantenimiento y conservación de las salinas no es, en absoluto, un negocio rentable; se trata de un trabajo a mano, artesanal, sin mecanización, todo se hace a base de rastrilla, palo, pala y cargando carretilla. La producción de sal se hace a través de métodos ancestrales, con técnicas de llenado de agua de bombas de los cocederos, para luego dejarla secar y luego recogerla sin ayuda -repito- de máquinas. Sal marina natural, sin ningún tratamiento químico de ningún tipo. Dijo incluso alguno que es afrodisíaca y que es muy buena para la tensión.

Históricamente las salinas de Janubio han estado ligadas a la pesca, a la industria de salazón y conservas de pescado, y también se dedicaron a la comercialización de salmuera para la conservación del pescado a bordo de las embarcaciones hasta su traslado a puerto.

Hoy en día se comercializa únicamente en el mercado interior de la isla y en el resto del archipiélago canario.

Insisto, invito a los diputados y diputadas a probar la sal marina de Janubio para que comprueben sus efectos positivos.

Por lo tanto, a pesar de la declaración de estos enclaves como espacios naturales protegidos, bien por su interés arquitectónico o bien de interés cultural, por constituir uno de los modelos de intervención humana más ejemplar por su calidad de diseño, adaptación al medio, referente de la historia, valor cultural, respeto a la tradición, el tiempo ha demostrado la insuficiencia de estas medidas, ya que hoy en día apenas quedan en explotación 9 de las 60 a las que antes me refería.

La calidad gastronómica de la sal marina artesanal no se ve reflejada en su consumo, ya que apenas el 8 % de las sales que se consumen en Canarias proceden de las salinas tradicionales que aún continúan en explotación. Esto se ve agravado por lo costoso que resulta su producción y lo difícil que resulta competir con la sal que se produce de forma industrial, con un precio mucho más competitivo en el mercado. Un ejemplo que les puedo poner, muy ilustrativo: un kilo de sal artesanal de las salinas de Janubio cuesta 60 céntimos, un kilo de sal producida de forma industrial cuesta la mitad, 0,30.

El propio Parlamento de Canarias ha aprobado varias resoluciones, que coinciden con las propuestas de las asociaciones de productores de sales marinas artesanales de Canarias. La última fue aprobada en sesión plenaria el 11 de febrero de 2014, declaración de la sal marina como producto agroalimentario con denominación de origen, modificar el arbitrio sobre importaciones y entrega de mercancías en las islas Canarias, de forma que se grave la sal importada en el archipiélago, favoreciendo así la competitividad de la sal marina producida en las islas. Hasta la fecha no se ha hecho absolutamente nada, una muestra más de que aprobamos PNL y luego no se tramitan.

A pesar de los esfuerzos de las administraciones públicas, es necesario que se adopten medidas de apoyo a la producción para impulsar la reactivación de esta actividad tradicional, que hoy se ha convertido más en un atractivo turístico que en una actividad comercial.

Por lo tanto, hablar de las salinas de Janubio, hablar de las salinas artesanales, es hablar de los conceptos más importantes de los que tratamos día a día en este Parlamento, hablar de nuestras salinas es hablar de la defensa del sector primario, de la defensa de nuestro patrimonio, generar valor añadido a nuestros paisajes, a nuestros turistas, es hablar de soberanía alimentaria, es hablar de generación de empleo, es hablar de nuestra cultura, nuestras tradiciones y de parte de nosotros mismos.

La aprobación de esta PNL es un acto de coherencia con lo que defendemos y reivindicamos día a día en esta Cámara.

Y me gustaría concluir con una copla de Víctor Fernández, El Salinero, que dijo: "el día que yo me muera/recen algún padrenuestro/por el alma del maestro/de la industria salinera". Ya Canarias lamentó y lloró la pérdida de El Salinero, espero que en breve no tengamos que llorar el cierre de la producción artesanal de la sal, y con ello certificar la defunción de tan maravillosos paisajes como puede ser, por ejemplo, el de las salinas de Janubio.

Por todo ello, proponemos al Parlamento de Canarias que inste al Gobierno de Canarias a promocionar la sal marina producida en las islas en los medios de comunicación, mediante campañas institucionales, destacando su aportación para la salud, con cargo a los presupuestos públicos; promover pactos con los distribuidores y vendedores del comercio alimentario de las islas para la distribución preferente de la sal marina de Canarias, incluso situándola en un lugar destacado y publicitariamente llamativo en los establecimientos de venta al público; llevar a cabo las medidas necesarias para que los dueños de las salinas puedan beneficiarse del atractivo turístico que genera la actividad de producción de la sal marina artesanal; flexibilizar los trámites para la rehabilitación de las estructuras de las salinas deterioradas; y que, a su vez, se inste al Gobierno de España a que la sal marina artesanal que se produce en Canarias deje de regirse por el régimen minero y pase a considerarse producto agroalimentario.

Nada más, muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señora Acuña.

Esta proposición no de ley tiene enmiendas. La primera enmienda presentada, del Grupo Popular, la defiende el señor Aguiar. Esta enmienda, señor Aguiar, en caso de ser aprobada por el grupo solicitante, tiene una corrección técnica por parte de los servicios jurídicos, que es, en el punto 5, donde dice "instar" cambiarlo por "para que a su vez inste al Gobierno de España".

El señor AGUIAR RODRÍGUEZ: (Sin micrófono).

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Vale, perfecto.

El señor AGUIAR RODRÍGUEZ: Buenos días, señorías. Gracias, señor presidente.

Señorías, subo a la tribuna para defender la enmienda que mi grupo ha presentado a esta proposición no de ley y, como ya el grupo proponente ha manifestado claramente lo que significan las salinas, no solo en nuestra historia, para nuestros temas medioambientales e, incluso, para nuestra economía, y alguna que otra característica o atributo que se le han puesto desde esta tribuna, que yo creo que van a despertar el interés de muchas personas.

Bueno, hablar de las salinas, decíamos, lo ha expresado perfectamente el grupo proponente, que ha hecho un recorrido por lo que supone para Canarias las salinas, lo que ha venido siendo su deterioro de 60 a 9, que fue una industria importante, el patrimonio que nos deja la sal, lo que supone para los canarios..., y yo creo que es una obligación de todos que luchemos por que las salinas salgan adelante y apoyemos con este tipo de iniciativas que sigan perdurando en el tiempo, por su historia, por lo que han aportado y por lo que pueden aportar.

Nuestra enmienda es una enmienda sencilla. Simplemente en el punto cinco, que luego se puede sumar a la que he visto del Partido Socialista y podemos hacer, si sus señorías lo consideran, un punto cinco conjunto, que en el punto cinco, donde hace referencia a "instar al Gobierno de España", nosotros incluimos "que se inste también a la Unión Europea", y lo hacemos porque entendemos, una vez estudiado este asunto, que hay mucho que decir ahí. Y hay mucho que decir porque estamos hablando de productos agroalimentarios y cuando vamos al tratado europeo en el artículo 32, que tiene que ver con productos agrarios, nos remite al título I, en el que hay un listado de lo que son productos agrarios y en ese listado no aparece la sal. Si entendemos que un producto agroalimentario es un derivado de un producto agrario o transformado industrialmente primero tiene que estar dentro de ese listado del tratado internacional como producto agrario. Yo creo que ahí es donde hay que librar una gran pelea. He hecho las consultas oportunas, aquí tengo lo que dice el artículo 32 del tratado y hace referencia a lo que son los productos agrícolas y nos deriva al anexo I del tratado y ahí no aparece la sal.

Por lo tanto, nuestra enmienda lo que pretende es instar al Gobierno de España a que tenga en cuenta nombrarlo producto agroalimentario teniendo en cuenta que es fundamental, y yo creo que es la base de todo esto para poder acogernos a las ayudas europeas, pero antes tenemos que resolver ese problema. Si no estamos en ese listado de productos agrícolas, evidentemente no podemos ser producto agroalimentario y, por lo tanto, hay que dar la batalla en Europa para conseguirlo. Se puede producir aquí el caso del símil de la miel de palma, que interpreta que la miel es lo que proviene de las abejas y la de palma, pues, transformación de guarapo, y no es igual. En este caso, tendremos que dar la batalla para demostrar que es un producto agroalimentario aunque no esté dentro de ese listado.

Nuestra enmienda es entonces en ese sentido, el resto de los proposiciones están yo creo que dentro de la línea de defender e impulsar por parte del Gobierno de Canarias y por las distintas administraciones la lucha de las salinas de Canarias. Y, por lo tanto, nosotros si nuestra enmienda va a ser aceptada votaremos a favor de esta iniciativa parlamentaria.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Aguiar.

Por el Grupo Socialista, también enmendante de la iniciativa, señor Hernández.

El señor HERNÁNDEZ GUILLÉN: Gracias, presidente. Buenos días, señorías.

Es verdad que estamos ante una reivindicación que no es nueva, la señora Acuña hacía un recorrido y yo voy a intentar ahorrarme parte de lo que tenía aquí preparado porque no voy a redundar en la misma idea, pero es verdad que un recorrido y un tiempo que llevamos mucho hablando de este asunto pero sin materializarlo. Es verdad, en esta Cámara en el año 2010 hubo una proposición no de ley que, en cierta medida, venía a plantear algunas cuestiones que hoy aquí se han tratado, y se volvió a incidir en el año 2014, pero, es más, en mi experiencia, en mi etapa de senador en el año 2010, junto con compañeros del Grupo Socialista de Andalucía, llevamos también una moción a la Comisión de Agricultura, precisamente, para hacer la modificación oportuna para que tuviese la consideración de producto agroalimentario, y, por tanto, salir del régimen minero, que en el caso nuestro no tiene ningún tipo de explicación y sobra decir que habría que modificarlo.

Es verdad que durante ese trayecto, pues..., poco se ha ido avanzando en esta materia, pero, desde luego, por parte de mi grupo, que nos parece un tema muy importante, los que venimos de islas, que conocemos, como en el caso de Lanzarote, conocemos muy bien cuál es esa industria minera, conocemos aquellas personas que trabajan el día a día en esos cocederos y recogiendo esa sal, sabemos de qué actividad estamos hablando.

Voy a poner una frase de una moción que presentó también el Grupo Socialista en el Cabildo de Gran Canaria el 23 de julio del año 2014, siendo precisamente hoy quien es nuestra presidenta, Carolina Darias, portavoz del grupo en el cabildo, y que decía así: "Las salinas constituyen un singular ingenio paleoindustrial y un modelo ejemplar de intervención humana por su adaptación al medio, configuración del paisaje y contribución al ecosistema de la biofauna marina y limícola migratoria. Por su condición de zona húmeda poseen también valor añadido como arquitectura, calidad de diseño y tecnología". Me pareció una frase que define muy bien todo el conjunto de lo que estamos hablando. No solo es la actividad extractiva, en torno a eso hay un componente ambientalista y un componente, digamos, histórico también. Por tanto, hay valores que aquí se suman y que deberíamos nosotros también ser capaces de plantear.

El cultivo y la recolección se remontan a la Prehistoria. En el caso de Lanzarote, las salinas de El Río están, bueno, pues desde el siglo XVI, y posteriormente en el siglo XVII y el siglo XVIII, en el sureste de Gran Canaria... En definitiva, todos sabemos que luego el declive de la pesca, la incorporación de nuevas tecnologías, como el frío, la pérdida de valor cultural y gastronómico de la propia sal, ha ido sumiendo el mercado de la sal canaria en un proceso inexorable de decadencia del que todos somos conscientes, y por ello hoy aquí nos motiva nuestra presencia en la defensa de la misma.

De 60 salinas que conocimos en su momento actualmente tenemos 9 que están operativas, que están en activo, y, lógicamente, esa suma y esa resta vienen a indicar que tenemos que adoptar alguna decisión. Ya la propia Asociación de productores de sal marina de Canarias plantea alguna de las soluciones, que espero, además, queden recogidas en esta propuesta.

Como bien decía la señora Acuña, como bien el señor Aguiar también incidió, cuando hemos presentado estas enmiendas lo que hemos hecho es intentar mejorar el texto, la proposición del texto, por eso hemos incorporado una enmienda de adición en el apartado 3, donde añadimos: "destacando la importancia patrimonial e histórica de las salinas, espacios que representan parajes de singular belleza natural y característica de nuestro territorio que es preciso preservar", por tanto, preservación, mantenimiento de la actividad.

En el apartado 5, aquí entra lo que el señor Aguiar, del Grupo Parlamentario Popular, planteaba, que junto con la nuestra venía a decir así: "que se inste al Gobierno de España para que, a su vez, inste a la Unión Europea -en la parte que incorporamos- para que promueva un cambio legislativo para permitir que las salinas dejen de estar encuadradas en el sector de la minería y pasen a formar parte del sector agrícola como producto agroalimentario, de tal manera que pueda acoger el sector a ayudas públicas tanto agrícolas como destinadas a los productos alimenticios", las líneas de ayuda que la Unión Europea también podrá o puede proporcionar en este sentido.

Otro apartado, el número 6, que es una enmienda de adición donde planteamos algún convenio con la Dirección General de Costas para que pueda también coadyuvar en la medida de mantener estas salinas.

Y la última, que sería el punto 7, habla de agilizar los trámites para la obtención de la denominación de origen protegida de la sal marina artesanal canaria como garantía de calidad ante los consumidores. Aquí el ICCA, Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, tendrá mucho que decir, y espero que, además, nos pongamos entre todos, que esta que es la tercera vez que viene a esta Cámara sea la vencida, e intentaremos estar al tanto de que así sea.

Muchísimas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señor Hernández.

El grupo solicitante, Grupo de Nueva Canarias, señora Acuña, para aceptar sí o no las enmiendas.

La señora ACUÑA MACHÍN (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Sí, vamos a admitir las enmiendas, tanto las del Partido Socialista como la del Partido Popular.

Y para la tranquilidad de la Cámara, la próxima sesión plenaria tendrán todos una bolsita de sal de Janubio.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señora Acuña.

Proseguimos con los grupos no solicitantes. El Grupo Mixto, señor Ramos Chinea.

El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señor presidente.

Señora Acuña, yo creo que poco debate queda después de saber las propiedades que tiene esta sal. Lo que si en vez de esperar dos semanas nos la puede adelantar antes mejor.

La producción de sal marina o el cultivo, como les gusta llamarlo a sus productores, conjuga en nuestra tierra no solo antiguas tradiciones sino un producto alimentario de la mejor calidad.

La importancia para el archipiélago de la sal marina...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Señorías.

Perdone, señor Chinea. Señorías, por favor guarden silencio. Gracias.

El señor RAMOS CHINEA: La importancia para el archipiélago de la sal marina fue vital en los pasados siglos, llegando a tener cerca de 60 salinas en casi todas las islas, pero hoy solo hay nueve de ellas.

Estas salinas permiten que en Canarias aún se pueda obtener sal en las islas de La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura y por supuesto en Lanzarote.

Por fortuna, todas están protegidas, ya sea por su declaración como bien de interés cultural, o por su interés como espacio natural, al ser humedales de gran relevancia para las aves. Y cada una de ellas es especial y singular, con distintos modelos de construcción según cada isla y que se han conservado hasta nuestros días, desde las salinas primitivas sobre roca de trazado circular, las salinas antiguas de mortero de cal con tajo de pequeño tamaño, salinas antiguas de barro y tajo sencillo, y las salinas nuevas de barro con forro de piedra y tajo compuesto.

La calidad de su diseño, el valor cultural, el respeto a las tradiciones, además de ser respetuosas con el medioambiente y contribuir a la riqueza cultural y paisajística de las islas Canarias, merecen nuestro reconocimiento y apoyo. Y este apoyo debe ser extensible a las personas que hacen posible que estas tradiciones y el cultivo de la sal pervivan en nuestra tierra. Y si necesitan de un impulso a la comercialización y promoción, debemos dárselo. Desde nuestro grupo obtendrá el apoyo sin duda alguna.

Este impulso también debe tener en cuenta el atractivo turístico, indudable en muchas de estas salinas, y este no es un asunto menor, es importante para sus municipios y los productores, como es también importante que desde el Gobierno del Estado se cambie la regulación que dirige su actividad. Es una manera y concepción de hacer las cosas distintas. Aquí se cultiva la sal, se obtienen diversas sales gruesas y finas, de distinto grano, la salmuera, la flor de sal, e, incluso, distintas sales mezcladas con otros productos. Y de regulaciones estatales que no son sensibles a la realidad de los productos agroalimentarios de Canarias los que somos de La Gomera sabemos bastante. Así que cuente con nuestro apoyo y esperamos no tener que esperar a otra legislatura para que nos hagan caso.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Ramos Chinea.

Por el Grupo Podemos, señor Déniz.

El señor DÉNIZ RAMÍREZ: Señor presidente. Señorías.

Sin saberlo, el Grupo Podemos me encargó a mí que hablara de las salinas, sin saber que yo tengo en mi casa sal de Janubio. Menos mal que ya no es obligatorio comprar sacos de 20 kilos, porque una vez me acuerdo que me llevé en un avión 20 kilos de sal, porque no tenían bolsas más pequeñas; sal de las salinas del Carmen, de Fuerteventura, que conozco perfectamente, y también sal de Tenefé, en la orilla de Tirajana. La de Teneguía también, que se me acabó.

Es decir, que yo la tensión la tengo controlada y de lo otro, pues, tampoco está uno mal.

Creo que las salinas tienen varios problemas. Evidentemente, que no esté declarado producto agroalimentario es casi casi una vergüenza a estas alturas. Creo que en este sentido el ICCA y la Consejería de Agricultura tienen que ponerse las pilas, lo hemos dicho para otros productos, pero es fundamental que en este asunto también trabajemos y presentemos estos proyectos para que sea calificado como un producto agroalimentario. De ahí que uno de los problemas fundamentales, que es su comercialización, se puede hacer pero con mayor garantía. Porque a veces es verdad que no está en los supermercados, no está en las tiendas, no está al alcance de la gente. Un problema que tiene el cuidado del entorno de la sal. Tenemos un problema fundamental porque necesitamos igual que los espacios ambientales un colchón de protección en las salinas. El viento cuando se levanta en esa zona levanta tierra, mancha la sal, y ahí tenemos un problema después también para su comercialización, porque está al aire libre. Entonces, tendríamos que trabajar también esto, el establecimiento de un colchón de protección, con picón u otro tipo de cuestiones, de vallar.

La promoción.

Luego hay una cuestión también que son los museos. Los museos, señorías, porque, por ejemplo, el de las salinas del Carmen está bastante bien, parece que a lo mejor la gestión se puede mejorar un poquito. Porque hay diversos tipos de gestión, algunos son privados, otros de escuela taller que iniciaron un taller de salinero y después, por ejemplo, en Tenefé, ahora han montando una empresa. Me parece que la gestión puede ser diversa, pero, efectivamente, tiene que estar orientada a eso, a que el museo sea básicamente un museo vivo, que no sea un museo muerto, ahondando en este concepto de identidad que se ha establecido aquí muy estático.

Luego sí quisiera llamar la atención sobre una cuestión, y es que por ejemplo en zonas como Tinajo, que ustedes conocen perfectamente, hay familias enteras que históricamente han tenido siempre un lugar en la costa, donde van a buscar la sal, donde se forma ese charco. También tendríamos que tener catalogado como bien patrimonial ese asunto.

En definitiva, entiendo que es necesario modificar su régimen para poderlo comercializar y hacer más propaganda, y en eso el Gobierno canario tiene ahí hay una fuente de empleo.

Y yo también, señorías, tengo una copla de Víctor Fernández Gopar, porque lo he cantado bastante en toda mi andadura humana por estas islas, hay una copla que dice, de Víctor Fernández Gopar el Salinero: "Luchemos por los derechos/ sin cobardía,/ que pobres semos muchos/ hay mayoría".//

Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señor Déniz.

Por el Grupo Nacionalista, señor Cabrera.

El señor CABRERA GONZÁLEZ: No pensaba yo cantar en el Parlamento, pero me han obligado a terminar con una copla yo también.

La sal nuestra es de espuma y es buenísima para curar el queso y para hacer el queso, de lo demás no tengo conocimiento, qué otras propiedades pueda tener, pero les garantizo que a nivel gastronómico está muy cotizada.

Anunciamos el apoyo del Grupo Nacionalista a esta iniciativa, porque, además, es una iniciativa que ha venido en varias ocasiones a este Parlamento. Recientemente se traía también para intentar actualizar la normativa turística y que este tipo de instalaciones ya puedan ser visitadas junto con otras como las ganaderas, agrícolas, para autorizar también que se hiciera extensivo a todo este tema de actividad tradicional, que le tocó a la compañera Nereida defenderlo.

Y, bueno, decirle que para conocimiento de las salinas hay una magnífica publicación del Gobierno de Canarias, que hacen los hermanos Luengo, que además asesoraron en las salinas de El Carmen, que dan una información espectacular.

Creo que con esta propuesta se da un paso importante, sobre todo en lo que es la comercialización y la promoción, un paso clave si queremos poder tirar y que este tipo de patrimonios industriales que quedan en Canarias empiecen a tener una utilidad y vayan más allá. Por lo tanto, nuestro apoyo en esa línea y decirles que como ejemplo sirva, ya que lo ha citado el señor Déniz, el Museo de la Sal de las salinas de El Carmen, que empieza así, con una escuela-taller, se restaura, recuperamos un patrimonio industrial único, aunque ahora hemos restaurado también el de Lobos, y parece que hay restos en Gran Tarajal de salinas, y se empezará a trabajar en ello, pero el museo ha permitido no solo mantener viva una industria sino darla a conocer, sobre todo con programas educativos que hay para los escolares, al mismo tiempo que comercializar y llegar a acuerdos. Hoy se comercializa porque es una sal de espuma, se está comercializando en toda la Península, en Japón y en Estados Unidos, poca cantidad porque es poca, pero en boutiques del gourmet, por la cantidad de propiedades para la gastronomía que tiene. Por tanto, que se considere como producto agroalimentario nos parece muy acertado, que se preparen en este tipo de infraestructuras para que los turistas las puedan visitar creo que da una ayuda importante también, y que no sean museos muertos, y sobre todo la política de los museos tiene que estar muy orientada, en esa parte más pedagógica, a conocer una de las industrias de las que Canarias no ha estado ajena, y la política de comercialización, sin lugar a dudas, de la mano con el Gobierno de Canarias, y, aprovechando los millones de turistas que nos visitan, puede tener una salida muy digna, muy propia de la tierra que se visita, y en el cancionero popular el Viejo Navarro también decía eso de "tengo salitre en la piel", que luego les doy la segunda versión si alguno quiere.

Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señor Cabrera.

Por lo tanto, procedemos a la votación tal y como han pactado los grupos enmendantes y el grupo proponente (El señor vicepresidente hace sonar el timbre de llamada a votación).

(Se reincorpora a su lugar en la Mesa la señora presidenta).

La señora PRESIDENTA: Señorías, votamos en los términos expresados.

Comienza la votación (Pausa).

51 votos emitidos: 51 síes, ningún no, ninguna abstención.

Por tanto, aprobada por unanimidad de los presentes.