Diario de Sesiones 9, de fecha 28/9/2011
Punto 7

· 8L/PNL-0018 Proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sobre colaboración con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para establecer un calendario de vacunación.

El señor presidente: Siguiente proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sobre colaboración con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para establecer un calendario de vacunación.

Con enmiendas también del Grupo Parlamentario Popular y de Coalición Canaria.

Don Manuel Fajardo Palarea tiene la palabra.

El señor Fajardo Palarea: Buenas tardes, señorías.

Estamos en una proposición no de ley, señor presidente, como estaba hablando antes de mi intervención, proposición no de ley que tiene su tramitación clarísima en el Reglamento de la Cámara, con independencia de alguna interpretación que se ha hecho hoy, en el día de hoy, que ha beneficiado a algunos y ha perjudicado a otros, pero seguro que no persiguiendo una mala intención.

El Grupo Socialista Canario trae hoy a esta Cámara una proposición no de ley que encierra una importante, entiendo yo, complejidad técnica y que presenta, si me lo permiten, una cierta importancia. Y decimos que presenta una cierta importancia no porque la misma tenga más o menos que las demás que hemos tratado hoy en este Parlamento, pero hacemos tal afirmación porque creemos que los intereses económicos y sanitarios que subyacen al tema que trata esta PNL superan con creces el alcance y las posibilidades de la misma. Con esta iniciativa queremos que el Gobierno de Canarias sea parte de la solución de una problemática concreta, que afecta a todas las comunidades autónomas y que, a su vez, está poniendo en juego parte de la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario y, por ende, de nuestro Estado del bienestar.

Sin más preámbulos, entro de lleno en el objeto de mi intervención, dando por supuesto que, como es obligación de sus señorías, se han leído todos el texto de la proposición no de ley.

Cuando las madres y padres acuden por primera vez a sus centros de salud con sus hijos recién nacidos, los médicos y enfermeros de Pediatría les informan de en qué consiste el calendario de vacunación que se les va a aplicar a sus hijos. Les hablan de en qué consisten las vacunas, cómo se van a ir administrando, etcétera. Además, en muchos casos -y les aseguro que la casuística es muy elevada-, informan a los padres y a las madres de una serie de vacunas que no están cubiertas por el Servicio Canario de Salud pero que recomiendan administrar a sus hijos. Ya tendremos ocasión de tratar en esta legislatura sobre la conveniencia o no de esta recomendación. Lo que sí es cierto es que muchos padres y madres deciden acudir a una farmacia y comprar todas o algunas de las vacunas que les ha recomendado el pediatra. En otros muchos casos, sin embargo, los padres y madres, aunque quieran seguir la recomendación de sus pediatras, no pueden, porque las circunstancias económicas de la familia no se lo permiten.

Esta situación es precisamente la que tratamos de combatir con nuestra iniciativa, porque las cuestiones de salud, máxime cuando vienen referidas a la salud pública, no pueden estar sometidas a cuestiones económicas sino a criterios estrictamente médicos.

Cuando esta iniciativa se presentó, es cierto que no se habían aprobado determinadas leyes. Y aquí surge la cuestión: ¿cómo se decide qué vacunas deben administrarse y qué vacunas no?; y además, ¿quiénes van a financiarlas, el Estado, las comunidades autónomas o los padres? Las vacunas que cuentan con financiación estatal son aquellas que están comprendidas dentro del catálogo de servicios sanitarios, decidido en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Este catálogo de servicios sanitarios es común a todos los usuarios de todas las comunidades autónomas. A su vez, con cargo a sus propios recursos, y dentro del marco de sus competencias, las comunidades autónomas pueden ampliar este catálogo de servicios en sus sistemas sanitarios y, dentro de estos, pueden -y de hecho algunas ya lo han hecho- ampliar el catálogo de vacunación. Pero, es más, no solo pueden decidir si amplían o no el catálogo de vacunación, pueden también establecer su propio calendario de vacunación, de acuerdo a sus propios criterios.

Esto ha provocado que en España coexistan numerosos calendarios de vacunación. Esto, que de por sí no debería suponer un problema, en la práctica ha devenido en un cierto desconcierto en la población a la hora de acudir a recibir sus vacunas. Los colectivos en riesgo, como son los niños y ancianos, se preguntan: si esta vacuna no me la ponen en esta comunidad, ¿por qué sí la recibo en esta?; o la comunidad equis me aplica una dosis de esta vacuna y la otra comunidad me aplica tres dosis.

Pero además surge otro problema, y es que se ha detectado que los sistemas sanitarios autonómicos y las sociedades científicas, que son las que hasta ahora hacen las recomendaciones, son -podríamos decirlo así- más permeables a las presiones de las empresas farmacéuticas de lo que podría ser el sistema estatal.

Conscientes de este y otros problemas, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó, en marzo del 2010, el Pacto por la Sanidad. Este acuerdo contempla la creación de un calendario de vacunación único y de un sistema de actualización del mismo, que contemplará exclusivamente criterios de efectividad y de evidencia científica. Para la creación de este calendario único, se encargó la ponencia de Programas y Registro de Vacunaciones, que está a punto de ser aprobada.

Por eso, conscientes de que la solución a medio y largo plazo sobre la problemática planteada pasa ineludiblemente por el establecimiento del calendario único, planteamos la primera parte de nuestra proposición no de ley, en los términos que ustedes conocen y que yo repito: "el Parlamento de Canarias insta al Gobierno de Canarias a mantener el marco de colaboración con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en aras a establecer, dentro del marco de sus competencias, un calendario de vacunación único y un sistema de actualización del mismo en el que prime la evidencia científica y criterios de efectividad".

La segunda parte de nuestra proposición no de ley pasa por tratar de dar una solución en el corto plazo, en tanto en cuanto no contemos con un calendario único a la problemática planteada. En este sentido partimos de la base de que las recomendaciones relativas a vacunas infantiles no financiadas que realizan los especialistas en Pediatría parten a su vez de las recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.

Además tenemos en cuenta que las disponibilidades presupuestarias son las que son. Por eso planteábamos al Gobierno de Canarias la búsqueda de algún mecanismo para tratar de financiar algunas de las vacunas recomendadas por la Asociación Española de Pediatría a las familias con menos recursos que así lo decidieran. No obstante, la portavoz de Coalición Canaria me ha hecho llegar -es adelantarme a la fijación de posición- una serie de observaciones sobre cómo articular esta medida temporal, que a su vez han plasmado en unas enmiendas que creo que son correctas, luego explicaré el porqué. Por ello, una vez se expliquen en la Cámara las observaciones que me han planteado, explicaré la postura de mi grupo sobre las mismas. Sobre la de Coalición Canaria y sobre las presentadas por el Partido Popular. Yo les agradezco a ambos grupos la presentación de enmiendas, con independencia de lo que vaya a decir en la segunda intervención, porque yo creo que cada vez que se presenta una enmienda no es fruto de una casualidad, no es fruto de la ocurrencia de un diputado o una diputada, sino que conlleva un trabajo que debe ser respetado por los grupos que presentamos las proposiciones no de ley, con independencia de que podamos discrepar en la forma o en el fondo o en el contenido de esas enmiendas. Por tanto, dejo para la segunda intervención la fijación de posición sobre estas enmiendas.

Y desde luego, yo no sé si serán diez o tres minutos, pero seguro que no voy a agotar ni los diez ni los tres minutos que se han venido dando, depende del grupo que haya comparecido en el día de hoy en esta Cámara.

El señor presidente: Muchas gracias, don Manuel Fajardo.

Para la defensa de la enmienda del Grupo Parlamentario Popular, doña Milagros Bethencourt.

La señora Bethencourt Aguilar: Señor presidente. Señoras y señores diputados.

Hoy estamos aquí debatiendo una proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista que, a juicio de mi grupo, va directamente en contra de los criterios de equidad e igualdad que rigen la sanidad pública. Señorías, todos estaremos de acuerdo en que la vacunación ha sido y es una de las intervenciones de la sanidad pública para salvar vidas y promover la buena salud. La prevención y en especial la vacunación contra las enfermedades infecciosas han logrado controlar casi absolutamente estas patologías, tanto en nuestro país como en la mayoría de los países desarrollados. Todos, con el paso del tiempo, hemos ido aceptando este proceso como un método eficaz para la protección de los seres humanos contra las enfermedades epidémicas graves, de tal manera que hoy desde ninguno de los ámbitos de la sociedad se discute que la vacunación de los niños y mayores es algo natural y necesario.

Por eso, señorías, es difícil de entender que el mapa de inmunizaciones en España, tanto en edades como en enfermedades seleccionadas, refleje un panorama caótico al tener tantas diferencias como autonomías existen. Algo que para cualquier especialista en esta materia, además de desacertado y muy discutido, crea confusión y desigualdad en el acceso a las vacunas. Y es que, señorías, cuando hablamos de sanidad pública deben imperar solo la razón y el conocimiento. En mi grupo parlamentario no dudamos de que los 19 calendarios vacunales que existen en España en la actualidad cumplen con las pautas que recomienda el Consejo Interterritorial de Salud, pero sí creemos que esas normas, además de ser solamente recomendaciones y, por tanto, no son de obligado cumplimiento, son excesivamente amplias y difusas. Lo que ha originado con su aplicación una falta de cohesión y de equidad en el sistema sanitario.

Y es precisamente en esto, señorías, en lo que incide su iniciativa. La proposición no de ley que ha traído al Pleno de esta Cámara ahonda en esta diferenciación, aumenta el gasto, además de ser confusa e injusta. Confusa, porque insta al Gobierno de Canarias a realizar algo que ya está haciendo, espero, a no ser que el Gobierno tenga previsto dejar de pertenecer y colaborar con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y no esté de acuerdo con establecer un calendario de vacunación único actualizado en función de la evidencia científica y con criterios de efectividad. Todo ello, como usted muy bien sabe, cuando tenemos en Canarias una de las tasas de cobertura vacunal más altas del país, lo que responde a la gran confianza que los canarios tenemos en la estructura actual de vacunas de nuestro sistema sanitario.

En unos tiempos difíciles en los que todos tenemos que apretarnos el cinturón, plantea usted una iniciativa que aumenta el gasto, introduciendo cuatro nuevas vacunas que no están incluidas en el catálogo de servicios nacionales y, por tanto, no están financiadas por el Servicio Canario de Salud. Añadir las vacunas contra el neumococo, contra el rotavirus, contra la varicela y contra la hepatitis A la lista de vacunas financiadas por el Servicio Canario de Salud supondría, como poco, un incremento de la factura sanitaria, según sus propios cálculos, de unos 15 millones de euros anuales.

Además usted propone, usted plantea en su propuesta, como ya avancé en el inicio de mi intervención, romper con los criterios de equidad, igualdad y universalidad que rigen la sanidad pública española. Cuando dice -y cito textualmente- "articular medidas para que determinados padres y madres que están atravesando por dificultades económicas y que tengan reconocidas las mismas por alguna resolución administrativa, puedan acogerse a algún tipo de bonificación o financiación por parte de la comunidad autónoma para hacer frente al pago de estas vacunas", se me ocurren algunas cuestiones: ¿qué está usted planteando realmente?, ¿qué pasa con el resto de padres que sí tendrían que pagar por esas vacunas?, ¿en qué lugar queda la universalidad y la gratuidad de la sanidad pública canaria? Abierto este peligroso camino, ¿dónde ponemos en el futuro el listón de quién tiene que pagar por unos medicamentos y quién no? Porque si un segmento de la sociedad canaria puede hoy pagar por unas vacunas, es posible que no puedan pagar por otros medicamentos. Creo, sinceramente, que, sin haberlo usted pretendido, de aprobarse esta iniciativa tal y como la ha planteado, está sentando un peligroso precedente, permitiendo que entre por la puerta de atrás una especie de copago en la sanidad pública canaria.

A estas alturas creo que es evidente que con la actual redacción el Grupo Popular no va a apoyar que esta iniciativa salga adelante. Pero como nuestra discrepancia es más en la forma que en el fondo de la cuestión, le hemos planteado una enmienda de sustitución, que en nuestra opinión no debe tener ningún reparo en aceptar. Con ella pretendemos, en un primer punto, simplificar y unificar su propuesta, instando al Gobierno de Canarias a promover, en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se apruebe, a la mayor brevedad posible, un calendario vacunal único, de obligado cumplimiento en todo el territorio nacional, basado en estudios epidemiológicos, en la evidencia científica, en criterios de coste-efectividad y con plena garantía de financiación pública.

Como usted mismo ha señalado, el Consejo Interterritorial, en su reunión del 18 de marzo del año pasado, acordó adoptar una serie de medidas a corto plazo en materia de calidad, equidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud. Dentro de estas medidas, se encontraba la aprobación de un calendario vacunal único para toda España, decisión esta que celebra el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, para evitar desigualdades en la protección de la salud mediante la vacunación. En este calendario único que Sanidad pretendía cerrar a finales de este año y poner en marcha en el 2012 se encuentran dos de las vacunas que usted incluye hoy: la del neumococo y la de la varicela. En ambos casos me consta que ya están listos los estudios de coste-efectividad, así como los estudios epidemiológicos unificados, por lo que las negociaciones con las comunidades autónomas son cuestión de tiempo. Ese, señoría, sería el momento, si el Gobierno de Canarias lo considera oportuno, de incluir las otras vacunas que usted propone.

En el segundo punto instamos al Gobierno a utilizar el sistema de central de compras para la adquisición de vacunas, en la línea de lo dispuesto en el Real Decreto 8/2010, de 20 de mayo, en el que se adoptaron medidas extraordinarias para la reducción del déficit público.

Señoría, ambos perseguimos lo mismo: mejorar la protección de nuestros niños y mayores, aumentando, si los expertos lo consideran necesario, el catálogo de vacunas, pero creo, sinceramente, que el texto propuesto por el Grupo Popular consigue este fin, sin aumentar el gasto ni poner en riesgo los criterios de calidad, equidad, universalidad y cohesión de nuestro Sistema Nacional de Salud.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, doña Milagros Bethencourt.

Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, doña María del Mar Julios, para la defensa de su enmienda.

La señora Julios Reyes: Muchas gracias, señor presidente. Buenos días.

Pues tomo otra vez la palabra, señorías, para trasladar la posición de nuestro grupo sobre esta proposición no de ley, que apoyamos en su primer apartado, en el que refuerza la importancia de mantener la cohesión -y volvemos al debate anterior-, la cohesión del Sistema Nacional de Salud y, cómo no, en una de las herramientas fundamentales de la salud pública, como es el calendario de vacunas. Y traslado la enmienda presentada, que es una enmienda de sustitución al segundo punto de su proposición no de ley.

Señorías, por muchas razones de carácter técnico-epidemiológico, en un mundo globalizado, donde, pues, las fronteras casi no existen para nada, no existen para las personas, no existen para las enfermedades y no existen para los microbios, es decir, para las enfermedades infecciosas, desde luego que es absurdo que cada comunidad autónoma...; yo diría aún más, que Europa en su conjunto no tenga un único calendario vacunal.

La vacuna tiene un efecto de inmunidad que no es solo la individual, sino la inmunidad de grupo, que es la que hace que sea rentable, que nos gastemos el dinero para universalizar el uso de una vacuna. Con independencia de que se tenga renta o no para pagarla, el efecto como medida estratégica de salud pública no solo es la inmunidad individual sino la inmunidad de grupo que se genera. Y en este sentido, Canarias es de las comunidades autónomas con una mayor cobertura vacunal y en ese sentido España es de los países en el mundo que tienen una mejor cobertura vacunal, y eso nos tiene que hacer sentir a todos orgullosos.

Desgraciadamente, en España se ha llegado incluso a trasladar la diferencia en posiciones políticas partidistas al debate del calendario vacunal, señorías. Y ahora mismo no hay 17 calendarios vacunales, hay uno: el que se aprobó en el Consejo Interterritorial del 2007, y hay tres comunidades que han decidido unilateralmente poner otras vacunas fuera del consenso. Y, señoría, lo tengo que decir porque lo viví en primera persona en el Consejo Interterritorial: las tres, del PP; las tres, del PP. Si lo han retomado y han vuelto al consenso, bienvenido sea.

No es mi intención hablar del pasado, insisto, nos jugamos mucho con el servicio público sanitario y con la cohesión. Vamos a hablar del futuro y yo creo que todos estamos de acuerdo, señoría, en que se presente un único calendario vacunal y vuelvan todas las comunidades autónomas y todos los partidos políticos en el ámbito estatal... Y lo digo porque, desde luego, hay que predicar con el ejemplo y puedo decirlo porque los representantes del Gobierno de Canarias nunca se han levantado de un Consejo Interterritorial, señoría, aunque en esta Cámara algunos partidos políticos, unas veces del PP y otras veces del PSOE, no han estado de acuerdo. Yo creo que eso no se puede permitir en lo que es el foro por excelencia de la dirección del Sistema Nacional de Salud, que más allá del Ministerio de Sanidad, gobierne quien gobierne en España, es el Consejo Interterritorial, y ahí nos debemos lealtad institucional para tomar las medidas que consideremos más oportunas.

Por eso, señoría, planteamos una enmienda, en la línea de que se aceleren los trabajos de la revisión del actual calendario vacunal, porque ya hay una ponencia, como bien se ha dicho por el portavoz socialista, una ponencia de Programas y Registro de Vacunas, que ha concluido, que tendrá que ser aprobada en la Comisión de Salud Pública, que me imagino que será después del 20 de noviembre, para que después vuelva al Consejo Interterritorial, y ahí es donde todos, incluido -y es la otra parte de la enmienda-, lógicamente el Gobierno de Canarias se tiene que comprometer a poner en marcha lo que se decida en ese Consejo Interterritorial, el de Canarias y el de las comunidades restantes también deberían hacer lo mismo.

Pero quiero llamar la atención, señorías, porque, como bien dijo también el portavoz, después de que se registró por su parte esta iniciativa, hay una ley nueva en España, la Ley General de Salud Pública, que se aprobó en el último Pleno del Congreso de los Diputados, que no es la Ley General de Sanidad, que no es la Ley de Cohesión, es una Ley de Salud Pública. Y quiero resaltar algunos aspectos que me parecen importantes, señorías, ya que tengo tiempo, porque creo que de estos temas tendremos que seguir hablando largo y tendido, que es que en esa ley se aclara y se posiciona la Administración, de forma que toda medida de salud pública debe estar basada en el conocimiento, y que además en España hay suficiente conocimiento para poder pedir o para poder disponer las recomendaciones sanitarias de salud pública que consideremos oportunas. Y digo esto porque reclamo la independencia de los poderes públicos para tomar decisiones basadas en la evidencia científica y en la defensa del interés general. No puede ser que sean los intereses económicos de la industria farmacéutica, de las multinacionales, que ni están radicadas en España, las que tomen las decisiones estratégicas de salud pública en el ámbito nacional y, diría aún más, las que las están tomando en el ámbito internacional. En este sentido, esta ley es importante, y es importante que nos la tomemos en serio todos después del 20 de noviembre y antes por supuesto también.

La ley dice, en el capítulo III, que deben abordarse las obligaciones de las administraciones públicas, estableciendo mecanismos para lograr que las actividades de tipo científico y asesoramiento en materia de salud pública no estén sesgadas por el interés ajeno a la salud de la población y al bien público y sean independientes, y se refuerce con ello la confianza de la población en la autoridad sanitaria y en sus recomendaciones de salud pública. La autoridad sanitaria no son las sociedades científicas. Hemos luchado mucho en este país para que las sociedades científicas, por ejemplo, no decidan el número de especialistas que se tenían que formar en nuestro país, que ha ocasionado el embudo que hoy tenemos. Hemos luchado mucho. Claro que es una voz cualificada y una voz que hay que tener en cuenta, pero la decisión estratégica en política sanitaria la tienen que decidir democráticamente quienes los ciudadanos han puesto para que tomen esa decisión, asesorados con técnicos independientes a la hora de tomarla, por supuesto.

También planteo en este sentido la enmienda a la segunda parte, señoría, porque esta ley establece algo que me parece fundamental, que es el derecho a la igualdad. Dice: "todas las personas tienen derecho a que las actuaciones en salud pública se realicen en condiciones de igualdad", sin tener en cuenta ni dónde nació ni el origen étnico ni el sexo ni la religión ni la convicción ni la opinión ni la edad ni la discapacidad, en fin, ni tampoco la circunstancia personal o social. Eso, para todas las medidas de salud pública, y yo digo, desde un punto de vista epidemiológico, cuanto más para las vacunas, porque es que si no no sirve. Si vacunamos en función de la renta, tampoco sirve, porque la inmunidad de grupo no se puede desarrollar, con toda seguridad, de esa forma. Por lo tanto, no podemos discriminar según la renta. Y en este sentido, por ejemplo, el rotavirus ya de por sí solo, no lo tiene ninguna comunidad autónoma en el calendario vacunal, y solo ya costaría más que todo lo que nos gastamos en las vacunas actualmente, y no parece que el consenso vaya por ahí. Por eso yo reclamo el consenso en este sentido.

Y solo un último apunte que me parece oportuno recordar. ¿Recordamos todos la paranoica situación con la epidemia de Gripe A, señorías, y el Tamiflu? ¿Se acuerdan, eh? Pues el Medical British Journal ya ha dicho, y además la Comisión Europea, que se desconfía muy mucho de las decisiones tomadas por la OMS, a través de un informe técnico, que obligó a todos los países a gastarse 6.000 millones de dólares, o 4.500 millones de euros, para que compráramos todos Tamiflu. En España se compraron 13 millones de dosis de Tamiflu, señorías, porque cada comunidad autónoma decía "y yo más, y yo más, y yo más, y yo más". Y al final solo se pusieron 2 millones de dosis. ¿Y el resto del dinero público dónde fue a parar? No digo dónde para no asustar a nadie. Pero ¿dónde fue a parar? Desde luego se perdió la oportunidad de dedicar ese dinero a otras muchas necesidades en el sistema sanitario.

Por lo tanto, las decisiones técnicas tienen que ser independientes y quien tiene que tomar las decisiones en este país es la autoridad sanitaria, que está respaldada por el poder político y no por otro poder económico.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, doña María del Mar.

Vamos a, don Manuel Fajardo, efectivamente, no es preciso, a pesar de lo que usted diga, las interpretaciones de...; pero sí es cierto, son los tiempos los que no están establecidos, pero me parece que no debe tener menos, no debe tener menos que los grupos que no han enmendado. Entonces tiene cinco minutos, pero esto lo tendremos que aclarar, efectivamente.

El señor Fajardo Palarea: Buenas tardes, nuevamente, señorías.

Como dije en mi primera intervención, agradezco muchísimo, uno está siempre aprendiendo cosas nuevas, las aportaciones de los enmendantes, tanto del Partido Popular como de Coalición Canaria, aunque no pueda compartir determinadas valoraciones que ha hecho usted sobre lo que se pretende con la presentación de esta proposición no de ley por parte del Partido Socialista.

No voy a entrar a discutir sobre el tema de la universalidad y del copago, porque podríamos iniciar un debate que nada tiene que ver con esta PNL, pero podríamos remitirnos a otras comunidades autónomas donde sí se está hablando de copago y donde se está poniendo en discusión el tema de la universalidad de la sanidad pública.

Le agradezco muchísimo su aportación, la aportación del Partido Popular, y agradezco muchísimo la aportación de Coalición Canaria. De hecho, la aportación que me ha hecho la señora Julios a través de su enmienda de sustitución al segundo de los apartados viene a coincidir con usted, con diferente tono, lógicamente, de Oposición al grupo que apoya al Gobierno, pero consisten prácticamente en lo mismo. Por tanto, señora Julios, como le adelantaba en mi primera intervención, entiendo que sus observaciones son correctas, que por tratar de dar una solución, lo reconozco, en el corto plazo, podemos plantear o alentar un problema mayor, que no es otro que dificultar la aprobación del calendario único por parte del Consejo Interterritorial, y por ello aceptamos su enmienda de sustitución de nuestro párrafo segundo en los términos que ha planteado. Y le anuncio también que vamos a votar a favor, bueno, vamos a aceptarle la enmienda, y lo hacemos porque creemos que es preferible acelerar la solución definitiva que adelantar una temporal, como usted bien dice, en esa enmienda de sustitución en el punto 2.

Además, también le anuncio, señora Julios, que aceptamos la enmienda de adición que han presentado y que, por tanto, entendemos debe votarse junto con la proposición no de ley. Y ello porque, como ya expuse en mi primera intervención, el Gobierno de Canarias, dentro del marco de sus competencias, goza de un amplio margen de maniobra en la aplicación del calendario único y entendemos que desde este momento el Parlamento de Canarias debe exigir al Gobierno un compromiso en su aplicación, así como esperamos la misma actitud colaboradora del resto de gobiernos autonómicos.

En cuanto al resto de enmiendas presentadas, doña María... doña Pilar...

El señor presidente: Milagros, Milagros.

El señor Fajardo Palarea: ...decirle que no vamos a admitir la primera de sus enmiendas, porque es, con la enmienda de la señora Julios, es prácticamente lo mismo. Aceptamos la de Coalición, no podemos aceptar la suya.

Y en cuanto a la segunda parte de su enmienda, la verdad es que esperaba encontrar la justificación del porqué de hacerlo a través de la central de compras, pero el problema es que en su intervención no lo ha justificado en debida forma. Por tanto, se la tengo que rechazar.

El señor presidente: Muchas gracias.

Don Román Rodríguez, fijación de posiciones.

El señor Rodríguez Rodríguez: Señorías, ahora sí creo que el procedimiento parece más coherente: primero escuchar a los proponentes, luego a los enmendantes y luego posicionarse sobre el debate final, ¿no?

Este debate está muy relacionado con el anterior. No tengo ninguna duda sobre la influencia del mercado y de los productores de bienes y servicios sobre las decisiones que toman, el Sistema Nacional de Salud no, los gobiernos. No tengo ninguna duda y el ejemplo de la Gripe A es un buen ejemplo de quién manda aquí, ¿no? Es habitual en el sistema económico internacional primero producir los bienes y servicios y luego generar la demanda, y los sistemas de salud son un excelente ejemplo de la historia de que esto es así. Yo tengo algunos librillos que leía de muchacho, cuando nos formábamos en estas lides de la sanidad pública, que todavía conservo, que ponen ejemplos reiterados de cómo la industria de este ámbito, que después de la industria armamentística es la que más beneficio y peso específico tiene en la economía internacional, imponía a los sistemas sanitarios tecnologías, técnicas, procedimientos en función de los intereses económicos de los productores y nunca en favor de la salud colectiva. De manera que está llena la bibliografía de citas y documentaciones en este sentido. Lamentable, la última la escandalosa posición de la Organización Mundial de la Salud frente a la llamada Gripe A. Por lo tanto, va a ser difícil que desde aquí nos zafemos de eso, pero de entrada me parece que la posición intermedia que proponen es razonable.

Creo que el calendario vacunal tiene que ser único, tiene que estar decidido por los poderes públicos, tiene que estar basado en la evidencia científica y, por lo tanto, me parece que... Además en esta situación no está el horno para bollos tampoco, ¿no?, para generar nuevas prestaciones, si encima no están absolutamente garantizadas su eficacia y su financiación. De manera que aquí estas cuestiones me parece que debemos considerarlas siempre, pero ahora más, de manera que no pongamos en cuestión lo principal, que son las prestaciones determinantes y básicas, insustituibles y claves para la salud colectiva, ¿no?

Y en materia de salud pública, los Estados más liberales del mundo diferencian la asistencia sanitaria de la salud pública, con una inteligencia basada en la seguridad nacional; es decir, en los Estados Unidos de Norteamérica el sistema de salud pública, que ese sí que está financiado públicamente por razones de seguridad, invierte ingentes cantidades de dinero, porque los asuntos de la salud pública son de carácter colectivo, no tienen fronteras. Lo de las prótesis y lo de los trasplantes sí, pueden ponerles prótesis y trasplantes solo a los ricos, ¿no?, pero lo de los virus, las bacterias y demás microorganismos no, esto no está controlado por ahora, de manera que es fundamental que la salud pública esté en manos de los poderes públicos.

Que las decisiones estén basadas en la evidencia científica. Que tengamos cuidado con los informes incluso de coste-efectividad, que también hay tela en este asunto, o con los ensayos clínicos, que también hay tela en este asunto, pero me parece que lo más sensato en el calendario vacunal es esperar a que la actualización la haga el órgano que coordina los distintos sistemas de salud del Estado español, en ese órgano responsable de esa coordinación, y que este se haga con el máximo rigor, por razones científicas, por razones económicas y porque nos parece que la igualdad también hay que garantizarla siempre, pero en estas prestaciones de salud pública de manera clara. Y esperar que entre todos seamos capaces de poner coto, en estas y en otras materias, a los que por encima de nosotros y sin legitimidad toman decisiones a veces que nos corresponden a los representantes del pueblo.

El señor presidente: Muchas gracias, don Román.

Don Manuel Fajardo, exclusivamente, a efectos de ver cómo quedan los puntos ordenados, al incorporar una enmienda del Grupo Nacionalista. Como usted propuso votarlos juntos, pues, en una sola votación, lógico... (El señor Fajardo Palarea solicita intervenir.) ¡Ay, perdón, perdón, que no me había dado cuenta!

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Como ayer dijo que los portavoces no teníamos ni que apretar el botón, pues, yo di por supuesto que podía hablar.

El señor presidente: Tiene razón. No es necesario que nos estemos corrigiendo permanentemente.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): No. Después nos critican, después nos critican, don Antonio.

El señor presidente: A mí también, a mí también.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Decirle que con respecto a la PNL, obviamente, el primer punto, al rechazarse la enmienda del Partido Popular, queda igual. El segundo punto sería una enmienda de sustitución, que se acepta, de Coalición Canaria, y quedaría con un tercer punto, que es la segunda enmienda de Coalición Canaria, que es la enmienda de adición, rechazándose el segundo punto de la enmienda del Partido Popular.

El señor presidente: Yo creo que es más fácil. El 1 de su enmienda, perdón, de su propuesta, queda...

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Claro.

El señor presidente: No, claro no, lo tengo yo que entender. Aunque sea yo un poco torpe, pues, usted me ayuda.

El 1 queda el suyo. ¿En el 2 cuál va?

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): El 1 queda igual.

El señor presidente: Sí.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): El 2 queda sustituido por la enmienda primera de Coalición Canaria y quedaría un 3, que sería...

El señor presidente: La enmienda primera, que está numerada con el número 2.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Exacto.

El señor presidente: Bien. Por eso le estaba preguntando, porque está numerada con el punto 2.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Claro. Y ahora quedaría un punto tercero dentro de la PNL, que sería la enmienda de adición de Coalición Canaria, y se rechazan las dos enmiendas del Partido Popular.

El señor presidente: Sí. Sí, no, las del Grupo Parlamentario Popular sí le entendí que las rechazaba.

El señor Fajardo Palarea (Desde su escaño): Gracias.

El señor presidente: Bien. Entonces todos hemos entendido.

Señorías, vamos a votar la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sobre colaboración con el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para establecer un calendario de vacunación, con, bueno, la propuesta que ha hecho el propio grupo, con las enmiendas incorporadas del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, de sustitución en un caso y de incorporación de otras. De acuerdo.

Comienza la votación, señorías (Pausa).

Resultado de la votación: 34 votos a favor, ninguno en contra y 18 abstenciones.

Señorías, queda aprobada.

Muchísimas gracias.

Hasta el próximo Pleno. Buenos días.

(Se levanta la sesión a las trece horas y treinta y un minutos.)