Diario de Sesiones 55, de fecha 23/10/2012
Punto 26

· 8L/C-0620 Comparecencia del Gobierno -consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial-, instada por el Grupo Parlamentario Popular, sobre anteproyecto de Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Pasamos a la siguiente comparecencia, señorías -como dijimos antes, habíamos alterado el orden del día-, la comparecencia número 620: del Gobierno -consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial-, instada por el Grupo Parlamentario Popular, sobre anteproyecto de Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias.

Para la presentación de la comparecencia, don Miguel Jorge Blanco, por tiempo de cinco minutos tiene usted la palabra.

El señor Jorge Blanco: Gracias, señor presidente.

Seré muy breve.

Señor consejero, el Grupo Parlamentario Popular ha presentado esta comparecencia con la intención de que usted venga a este Parlamento y explique cuáles son las líneas maestras del proyecto de Ley, o anteproyecto de Ley, de Renovación Turística.

Hemos hablado en otros momentos, con usted en este Parlamento, de incentivos turísticos, por ejemplo, de manera singular y particular, pero hoy quiero, señor consejero, que con esta comparecencia nos explique de manera más pormenorizada las características de la nueva ley, cuál es el calendario previsto que tiene el Gobierno para el proyecto, cuáles son los objetivos que se marca el Gobierno con la puesta en marcha de la nueva norma. Una norma, señor Berriel, que puede estar muy bien si bien se hace la ley y, si no, se podría convertir, señor consejero, en un nuevo parche a la legislación autonómica de carácter turístico y de carácter territorial, que desde luego no quiere nadie. Me imagino que el Gobierno, no; nosotros, desde luego que tampoco.

Es cierto que desde la presentación de mi iniciativa en el Registro del Parlamento hasta la discusión en el día de hoy el Gobierno aprobó ya el anteproyecto en el Consejo de Gobierno, anteproyecto que ha sido remitido al Consejo Consultivo para su informe, y estamos a la espera de su entrada en el Parlamento para su discusión. Algo hemos conocido ya por lo que usted ha expuesto ante los medios de comunicación y ante los distintos sectores afectados y, francamente, le he de decir que al Grupo Parlamentario Popular no le gusta mucho. Es un proyecto que, a nuestro juicio, no innova y no legisla para atacar el principal problema que tenemos hoy en Canarias, que es el empleo. Mantiene, además, determinados anacronismos que sería bueno rectificar en el trámite, bien del propio Consejo de Gobierno o bien en el Parlamento.

Señor consejero, con esto termino. Esperamos con mucha atención su intervención para después replicarle en mi segunda intervención.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.

Por parte del Gobierno, el señor consejero de Obras Públicas, don Domingo Berriel, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.

El señor consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial (Berriel Martínez): Señor presidente. Señorías.

El hoy ya proyecto de ley -ha sido, efectivamente, aprobado en el Consejo de Gobierno celebrado ayer y remitido a esta Cámara; por tanto, a partir de ahora, señorías, ya está aquí- deberá ser a partir de ahora objeto de los trabajos parlamentarios, por lo que podría resultar ocioso en este momento debatir en relación a su contenido, sobre el que tendremos ocasión de profundizar en tiempo y forma reglamentadas para el procedimiento parlamentario. No obstante, en atención a lo solicitado en esta comparecencia, hemos de exponer algunas consideraciones sobre los objetivos y estrategias seguidas en la norma.

Las islas Canarias se enfrentan al complicado reto de mantener y mejorar su posición como destino turístico de éxito y de referencia internacional en un escenario de progresiva complejidad y en un entorno creciente de una intensa competitividad. Es un hecho de unánime reconocimiento el deterioro, obsolescencia y pérdida de competitividad de gran parte de las estructuras del sector, de otro lado extensivo o saturado en muchas partes del territorio. Por ello este proyecto de ley tiene como objeto la rehabilitación, modernización de las urbanizaciones, núcleos y productos turísticos de Canarias, mediante la renovación y diversificación de su oferta, la especialización de usos y la modulación del crecimiento de la planta turística.

Esta norma procura solucionar problemas del sector, como son, por ejemplo, el necesario equilibrio entre la oferta y la demanda, el irremplazable consumo de suelo, la obsolescencia de los establecimientos turísticos, la mezcla... -sí, va a tener todo el tiempo del mundo-, la obsolescencia de los establecimientos turísticos, digo, la mezcla de los usos que se dan a los mismos, los problemas de tramitación de las autorizaciones, tanto derivado de la carencia o inadecuación del planeamiento como de la dispersión de competencias, lentitud o complejidad de procedimientos autorizatorios, la regulación de nuevas figuras de estructuras turísticas demandadas por el sector, etcétera.

Esta ley, como idea fuerza, señoría, cambia la temporalidad con la que las normas anteriores afrontaban la modulación del crecimiento en atención a los objetivos de coyuntura que el dinamismo de entonces hacía necesario. La actual requiere de soluciones estructurales más atemporales, de transformación de alcance, sin perjuicio de que algunas de las medidas que contiene estén dirigidas a resolver perentorios problemas derivados de la actual recesión económica.

La exigencia de autorización administrativa previa constituye la base de la regulación de una actividad como la turística que tiene gran incidencia territorial, ambiental y económica, que en nuestras islas constituyen bienes jurídicos de máxima protección, hecho reconocido por la normativa europea, que excluye de la liberalización de los servicios la regulación de esta actividad.

La sostenibilidad del modelo requiere seguir manteniendo la política de modulación del crecimiento, excluyendo la clasificación de nuevo suelo, remitiendo el crecimiento a los vacantes ya urbanizados o clasificados y categorizados como urbanizables turísticos.

Se optimiza el suelo urbano mediante operaciones de transformación, apostando por la calidad, estableciendo el deber de conservar y rehabilitar, a la vez que se determinan potentes incentivaciones a las operaciones de renovación, rehabilitación y recualificación del sector (Abandona su lugar en la Mesa el señor vicepresidente primero, Cruz Hernández, y pasa a ocupar la Presidencia el señor vicepresidente segundo, Fernández González).

El conjunto de medidas e incentivos previstos en la Ley 6/2009, de Medidas Urgentes en Materia de Ordenación Territorial para la Dinamización Sectorial y la Ordenación del Turismo, cuyo objeto era la renovación y mejora de la calidad de la oferta turística, así como del espacio público de los núcleos turísticos consolidados, que se han ido incorporando mediante diferentes convenios urbanísticos, se ha mostrado como un instrumento eficiente y acertado, por lo que con esta ley se consolidan y amplían en un marco estratégico de mayor alcance. Así, señorías, se extienden los incentivos a los incrementos de edificabilidad, al cumplimiento matizado de los estándares de densidad de parcela para los establecimientos que procedan a la renovación, además de los incentivos a la mejora de eficiencia energética de los establecimientos y se propician otras ayudas de carácter económico.

La positiva experiencia observada de los planes de modernización, mejora e incremento de la competitividad aconseja que el proyecto de ley persevere y perfeccione esta eficiente figura urbanística. Así, señorías, concreta y aclara dichos planes y su inserción en el sistema de planeamiento, manteniendo su carácter estratégico, abreviado e inmediatamente ejecutivo. Además la norma aclara y regula los convenios urbanísticos que se insertan en los referidos planes, así como el régimen de competencia para su formulación y aprobación, regulándose las modalidades e instrumentos de gestión, estableciendo para el caso el alcance y competencias de los consorcios, bajo el principio de coordinación en un sistema de ventanilla única.

En aras de la máxima agilidad en la tramitación de los proyectos, se establece un procedimiento abreviado de aprobación convencional para aquellos proyectos de renovación edificatoria que vengan precedidos de un convenio de gestión suscrito con el ayuntamiento.

Otra innovación de esta norma, señorías, es la materialización de los derechos a obtener plazas adicionales como consecuencia de los proyectos de renovación edificatoria. Se crea una sección en un registro general turístico, donde se dejará constancia de los derechos al otorgamiento de nuevas plazas vigentes a los efectos informativos y para facilitar la transmisión o materialización en su caso.

El proyecto de ley parte de un deber esencial en la conservación y rehabilitación, porque la renovación de la oferta turística obsoleta constituye un deber que es necesario acometer sin la menor dilación, pues nos va en ello el posicionamiento del sector turístico y la propia economía de las islas. Se hace preciso, en consecuencia, dotar a la Administración actuante de medios eficaces para remover los obstáculos que puedan interponerse en la marcha de las iniciativas para la cualificación, reforzando los mecanismos de intervención a estos efectos y posibilitando la sustitución de establecimientos deteriorados o donde el uso turístico se haya alterado de forma irregular por otros de mayor calidad y categoría. En tal sentido, la ley parte, como ya he indicado, del deber que tienen los titulares de establecimientos y actividades turísticas de mantener, conservar y rehabilitar los inmuebles e instalaciones en las condiciones requeridas para el uso efectivo establecido por la normativa turística y el planeamiento y proporciona técnicas administrativas efectivas para que, en caso de incumplimientos, y previos los adecuados requerimientos, puedan imponerse por la Administración las actuaciones de conservación, mejora y rehabilitación.

Este proyecto de ley refuerza la obligación de atenerse al ejercicio de la actividad turística conforme a la calificación del uso asignada a la parcela por el planeamiento, estableciendo los criterios para la especialización de las distintas áreas en el uso más adecuado, en el residencial o en el turístico, y los supuestos excepcionales de compatibilidad.

El proyecto de ley también regula, define, el régimen del condominio para aquellos establecimientos turísticos alojativos renovados o cuyas autorizaciones administrativas provengan de la renovación y prevé, respecto a la ordenación urbanística de las villas, tan solicitada, la posibilidad de que el planeamiento delimite nuevas áreas destinadas al uso turístico en la modalidad extrahotelera con tipología de villa.

La nueva ley instituye, además, un mecanismo de control indirecto sobre el estado, conservación y uso efectivo de los establecimientos a cargo de los titulares, consistente en la obligación de presentar periódicamente ante la Administración un informe a emitir por entidades acreditadas. Las inspecciones técnicas se convierten así en un mecanismo eficaz de colaboración con la inspección turística, actuando esta en los casos solo de incumplimiento.

Con todo ello, señorías, pretendemos lograr el objetivo de la reconversión de nuestro destino turístico, de la renovación y modernización turística de Canarias, para poder enfrentarnos con éxito al complicado reto de mantener y mejorar su posición como destino turístico de éxito y de referencia internacional, en un escenario de progresiva complejidad y en un entorno crecientemente competitivo. Y como objetivo concurrente, señorías, la reactivación del sector de la construcción con el mínimo consumo de suelo, precisamente en el subsector de la edificación de mayor potencialidad de creación de empleo directo e indirecto en nuestras islas.

Muchas gracias, señorías.

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Por el Grupo Mixto, tiene la palabra.

El señor Rodríguez Rodríguez: Señorías, buenas tardes.

Algunas consideraciones de orden general.

Primero. Le pregunté al presidente del Gobierno, en octubre del 2011, que qué iba a pasar con la prórroga de la limitación a los otorgamientos de las autorizaciones previas, porque se acababa el plazo el 13 de mayo y que le iba a coger el toro, y efectivamente, unos meses después, en el debate del estado de la nacionalidad, presentamos una resolución a la conclusión del debate reclamando al Gobierno legislar en la materia, y al final se tuvo que hacer una ley, deprisa y corriendo, una especie de ley puente, en el mes de mayo para resolver el problema hasta el 13 de diciembre. Entonces dijimos que esperábamos que al Gobierno no le volviera a pasar lo mismo, y le ha vuelto a pasar lo mismo. Hoy ha entrado en esta Cámara el proyecto de Ley de Renovación y Modernización Turística, que entre otras importantes decisiones tendrá que resolver la continuidad o no de la limitación al otorgamiento de autorizaciones previas, ¿no? Digo esto porque nos vamos a ver como entonces, en la ley esa puente, utilizar un mecanismo de tramitación abreviado y urgente si queremos llegar a tiempo, antes del 13 de diciembre, que finaliza la vigencia de la actual limitación de las autorizaciones.

Dicho esto, no voy a entrar en el fondo de la ley, que tendremos oportunidad de discutir aquí cuando conozcamos el texto definitivo, que hoy es el que ha entrado en el Parlamento y que no hemos tenido oportunidad, pero sí decir que nosotros en el fondo, en relación a este importante elemento, seguimos estando de acuerdo. Creemos que hay que limitar el crecimiento con excepciones y hay que apostar por la renovación. Este fue el mandato de este Parlamento hace ya una década con una aplicabilidad en cuanto a los mandatos de la ley bastante discutible.

Y volvemos a decir aquí, porque nadie lo dice y nos toca decirlo a nosotros, que lo que entonces se decidió en la Ley de Directrices del Turismo, y que ha sido tan denostado por algunos políticos y empresarios y algún medio de comunicación, el tiempo ha dado la razón a la ley, y es que no ha habido ni una sola sentencia del Supremo que haya condenado a esta comunidad, como algunos agoreros apuntaban, en relación a la lesión de los derechos particulares en la suspensión o en la limitación en materia del otorgamiento de licencias, y todas las sentencias son favorables a la comunidad autónoma.

Esperamos discutir este proyecto de ley. Sería deseable que lo hiciéramos de manera normal, porque los contenidos son relevantes, no solamente en relación a este parámetro sino a la renovación.

Y decir que, frente a los desreguladores, nosotros creemos que toca la regulación. Es la desregulación del sistema financiero, del suelo, lo que nos ha metido en este follón y, por lo tanto, creemos que este Parlamento en esa ley tiene que resolver un modelo de crecimiento del sector turístico sostenible y que haga del turismo de verdad una apuesta de futuro.

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Gracias, señor Román.

Partido Socialista, tres minutos.

El señor Álvaro Lavandera: ...ya es proyecto de ley, aspecto que celebramos porque es más que necesaria la aprobación de dicha ley.

No voy a entrar, como ya han dicho otras señorías, en los detalles del proyecto de ley en cuanto a que lo que he podido estudiar en profundidad es anteproyecto de ley y entre los cambios que pueda haber sufrido y la imposibilidad de debatir sobre el tema en tres minutos, pues, creo que no cabe.

Sí quiero destacar la importancia de esta norma, derivada de la importancia del sector turístico en Canarias a su vez, unido a la urgencia de la revitalización de la economía y la creación de empleo, a los condicionantes medioambientales para no consumir suelo en nuestro frágil territorio, apostando por la sostenibilidad, la calidad y la estrategia por todos compartida de la necesaria renovación de los destinos maduros para mantener la competitividad en un sector cada vez más global en el que, si bien aumenta el número de turistas, surgen también nuevos destinos.

Desde nuestro grupo nos comprometemos a trabajar para sacar en el menor tiempo posible esta ley para Canarias, para los intereses de todas y todos los que vivimos en esta tierra. Una ley que responda al interés general pero que posibilite un pronto atractivo inversor en este sector estratégico.

Lo que sí le voy a hacer, señor consejero, es un ruego, y es la no dilación del desarrollo reglamentario. En el anteproyecto hay muchas, bastantes referencias, al desarrollo reglamentario, una vez aprobada dicha ley. Rapidez y agilidad como han demostrado hasta ahora: antes del verano el anteproyecto, el trámite de sugerencias, el dictamen del Consejo Económico y Social, ya en septiembre la remisión al Consejo Consultivo y en octubre ya tenemos el proyecto de ley en esta Cámara.

El empleo, el empleo estable, es urgente crearlo en nuestra tierra. Parece que estamos solos, señor consejero, y me refiero a la falta de ayuda por parte del Estado en materias tan sensibles como las políticas de empleo. No quiero ya entrar en la falta de financiación de otros servicios públicos esenciales, como la sanidad, la educación, etcétera, de un Gobierno central no solo insensible sino además irresponsable y a veces caciquil.

En este sentido, señor consejero, es un motivo más para reinventarse y sobreponerse ante estas adversidades. No vale con redactar un Plan nacional integral del turismo, donde se considere el apoyo a la reconversión, una política de Estado, y no creérselo; eliminar los fondos para que sea una realidad, no crear incentivos para que sea una realidad y eliminar la Estrategia de mejora del espacio público turístico para que se aleje de la realidad.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Gracias, señor diputado.

¿Coalición Canaria? Tiene la palabra.

El señor González Hernández: Buenas tardes, señorías. Gracias, señor presidente.

Obviamente poco podemos profundizar en esta intervención cuando el proyecto de ley ha entrado hoy, de lo que hemos podido leer de los borradores, que no sabemos cuál es el texto definitivo, y también de la intervención del señor consejero.

Yo creo que lo primero que hay que decir es que claramente hablamos de la Ley de Turismo, pero es una ley de turismo y una ley de ordenación territorial; es decir, son dos competencias que son exclusivas del Gobierno de Canarias y, por lo tanto, estamos en el marco jurídico necesario para poderlo regular.

También creo que todos coincidiremos, creo que todos debíamos coincidir al menos, con la idea de que la liberalización general que establece la Directiva Bolkestein en el caso de las afecciones importantes sobre la ordenación del territorio y la conservación de la naturaleza y sus recursos admite regulación. Por lo tanto, que el principio de que todavía debemos someter a las autorizaciones administrativas previas el establecimiento de nuevas instalaciones tanto hoteleras como complementarias de turismo, yo creo que también.

Me parece un paso importante que en esta norma se abandone el criterio trienal, que se establezcan criterios que en principio son con carácter indefinido, sin perjuicio, obviamente, de que a lo largo del tiempo se puedan regular todas las normas del mismo rango. Por ahí vamos todos, bueno.

El que solamente se puedan realizar las nuevas intervenciones en suelos que ya están calificados como turísticos, o sea, que son susceptibles de su utilización, como consecuencia de dos procesos. Uno, son los procesos que queremos hacer, que es mejorar las instalaciones, o sea, lo que es la renovación y la reestructuración de la planta hotelera y sus instalaciones. Yo creo que es un punto importante. Y también que demos salida a la posibilidad de hacer hoteles de alto standing, de una categoría, que también puede ser una manera de calificar la actividad turística canaria.

Pero es clarísimo -y ahí también coincido un poco con la intervención de don Miguel Jorge-, bueno, hay que intentar buscar -yo sé que lo dice el anteproyecto-, la búsqueda de la simplificación de los procesos. Es un objetivo importante pero hay que ver si logramos acertar con ello, porque a veces, queriendo avanzar en una línea, creamos barreras peligrosas.

Creo que es una buena idea el establecimiento de esa sección especial del registro turístico, de manera que esa capacidad de plazas complementarias pueda ser sometida en un proceso comercial, de manera que se puedan transferir a un tercero, son públicas respecto a todos y, por lo tanto, puede abrir un mercado.

Y que el control de calidad se puede hacer de dos maneras, obviamente. Uno, por las inspecciones. Primero por la obligación que se insiste que tiene que tener el que maneja todas las actividades turísticas de conservar los hoteles, las instalaciones, en buenas condiciones. Eso ya estaba en la ley básica del Estado, aquí se desarrolla con bastante pormenoricidad. Con la posibilidad incluso, que se insinúa al menos, de que cuando no se actúa de esa manera se pueda ir por un proceso expropiatorio y actuar algo así como en el tema urbanístico, que se llama "el urbanizador".

Por último, y para terminar, hombre, lo más importante para mí son los planes de modernización, mejora e incremento de la competitividad, y ahí creo que se ha avanzado mucho, primero clarificando un plan urbanístico...

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Gracias, don José Miguel. Usted sabe que no hay minutos.

Por el Partido Popular, don Miguel Jorge tiene la palabra.

El señor Jorge Blanco: Gracias, señor presidente.

Me alegro, mi grupo parlamentario se alegra de que el proyecto de ley haya entrado ya. Creo que es una buena noticia para todos, porque, en definitiva, podremos discutir en sede parlamentaria todos los aspectos que inciden, en definitiva, en dos aspectos importantes: la renovación, la mejora de la calidad de nuestra oferta turística, la mejora de nuestra competitividad con otros sectores u otras áreas turísticas emergentes en Europa y en el mundo, ¿no? En definitiva, bueno, pues esta ley debe servir, señor consejero, para todo ello.

Quisiera hacer algunas consideraciones, aunque vamos a tener la oportunidad dentro de poco tiempo de volver a discutir con más profundidad el texto del proyecto de ley.

Mire, en relación con la moratoria, lo que es la coloquialmente llamada moratoria, en este proyecto de ley se establece como permanente la construcción, la prohibición de construcción de establecimientos hoteleros, excepto aquellos de cinco estrellas gran lujo. Es verdad que en una transitoria, por lo menos estaba en el anteproyecto, no sé si en el proyecto de ley, en la transitoria primera, se permite por dos años la construcción de hoteles de cinco estrellas, pero lo cierto es que lo que antes era una excepción, motivada fundamentalmente por una coyuntura económica en aquel momento expansiva de principios de la década anterior, hoy esa excepción se ha convertido en permanente, señor Berriel. No se van a poder construir hoteles en Canarias que no sean de cinco estrellas gran lujo y para el Partido Popular -permítame que se lo diga- esto, a nuestro juicio, es una insensatez. Por eso nosotros vamos a promover en la discusión de la ley el fin de cualquier moratoria, ni excepcional ni permanente. Se lo decimos claramente. Creemos que en la situación actual cometeríamos una enorme irresponsabilidad, señor Berriel, si mantenemos la restricción a la construcción de hoteles en Canarias.

Además, y he de decirlo también en cierta manera entonando el mea culpa del Grupo Parlamentario Popular, y es que nuestro partido por convicción ideológica no cree en restricciones a la libertad del emprendedor para asumir el riesgo empresarial a su ventura. Yo puedo entender, señor consejero, que haya otros grupos políticos a los que les gusten las prohibiciones, que les gusten las restricciones, que se entusiasmen con la demonización de la clase empresarial y otros complejos que allá ellos, creo que trasnochados hoy en día. También puedo entender, señor... ¿Me quedan 19 segundos?

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): No, perdón. Tengo que añadirle siete minutos más, porque...

El señor Jorge Blanco: Digo que también puedo entender, señor Berriel, que en su partido, que es fruto de esa indefinición ideológica que tiene Coalición Canaria, también haya personas que pretenden dar, desde la Administración pública poner permanentemente trabas...

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Perdón, señor Miguel.

Continúe.

El señor Jorge Blanco: Muchas gracias, señor presidente.

Digo que también habrá gente en su partido a la que le gusta poner trabas a la libertad individual, a la libertad empresarial, pero eso, insisto, son problemas ajenos a mi partido, al Partido Popular. En consecuencia, mi partido no va a participar más en moratorias turísticas o en algo que se le parezca.

Aprobamos hace unos meses, de manera provisional, porque era por unos meses, y la sorpresa, señor Berriel, se produce cuando en el texto que aprueba el Consejo -el anteproyecto por lo menos, no sé el proyecto- lo que había o lo que hay ahora es peor que lo que había antes.

En segundo lugar, no estamos tampoco de acuerdo con la exigencia del requisito de las autorizaciones previas, la del artículo 4 del anteproyecto de ley. Nuevamente se cae en el error de mantener un requisito absolutamente innecesario que solo pretende un control burocrático de la Administración con no sé qué objetivo. Mientras otras legislaciones avanzan y se modernizan, legislaciones autonómicas de España, de nuestro territorio, y solo exigen el régimen de comunicación previa, aquí, con una nueva legislación, con la oportunidad que tenemos de suprimirla, seguimos cometiendo la misma torpeza. ¿Qué añade de valor, señor Berriel, el requisito de las autorizaciones previas? Quiero que sobrevuele por encima de las cuitas funcionariales y póngase del lado, por una vez, del lado del emprendedor, que pierde meses y meses, años y años, en exigencias inútiles, y le digo de verdad, esta es una de ellas.

Otro elemento que debería reconsiderar es la exigencia de conveniar con el Servicio Canario de Empleo la contratación del 60% de los trabajadores del hotel. Le voy a contar una cosa: hay una empresa turística en Gran Canaria que quiere construir dos hoteles, dos hoteles, de cinco estrellas en el sur de Gran Canaria y desde hace meses lleva esperando por el Servicio Canario de Empleo para que le diga cómo se hace eso. Porque es que en el Servicio Canario de Empleo, señor Berriel, no saben cómo se hace, no saben cómo hacerlo, no han recibido instrucciones, ni políticas ni técnicas, para ver cómo se hace o cómo se materializa ese dichoso artículo que existe en las distintas leyes que hemos aprobado. Poco menos que dicen que son ocurrencias de los políticos y que, en definitiva, al final no se sabe cómo se va a hacer. ¿Es de verdad necesario también que eso exista? ¿En qué mejorará la calidad de los trabajadores de los hoteles con este tema, vista la experiencia en general de los convenios y del trabajo del Servicio Canario de Empleo? Pues para lo único que ha servido hasta ahora es para retrasar aún más la construcción de hoteles de calidad en Canarias.

Parece una incongruencia, por lo menos en Gran Canaria lo es, que se permita la construcción de establecimientos extrahoteleros de cinco estrellas, de los que abundan muchísimos en Gran Canaria, y, en cambio, se prohíban hoteles de la misma categoría, de los que no abundan precisamente. Quiero decirle que eso, en fin, creo que estas cosas será posible cambiarlas en el trámite parlamentario.

¿Por qué, señor consejero, no se incentiva también la conversión de un hotel en extrahotelero, si al final va a aumentar también la categoría? Es una cosa que me gustaría también discutir con usted y con su grupo, o los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno.

En el tema de las villas, que es muy loable, sin duda, y creo que está bien que se regule en la ley, pero podremos morir de éxito por la hiperregulación. Me refiero a las distancias, a las densidades, si hay acantilados o no hay acantilados... Claro, en algunas islas hay acantilados pero es que en otras islas no hay acantilados y vamos a tener que soportar esas islas que no tienen, por lo menos, muchos acantilados que tengan que estar colocados a 500 metros. Eso casi, casi, en Gran Canaria es el roque Nublo. Pero, en definitiva, señor Berriel, creo que esas cosas deberíamos también rectificarlas. ¿Por qué no dejamos esas cosas en manos de cada modelo insular? ¿Por qué tiene que ser la ley, que sabe usted que para modificarla es mucho más restrictiva? ¿No sería mejor flexibilizar y esas cosas dejarlas a la iniciativa de cada planeamiento insular desde el punto de vista turístico?

Cuando se habla de hoteles rurales, ¿se incluye también la tipología de casas rurales?, porque no aparecen en el anteproyecto de ley. Sabe usted que las casas rurales, por un lado, diversifican la oferta turística, no el típico sol y playa de siempre, pero, por otro lado, también suponen una renta importante, complementaria, para muchas personas, mucha gente que vive en el mundo rural.

Con la ley se imposibilita la creación de una modalidad muy interesante, que es ampliamente utilizada en Europa, en las ciudades europeas, fundamentalmente, y que muchos de nosotros hemos utilizado, que son los apartamentos turísticos urbanos, en suelo urbano no turístico, en las ciudades, que fundamentalmente son utilizados, pues, por las familias, ¿no?, porque suelen costar bastante más baratos que los hoteles. Creo que también sería bueno aprovechar esta ley para regular eso que les he mencionado.

En definitiva, y voy terminando, un conjunto de desaciertos por un lado, de olvidos por otro, de inconcreciones por otro, que a nuestro juicio merecen una reconsideración de la norma. Aquí decía en el trámite del Consejo de Gobierno, obviamente ya eso no puede ser, pero sí que en el trámite parlamentario. Y como siempre, señor Berriel, y usted bien lo sabe, tendrá la colaboración del Grupo Parlamentario Popular para que la ley sea la mejor ley posible. Una ley que ayude, no que perjudique a los emprendedores; una ley que promueva la inversión y que no la desincentive; una ley que quite trabas burocráticas y no que ponga más problemas. En definitiva, una ley que sea mejor, una regulación legal que sea mejor que la que hay ahora, porque de no ser así estaríamos desaprovechando una oportunidad histórica.

Muchas gracias, señor presidente.

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Muchas gracias, señor diputado.

Por parte del Gobierno, el señor Berriel. Tiene diez minutos.

El señor consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial (Berriel Martínez): Gracias, señor presidente. Señorías.

La ley, evidentemente, es una ley reguladora, eso está claro, y efectivamente puede separarnos una amplia cuestión conceptual, porque, señoría, usted ha manifestado -no es ahora la primera vez, ahora usted lo...-, usted, en fin, y su grupo manifiestan una preferencia muy clara por la liberalización, el liberalismo, pero llevado hasta el extremo de liberalizarlo todo, también las cuestiones estratégicas de un territorio. Me gustaría saber, por ejemplo, si usted, en ese régimen liberal, tuviese que tomar decisiones sobre, por ejemplo... Imagínese que su territorio lo que tiene es pesca, ¿no?, pesca para subsistir: ¿usted, con ese liberalismo, dejaría que se pescara todo lo posible, que todo el mundo fuera con un barco y cogiera todo el pescado que pudiera? ¿Verdad que eso no lo podría hacer? ¿Por qué?, porque significaría que no tiene futuro, que sobre la marcha, que ese asunto hay que regularlo.

Pues en Canarias el turismo es así. En Canarias el turismo ocupa un territorio muy limitado. En Canarias el turismo es la actividad, que no es concurrente con otra, es la actividad esencial, la fundamental. Por tanto, la regulación tiene que proteger dos cuestiones fundamentales: una, el territorio y el medio ambiente; y, dos, tiene que proteger el propio sector. O sea, tiene que hacer que el sector no se arruine, porque el liberalismo lleve a experiencias que ya tenemos en estas islas: la ocupación extensiva del territorio, el abandono de aquellas partes que están más obsoletas y, en definitiva, un crecimiento a la carta que en nada tiene que ver con el interés general. Y al final esta actividad, que es la que mantiene, básicamente, la economía de las islas, la principal, el principal motor, puede convertirse, pues, en eso, en una torre de Babel, en un perjuicio considerable al propio sector, y en el que, en un momento determinado, ya la parte del sector que se encuentre que ya está arruinada por este asunto se va para otro lado, se acabó y va a otra cosa, pero nosotros nos quedamos aquí con un sector arruinado.

Por eso, señorías, hay que mantener la autorización previa, y esa es una cuestión conceptual. Por eso la propia Directiva Bolkestein, que es una directiva, efectivamente, liberalizadora de los servicios, excluye este tipo de actividades de liberalización y mantiene la posibilidad de que puedan, sean exigibles autorizaciones previas, que regulen un sector que tiene una trascendencia importante en el interés general, que afecta, lógicamente, al medio ambiente, al territorio y a todas las relaciones sociales de nuestra comunidad. Por eso hay que mantener las autorizaciones previas.

Y, manteniendo las autorizaciones previas, señoría, ¿cuál es el otro bien jurídico que tenemos que proteger aquí?: la economía. Y la economía hay que protegerla tratando de que el sector sea siempre competitivo y, para que el sector sea siempre competitivo, hay que evitar lo que ha pasado hasta ahora, que es que se descapitaliza el sector porque se gasta el dinero en otros sitios, en otras iniciativas, pero no se mantiene convenientemente y no se mantiene actualizado. Y así hay muchísimas explotaciones turísticas en Canarias que no son competitivas, que están ya en un régimen de obsolescencia y esas tienen unas consecuencias para las que sí lo están o las que tienen vocación de continuidad, y es que también las arruinan, porque un sector que esté absolutamente degradado denigra y degrada también a las que procuren hacer sus tareas y sus inversiones y sus obligaciones de rehabilitación. Por eso hay que proteger a esos empresarios que sí que tienen vocación de continuidad con el sector aquí, en Canarias, que sí que se la juegan aquí, que invierten aquí y que evidentemente hay que proteger esas inversiones.

Es el propio sector, señoría, no se equivoque, es el propio sector el que quiere y le interesa que no se desregule y, por tanto, cualquiera pueda hacer un hotel en cualquier sitio, porque eso tiene una trascendencia en el interés general.

Sentado eso, señoría, ¿a qué se dirige, cuál es el objetivo entonces de la ley? El objetivo de la ley es conseguir que el propio sector se regule haciendo que se modernice con sus propios medios económicos, es decir, que se esfuerce la propia actividad en renovar porque sea rentable renovar, y por eso le da incentivos a la renovación. Es falso, radicalmente falso, que no se puedan construir aquí apartamentos u hoteles de tres o de cuatro estrellas. Claro que se pueden construir, pero para construirlos hay que colaborar con el interés general que supone la renovación del sector, para que el propio sector se autorregule. Si usted invierte en el sector para regular, para que se mantenga el sector en buenas condiciones, usted es digno de tener las autorizaciones previas para continuar creciendo en el sector, pero si usted no colabora con eso, no debe crecer el sector de cualquier manera. Y lo que se ha hecho es decir, hombre, esa, que es la puerta importante, el objetivo fundamental, la ratio decidendi de la ley, el renovar, el modernizar el sector, que no lo está -por eso se están vendiendo plazas baratas por todos lados, porque hay más oferta que la demanda y la demanda cae si el sector no tiene calidad-, pues, por eso se prima y se le dan las autorizaciones previas a quien colabora con la renovación. Pero, como también hay unos objetivos de mejora de la calidad y como se es consciente de que las inversiones en alta calidad son mucho más caras y, por tanto, son inversiones, en fin, más costosas y demás, se dice, oiga, pero si usted lo que va a hacer es un hotel de mucha calidad, con carácter general, y no con carácter excepcional y de forma singularizada, como se tenía con los proyectos excepcionales en la legislación anterior, con carácter general, si usted va a hacer un hotel de cinco estrellas de gran lujo o de cinco estrellas durante dos años, para ver cómo se determina la regulación del gran lujo, pues, usted no necesita, no tiene ninguna cortapisa, no necesita renovar ni adquirir plazas procedentes de los incentivos a la renovación. Usted hace el hotel y se acabó. La única limitación es que lo tiene que hacer en los suelos urbanos o urbanizables.

Tampoco entiende usted el que la ley vuelva a repetir algo que está en la Ley de Medidas Urgentes y que no ha sido controvertido en absoluto, que no ha sido controvertido ni nadie se ha quejado de ese asunto, que es que, efectivamente, el 60% de las plazas de los hoteles a los que no se les exige ninguna restricción para la autorización previa, como son los hoteles de calidad, estos de cinco estrellas o cinco estrellas gran lujo, el 60% de su plantilla provenga de un convenio, que proceda de la Estrategia canaria de formación y empleo. Parece lógico que Canarias tenga que tener una estrategia de formación y empleo y parece lógico que en unas islas como las nuestras, donde el empleo escasea y donde se tiene un gran índice de paro, que se provoque, que se produzca, el que precisamente el crecimiento de las plantas alojativas traiga consigo también la mitigación del desempleo y, por tanto, se empleen personas que hayan sido formadas, seleccionadas, en virtud de una Estrategia de formación y empleo que se negocia con los empresarios.

Mire, usted puede decirme esa experiencia de alguien que tiene, que quiere hacer dos hoteles y no se ha enterado o no ha podido, en fin, poner en práctica esto porque en el Servicio Canario de Empleo le dicen que no saben cómo. Yo le puedo, sin embargo, decir a usted, le puedo demostrar a usted, quiénes ya sí se han acogido a ese sistema, han hecho convenios con el Servicio Canario de Formación y Empleo y además han obtenido financiación importante para esa formación de forma bastante considerable y la han acometido, y están muy satisfechos de haberlos seleccionado ellos por allí. Por tanto, señoría, eso tiene esa y no otra intención: propiciar que el sector que tiene capacidad de crecimiento sea el sector que también produzca empleo para los canarios, empleo para quien vive aquí, para los que viven en nuestra tierra, sea canario o no pero que vivan aquí, porque tenemos que propiciar que ese crecimiento, insisto, acompase también la mitigación del desempleo.

Tendremos oportunidad, señorías, de discutir luego otro tipo de detalles, pero creo que esas son las dos ideas fuerza que su señoría ha planteado. El liberalismo económico está muy bien, o muy mal según se mire, porque mire dónde nos ha llevado en algunos de los aspectos, pero desde luego el liberalismo económico en esta materia del turismo, que es de interés general, que se emplaza en un territorio limitado, que afecta al medio ambiente, a la economía, etcétera, no puede ser de esa manera tan desregulada. Hay que regularlo, señoría, para que tenga futuro.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Gracias, señor consejero.