Diario de Sesiones 70, de fecha 12/3/2013
Punto 4

· 8L/PO/P-0826 Pregunta urgente, de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular, sobre recursos humanos y económicos destinados para oponerse judicialmente a los permisos de investigación de hidrocarburos, dirigida al señor presidente del Gobierno.

El señor presidente: Siguiente y última pregunta al señor presidente del Gobierno, de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz.

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Señor Rivero, ¿qué medios humanos y económicos ha destinado hasta el momento el Gobierno de Canarias para oponerse a los permisos de investigación de hidrocarburos?

El señor presidente: Muchas gracias, doña María Australia.

Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente. Señora diputada.

El 7 de marzo, el Pleno de este Parlamento aprobó una resolución por la que se mandataba al Gobierno a utilizar todos los medios jurídicos para oponerse a las autorizaciones aprobadas por el Gobierno de España. Los medios jurídicos que utilizamos son los propios servicios jurídicos de la comunidad autónoma.

El señor presidente: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno.

Doña María Australia Navarro.

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Mire, señor Rivero, no ha contestado. No ha concretado el coste que hasta el momento ha tenido para los canarios la batallita política y judicial contra las prospecciones. Y, ¿sabe?, no lo ha hecho porque valorar económicamente las horas de trabajo de los funcionarios, las costas de los litigios -que lo olvidó-, así como la cantidad invertida en propaganda, sería reconocer que con ello nos está empobreciendo a todos nosotros, a los canarios.

Y sí, señor Rivero, digo bien, está empobreciendo. ¿Sabe por qué?: porque la batallita cuesta dinero. Por cierto, dinero que no es suyo. No, no es suyo; es dinero de todos nosotros, los canarios, y que además a conciencia lo emplea en perjuicio de nuestra comunidad autónoma y, más triste todavía, en perjuicio del futuro económico de la sociedad canaria.

Vamos a ver, señor Rivero, ¿cómo les va a explicar usted a los más de 368.000 canarios que lo pasan crudo en el paro que usted se niega a hablar de crudo, que se niega a que puedan beneficiarse en un futuro laboral y económicamente de una nueva fuente de riqueza? ¿Cómo les va a explicar usted, señor Rivero, a los canarios, a los que están aquí hoy, que quiera regalar a Marruecos -sí-, quiera regalar a Marruecos una riqueza que legítimamente puede y debe beneficiar a nuestro país, al suyo señor Rivero, a España, y particularmente a Canarias? ¿Cómo lo va a explicar, señor Rivero? Señor Rivero, ¿cómo va a explicar que la principal agrupación insular de Coalición Canaria, Coalición Canaria en Tenerife, en boca de su presidente, o los empresarios tinerfeños o la patronal hotelera de Tenerife o la mayoría de los canarios no comparten, no lo comparten, señor Rivero, su discurso reaccionario?

¿Qué más necesita escuchar, señor Rivero? De verdad, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo, señor Rivero, va a seguir con su batallita contra las prospecciones? ¿Hasta cuándo va a seguir gastando el dinero de todos nosotros, de los canarios, por su obstinación? ¿Hasta cuándo, señor Rivero, va a seguir, en definitiva, abanderando la agitación política y social contra una alternativa económica nueva, señor Rivero, una alternativa económica que puede traer riqueza y empleo para Canarias?

De verdad, de corazón, señor Rivero, reflexione. Sentido común. ¿Hasta cuándo, señor Rivero?

El señor presidente: Gracias, doña María Australia.

Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.

Señora diputada: batallando hasta el final. Batallando hasta el final en la defensa de un modelo económico para Canarias, en la defensa especialmente de los intereses económicos de dos islas: Lanzarote y Fuerteventura. Y le puedo asegurar una cosa: da una enorme fuerza, una fuerza inusitada, la que usted no se puede imaginar, cuando uno puede decir, levantar la cabeza, porque defiende el interés general de Canarias. A mí me avergonzaría defender los intereses particulares de una empresa, que es lo que hace usted.

¿Preocupados por lo que nos cuesta a nosotros la defensa jurídica...?: ¿por qué no se preocupan de saber cuánto se gasta Repsol en la campaña de compra de voluntades que está llevando a Canarias? ¿Por qué no se preocupan ustedes de explicarles a todos los canarios, que no lo han hecho, explíquenles a los canarios, explíquenles a los canarios de qué se beneficia Canarias? Explíquenles a los canarios de qué se van a beneficiar, con la extracción de esos recursos, Repsol y sus socios y explíquenles a los canarios si el Partido Popular tiene algún beneficio y por eso tanto interés en la defensa de este asunto.

El señor presidente: Han concluido las preguntas al señor presidente del Gobierno.