Diario de Sesiones 81, de fecha 29/5/2013
Punto 8

· 8L/I-0035 Interpelación del Grupo Parlamentario Popular, sobre la gestión de los medios de comunicación audiovisual de titularidad pública, dirigida al Gobierno.

El señor presidente: Interpelaciones: del Grupo Parlamentario Popular, sobre la gestión de los medios de comunicación audiovisual de titularidad pública.

Don Víctor Moreno del Rosario tiene la palabra.

El señor Moreno del Rosario: Gracias, señor presidente. Buenos días, señorías.

El Grupo Parlamentario Popular interpela hoy al Gobierno de Canarias sobre los criterios que ha seguido en la gestión de los medios de comunicación audiovisual de titularidad pública y, en general, sobre su nefasta política de comunicación, la cual -recordemos- es diseñada y elaborada directamente desde la Presidencia del Gobierno de Canarias. Es tal el descalabro que ustedes han hecho, señor consejero, que han arrasado del mapa a infinidad de medios de comunicación de las islas, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. No hay un solo asunto en materia audiovisual que haya tocado este Gobierno y que no esté en la actualidad en los tribunales.

Por ello, señorías, en esta intervención no me voy a referir únicamente a la gestión absolutamente opaca y nada transparente de la Televisión Canaria. Por cierto, que lo de gestión absolutamente opaca y nada transparente no solo lo decimos nosotros, que también, y antes también el Partido Socialista, sino que la propia Audiencia de Cuentas lo destaca en su proyecto de informe sobre la contratación de Radiotelevisión Canaria. Pero, como digo, no vamos a hablar únicamente sobre la Televisión Canaria, sobre la que hay mucho que decir, sino también sobre la radio pública de Canarias, sobre el concurso de licencias de radio de frecuencia modulada, del concurso de las TDT o incluso de las campañas institucionales del Gobierno de Canarias.

Señorías, señor consejero, la actual situación económica y la necesidad por parte del conjunto de administraciones públicas de acometer actuaciones que faciliten la consolidación presupuestaria y el saneamiento de las cuentas públicas aconsejan adoptar medidas que favorezcan el ahorro y permitan eliminar el gasto público superfluo. Ya saben, en estos momentos se trata de establecer prioridades de gasto y, en consecuencia, optar por una de dos: mantener los servicios públicos o el chiringuito, al que algunos tienen tanto apego ( Abandona su lugar en la Mesa el señor presidente. Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente primero, Cruz Hernández). Pues bien, entre estas iniciativas se encuentra la de dotar a las comunidades autónomas de mayor flexibilidad en la prestación de sus servicios de comunicación audiovisual. En este sentido, se ha llevado a cabo una reciente modificación de la Ley General Audiovisual, a instancias del Gobierno de España, precisamente para flexibilizar los modos de gestión de los servicios públicos de comunicación audiovisual autonómicos. Una reforma, señorías, señor consejero, que permitirá a las comunidades que así lo deseen suprimir o privatizar en parte o en su totalidad la gestión de las radios y televisiones autonómicas.

El Grupo Parlamentario Popular, dado el precario contexto socioeconómico que atraviesa el archipiélago, ha solicitado en reiteradas ocasiones al Gobierno de Canarias que sea sensible con esta situación e inicie el proceso de privatización de la Radiotelevisión Canaria, no por un capricho sino con el fin de liberar partidas presupuestarias para atender los servicios públicos esenciales.

Vamos a ser sinceros y a poner las cartas sobre la mesa, señorías. ¿Creen que se justifica mantener un gasto de casi 34 millones de euros cuando hay 700.000 canarios en situación de exclusión social? ¿Es justo que eso suceda? ¿Con qué cara viene aquí este Gobierno, un pleno tras otro, a hablar de paro y de pobreza en Canarias? Ese mismo Gobierno que dice que le preocupa y que le duele Canarias es el que tiene que dar ejemplo. El señor Rivero no puede hablar de estrategias para buscar dinero en Bruselas y de maltrato del Gobierno de la nación cuando tiene dinero. Vaya si lo tiene, no tiene sino que ir a la partida que ahora se destina a la Radiotelevisión Canaria.

Pero nuestra petición de privatizar dicho ente público se justifica también por las deudas acumuladas, la opacidad y la falta de información a los órganos de control y la pésima gestión de Radiotelevisión Canaria. Y es que posiblemente estemos hablando de una de las mayores irregularidades relacionadas con la gestión del dinero público que se recuerdan en Canarias. Me estoy refiriendo a millones de euros en contrataciones que el máximo órgano fiscalizador de Canarias dice que no se ajustan al procedimiento administrativo común. Y eso que tan solo se han evaluado 136 contratos, una cuarta parte de los casi 575 documentos que se firmaron en la pasada legislatura, que ascienden a 264 millones de euros. En ese tiempo, en tres de cada cuatro contratos auditados no hubo informe justificativo y cuatro de cada cinco fueron negociados sin publicidad. Es más, ni siquiera se facilitó el listado completo de los contratos firmados. Por cierto, fíjense, una frase tan demoledora: "la gestión de la contratación durante la VII Legislatura se centralizó en la figura del director general de Radiotelevisión Canaria, asumiendo este las funciones directivas de la actividad contractual, tanto del ente público como en sus sociedades dependientes". Eso lo dice la Audiencia de Cuentas de Canarias. 264 millones de dinero público, dinero de todos los canarios, gastados en contrataciones, que no garantizan la transparencia debida. De confirmarse todo lo que la Audiencia de Cuentas relata, unas irregularidades de tal gravedad desde luego no pueden salirle gratis a este Gobierno.

Señorías, no podemos dedicar más tiempo a sostener el aparato propagandístico del señor Rivero. Lo lógico y lo deseable sería que de una vez por todas Paulino Rivero se decidiera a presentar un proyecto de ley para que el próximo director general sea elegido por la mayoría de este Parlamento de Canarias.

Por cierto, señorías de Coalición Canaria y del PSOE, luego se quejan en los medios de comunicación del Partido Popular cuando nosotros decimos, y saben bien que es cierto, que hay iniciativas que no salen adelante porque las propone el Partido Popular. Un ejemplo muy claro de lo que digo lo tenemos en la proposición de ley que trajo mi grupo parlamentario al Pleno del Parlamento de Canarias para que eligiéramos por mayoría parlamentaria al director general de Radiotelevisión Canaria. Socialistas y nacionalistas nos tacharon de demagogos y por supuesto votaron en contra. Ahora, sin embargo, dicen que tienen ultimada una proposición de ley en este mismo sentido. ¡Quién les entiende, señorías del PSOE y de Coalición Canaria!

Pero lo más grave es que hemos conocido, por declaraciones que se han realizado a algún medio de comunicación, su intención no de que la elección se produzca por dos tercios de los diputados, tal como proponía el Partido Popular, sino por tres quintos, es decir, 36 diputados sí, 40 diputados no, todo con tal de no contar con el Partido Popular. Elecciones a la carta es lo que le gusta a este Gobierno y a los partidos que le apoyan.

En este asunto desde luego el Partido Socialista parece haber tirado la toalla. Hace mucho, mucho tiempo, que no se les ve ni se les espera por las reuniones del Consejo de Administración de Radiotelevisión Canaria. De los miembros que les corresponden uno, desafortunadamente, ha fallecido y el otro es viceconsejero y, por tanto, incompatible. El resultado, el PSOE es irrelevante en la gestión de la Televisión Canaria. Su opinión no vale nada y de eso se aprovecha Coalición Canaria para hacer y deshacer lo que quiere. José Miguel Pérez y su partido son cómplices del estado de caos en que vive eso que Coalición Canaria llama la nuestra y que ya todos sabemos por qué.

De la Televisión Canaria, de su cuestionable programación, también queremos hablar hoy. Y quisiera comenzar con una pregunta al señor consejero: ¿a usted no le preocupa que se sostenga con dinero público una programación de tan escasa calidad? Voy más lejos: ¿no le resulta preocupante, tanto a usted como al resto de consejeros del Gobierno, que el señor Rivero no les haya confirmado sus puestos, como sí acaba de hacer por cinco años con el administrador único y a su vez director general de la Radiotelevisión Canaria, Willy García? Desde luego, que yo sepa, no ha confirmado en sus puestos a Brígida Mendoza, consejera de Sanidad, ni a su consejera de Empleo e Industria, Francisca Luengo, ni a usted, señor González Ortiz. Por algo será. ¿No será que el único que está haciendo bien su trabajo a ojos del jefe supremo es Willy García, que cumple a la perfección su cometido de jefe de propaganda?

Por cierto, que cuando le preguntamos al director de la Televisión Canaria por la calidad de su programación, esa que pagamos todos, él se inventa una Canarias irreal, una Canarias parrandera y verbenera, y estoy usando sus palabras para justificar una programación de escasa calidad, amarillista y sesgada. Esa es la Canarias que ustedes y su Gobierno quieren, esa es. Y yo le pregunto: ¿también a los canarios nos gusta ver a Paulino Rivero ocupando minutos de unos servicios informativos sesgados? ¿Nos gusta que en horario infantil la Televisión Canaria muestre imágenes inapropiadas, como la emisión de un cuerpo mutilado por un accidente de tráfico? ¿Cómo justifican ustedes esa bajísima calidad?

¿Pero esto lo dice solamente el Partido Popular? No, señorías. Señor consejero, le recuerdo que en este Parlamento existe una subcomisión de estudio sobre la industria audiovisual en Canarias, cuyas...

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Señor diputado, tiene usted un minuto para concluir.

El señor Moreno del Rosario: En este Parlamento existe una subcomisión de estudio sobre la industria audiovisual en Canarias cuyas conclusiones conoceremos en no mucho tiempo y en donde se han escuchado voces que no dejan a la Televisión Canaria en muy buen lugar. Prácticamente todos los profesionales coinciden en un hecho: no todo vale por la audiencia.

Concluyo este primer turno con unas manifestaciones realizadas recientemente, la semana pasada, en dicha subcomisión, por la actual directora de cadena de la Televisión Canaria. Defendía Claudia Monzó hacer una nueva televisión, veraz, crítica y plural. Y es que, según sus palabras, mucha gente en la calle no cree que la Televisión Canaria sea objetiva. Desde luego nosotros tampoco lo creemos.

Muchas gracias.

(La señora Padrón Rodríguez solicita la palabra.)

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.

Sí, doña Dolores Padrón, ¿a qué efectos?

La señora Padrón Rodríguez (Desde su escaño): Pido la palabra por alusiones a mi grupo, tales como "irrelevante" y demás.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Tiene usted un minuto, señora diputada.

La señora Padrón Rodríguez (Desde su escaño): Mire, señor Moreno, usted se olvida de que ha estado gobernando con Coalición Canaria toda la legislatura pasada, y eso sí que es un olvido poco relevante. Usted se olvida de que no tiene autoridad moral para hacer el discurso que hace, porque lo único que pretende es privatizar algo que sí que es de todos y que pretendemos desde mi grupo que llegue a todos los canarios, con todas esas cuestiones que estamos trabajando y analizando.

Si usted no tiene otros argumentos para defender la Televisión Canaria que queremos que atacar a un grupo que está proponiendo los cambios hoy para hacerla más cercana, más democrática y más cercana a los canarios, no intente, con el ataque torticero y los argumentos de privatización, que lo único que hace es defender cambiar a unos por otros, los que a usted más le gustan.

Muchísimas gracias.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señora diputada.

Por parte del Gobierno, el señor consejero.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz): Gracias, presidente. Señorías, buenos días a todos y a todas.

Señor Moreno, no puede más que sorprender su petición de interpelar hoy a este Gobierno sobre los criterios seguidos en la gestión de los medios de comunicación públicos. Y no deja de ser llamativo porque no solo son plenamente conocidos por su grupo sino que fueron aplicados y defendidos mientras ustedes compartieron la gestión.

Uno de ellos, del que ahora reniegan pero que en el pasado fue motivo de absoluta coincidencia, es la consideración de servicio público para la Radiotelevisión Canaria. Un criterio que además de este Gobierno así lo mantienen para sus medios tanto el Estado como las comunidades autónomas donde gobiernan. Sin embargo, en Canarias no. Aquí su grupo, bajo los efectos que produce pasar a la Oposición, ha girado ese principio básico para reconvertirlo, incomprensiblemente, en su contrario, en la privatización. Es decir, ahora, y solo para los medios informativos públicos de las islas, desdeñan su objetivo social y el interés general para sustituirlo por el servicio privado, guiado por el ánimo de lucro y cuyo fin, por definición, es la obtención, claro, de un beneficio económico. O lo que es lo mismo: el Partido Popular se desdice con una nueva propuesta que convierte a los ciudadanos canarios en clientes.

Explicarán ustedes las razones de su mutación, pero este Gobierno sigue y seguirá siendo fiel a este principio general que un día compartimos y que no es otro que conservar la titularidad pública de la radio y la televisión de las islas. Les recordaré ahora sus propios argumentos.

En primer lugar, si existen razones para mantener el servicio público de estos medios de comunicación, estas -no se olvide, señor Moreno- se dan en Canarias como en ningún otro sitio, comportándose como un insustituible elemento cohesionador.

Su tarea la realizan desde el compromiso con la información, las tradiciones, los actos populares, culturales y deportivos, que son propios y singulares de nuestras islas. Esto es, una televisión y una radio hecha en Canarias para Canarias. Y es aquí donde no llega ni llegará nunca, señor Moreno, la iniciativa privada. Privatizar estos medios, ahora públicos, sería tanto como provocar un apagón sobre la realidad del archipiélago, porque desde ese ámbito ninguna empresa ofrecería semejante cobertura.

No lo dice el Gobierno sino que lo demuestra el comportamiento del propio mercado. Si fuera rentable esa forma de hacer radio y televisión, hoy en Canarias ese hueco estaría ocupado, sin lugar a dudas, por sociedades privadas y, sin embargo, no ocurre así. Al contrario, los criterios economicistas, aunque legítimos, que presiden a las empresas de comunicación han provocado que la oferta televisiva haya disminuido, como así lo acreditan los recientes ejemplos de cierre de algunos canales en las islas. Por tanto, el escenario de una hipotética privatización que ustedes proponen solo nos llevaría al apagón y a la pantalla en negro, dejando a los canarios sin las referencias que hoy tienen de lo que sucede en torno a su realidad más cercana. Y esa es la principal fortaleza de los medios públicos canarios.

¿Dónde ve el Grupo Popular el hecho insólito de que una empresa privada está dispuesta a cubrir el hueco de la labor que realiza cada día la Televisión Canaria? Yo les voy a responder: solo en el imaginario de su irresponsable oposición.

Y como son los datos los que también responden y sustentan las afirmaciones, les explico ahora la realidad audiovisual de las islas.

La Televisión Canaria dedica en su programación habitual un total de 48 horas semanales de productos propios, de las que 32 tienen carácter informativo. La siguiente cadena, de todas las generalistas, que ofrece un mayor número de minutos es Televisión Española en Canarias, con una distancia tan considerable como son las 10 horas a la semana de producción propia, de las que solo 4 dedican a informativos. Pero es más: en lo que va de temporada, que se inició el pasado mes de septiembre, Televisión Canaria ha emitido 14,5 horas más de producción extraordinaria, ofreciendo información de acontecimientos específicos de alto interés, relacionados sobre todo con episodios de emergencia. A estas emisiones hay que añadir las 78 horas que también, de forma excepcional, se dedicaron a los incendios forestales de los pasados meses de julio y agosto, transmitiendo información constante y actualizada a la población, mientras el resto de cadenas se limitaban a emitir su programación habitual.

Este es, señorías del Partido Popular, el significado y la esencia del servicio público en el que ustedes alguna vez no solo creyeron sino que aplicaron en la Radiotelevisión Canaria. Una reconversión de ideas que ahora ejercerán, en coherencia, con Televisión Española, declarada servicio público por el Gobierno de España y en la que suponemos, entonces, que ya habrán pedido también una idéntica privatización, en la línea, con el mismo precario contexto económico y gasto superfluo al que ustedes aluden en estos momentos. Una privatización que podría sostenerse con los mismos argumentos que utilizan para los medios públicos de las islas, pero ampliables en algunos aspectos: 113 millones en pérdidas en el 2012, 113 millones de euros en pérdidas en el 2012 -un incremento de casi el 400% en solo un año-, 16 centros territoriales, 50 directivos externos que cuestan más de 6 millones de euros al año, un coro y una orquesta sinfónica a su cargo, canales temáticos con escasa audiencia o un presidente del ente que cobra más que el presidente del Gobierno de España. En total, señor Moreno, 941 millones de euros de presupuesto para 2013, que supone una rebaja de un escueto 2,5% con respecto al 2012 y de un 21% con respecto al año 2008.

Veamos ahora cómo está la Televisión Canaria. Pues la Televisión Canaria ha descendido su presupuesto en el 2013, en comparación con el año anterior, en un 10% y en un 50% con respecto al 2008.

De la lectura de esas cifras no le será difícil deducir quién tiene, señor Moreno, enormes problemas de gestión y de destino de recursos a las prioridades que nos ocupan.

Además, la Televisión Canaria es la más barata por habitante de España, con 24 euros frente a los 40 de la media de las televisiones autonómicas o frente a la más cara, que supera los 85. En números absolutos, es la segunda con menor presupuesto.

Con estas diferencias, la Televisión Canaria ocupa el tercer puesto en el ranking de audiencias, con una cuota de pantalla del 7,3% y muy por delante de la cuota de pantalla de Televisión Española. Entre las autonómicas es la sexta, duplicando a Telemadrid, con un presupuesto de 170 millones de euros. Está por encima de la Televisión Valenciana, que dispone de casi 90 millones de euros, y se sitúa a una larga distancia del 1% de audiencia, por ejemplo, de la televisión en Murcia. Todas ellas -creo recordar- gobernadas por el Partido Popular.

Pero, mire, señor Moreno, son los informativos los que registran las mayores cuotas de pantalla, que llegan en ocasiones al 20%. Unas cifras que revelan el respaldo de los canarios a esta televisión pública y que optan por ella para informarse, en detrimento de la cadena estatal y de las emisiones privadas.

Por tanto, con esas audiencias y con estas cifras económicas de unos medios y de otros, no nos pueden dar lecciones aquellos que pretenden cerrar los medios ajenos, pero ni siquiera se plantean el cierre de aquellos que controlan. No les lleva, señor Moreno, sino al descrédito el bagaje de esa gestión. No son las mejores cartas de presentación televisiones como la valenciana, con una deuda acumulada de 1.300 millones de euros y una plantilla de trabajadores que superaba a la de todas las estatales privadas juntas, o como la madrileña, con 260 millones de endeudamiento y una cifra que llegó a ocupar 1.100 empleos.

Con estos antecedentes, ¿cómo pueden venir aquí, señor Moreno, a hablar de mala gestión sobre un ente de solo 97 trabajadores, presupuesto austero y máximos de audiencia? ¿Son ustedes capaces, por tanto, de dar lecciones de cómo gestionar unos u otros medios de comunicación?

Como tampoco tienen aval alguno para exigir una privatización aquí de la que no quieren ni oír hablar en las autonomías donde gobiernan. En ellas, señor Moreno -que no le engañen-, lo que están haciendo es copiar el modelo canario, manteniendo la condición de servicio público con un modelo público mixto privado por el que externalizan algunos servicios. Que no le engañen: lo que están haciendo es copiando el modelo que se implantó en Canarias hace ya muchos años. Por tanto, señor Moreno, colaboren ustedes con esas comunidades autónomas, como la de Madrid, Valencia, Aragón, Murcia, Baleares o Extremadura, en ayudarles a seguir trasplantando esta fórmula de la que ustedes tanto saben, porque aquí, señor Moreno, ustedes la aplicaron y la han defendido.

Mejor esa opción que proponer en Canarias una televisión de vuelta al No-Do: la que están adoptando, sí, señor Moreno, en Televisión Española, con directivos que realizan informes ideológicos sobre los trabajadores, que emiten reportajes aconsejando a los padres que eviten la ropa provocativa a sus hijos o que, rozando ya el ridículo, animen a los parados a rezar para afrontar la crisis, porque las plegarias les calman la ansiedad ante la ausencia de un trabajo. Sí, señor Moreno: eso es lo que está haciendo hoy Televisión Española.

Por tanto, señor Moreno, situaciones y circunstancias que hacen que los canarios, como así lo acreditan los datos, cambien de canal y elijan nuestra propuesta, la propuesta de Televisión Canaria, por encima de la televisión que ustedes dirigen.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor consejero.

Pasamos a la segunda intervención del grupo interpelante, el Grupo Parlamentario Popular, por tiempo de cinco minutos.

Señor Moreno, tiene usted la palabra.

El señor Moreno del Rosario: Gracias, señor presidente.

Decía en mi primer turno que no me iba a referir únicamente a la gestión absolutamente opaca y nada transparente de la Televisión Canaria, sobre la cual ya me he extendido y desde luego podría seguir haciéndolo, porque el tema da para mucho, pero también hay otros asuntos igualmente importantes que merecen ser abordados en esta interpelación.

No hay un solo asunto en materia audiovisual, como decía antes, que haya tocado este Gobierno y que no esté en la actualidad en los tribunales. Sabemos que la estrategia del Gobierno en materia de comunicación la lleva directamente el propio presidente Rivero. Quizás sea esa la explicación de la pésima gestión en materia de comunicación del Gobierno de Canarias. Me estoy refiriendo en concreto a los tres últimos concursos que se han convocado en esta materia: el de la Televisión Canaria, el de la TDT y el de las licencias de radio, que para desgracia de todos los canarios nos tememos que acabarán en cuantiosas indemnizaciones que terminaremos pagando todos.

Sobre el concurso de las TDT, que ha sido anulado por la justicia, ya lo advirtió el Partido Popular en su momento, en el año 2010, y en concreto José Manuel Soria, cuando, siendo vicepresidente del Gobierno de Canarias, dejó clara la posición del Partido Popular sobre este asunto, indicando que las sentencias debían ser acatadas y que se tendría que convocar un nuevo concurso. Y no me mire así, señor consejero, pues aquí tengo el titular de prensa en el que usted lo puede constatar: "Soria evoca un nuevo concurso de la TDT y Rivero lo desautoriza tres horas después". Precisamente Paulino Rivero se empeñó en seguir con la batalla judicial y, una vez más, la justicia le ha vuelto a quitar la razón.

Luego está el concurso para otorgar nuevas licencias de radio en Canarias, un concurso que ha sido utilizado por el Gobierno de Canarias para hacer un majo y limpio. No solo no se ha valorado la experiencia y la implantación de emisoras fuertemente arraigadas en Canarias, sino que se las ha penalizado de una manera ruin y perversa. El concurso de radios en Canarias ha brillado en todo momento por su falta de transparencia. Se trata de un concurso bajo sospecha, plagado de sombras y con una mesa de evaluación con el sello inconfundible de Coalición Canaria. Estamos hablando de la modificación de las bases con el proceso en marcha, negativas reiteradas del Gobierno a mostrar a los solicitantes rechazados la valoración de su propuesta, la ocultación de información a los concursantes que recurren, el incumplimiento de los criterios al constituir la mesa que valoró las propuestas e incluso sospechas de haber facilitado información. Desde luego a este asunto mucho nos tememos que le queda un largo camino judicial por delante, porque incluso se han interpuesto denuncias penales.

Lo que sí le queremos preguntar, señor consejero, es cuántas de las emisoras adjudicadas están ya emitiendo y cuántos adjudicatarios han renunciado a poner en marcha las emisoras que les concedió el Gobierno. En dichos supuestos, ¿qué va a ocurrir?, ¿se van a sacar nuevamente a concurso dichas emisoras que quedan vacantes? Y se lo pregunto porque, según las bases, lo que no se podría hacer es vender las mismas. Esperamos su respuesta, porque desde luego hay muchos puestos de trabajo en juego.

Voy concluyendo, señorías. Este Gobierno de Canarias se ha caracterizado por utilizar en muchos aspectos los recursos públicos a su antojo. Son expertos en plagiar, de eso saben ustedes y mucho. Así pues, no nos extraña el autoplagio nacionalista del eslogan de uno de sus congresos, Canarias, Más que nunca, el que en el colmo de la desvergüenza pretendían utilizar para celebrar el Día de Canarias.

Y, por último, no quiero dejar de referirme a la reciente Guía de redes sociales del Gobierno de Canarias. Me podrán hablar de licencias libres y de lo que quieran, pero no me podrán convencer, ni a mí ni a quien se tome la molestia de consultarlo, de que la Guía de redes sociales es un corta y pega de la guía catalana y de la guía vasca. Una cosa es inspirarse y otra muy distinta es copiarse sin miramientos. Eso es sencillamente quitar el escudo de Cataluña en un texto y poner el escudo de Canarias en su lugar. Si, como dicen ustedes, eso es práctica común en otras autonomías, gobierne en ellas quien gobierne, le diré que me trae sin cuidado. Yo soy diputado por Canarias y me preocupa Canarias. Desde luego son ustedes como el mal estudiante al que cogen copiando y se justifica en que otros también han copiado.

Desde luego, señores del Gobierno, lamento comunicarles que una vez más en materia de comunicación están ustedes suspendidos.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.

Por parte del Gobierno, el señor consejero.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz): Gracias, señor presidente.

Señor Moreno, voy a intentar obviar las últimas referencias al conjunto de otras cuestiones que no tienen nada que ver con la interpelación, salvo que usted me diga que los medios públicos, también se refiere a la gestión de los concursos de la TDT o los medios privados. Digo, por respeto a su propia interpelación, cosa que usted mismo no tiene.

No tiene respeto ni siquiera por la legalidad vigente, porque hace referencia usted, durante algunas afirmaciones, a un borrador de informe de la Audiencia de Cuentas que ni siquiera está finalmente aprobado. Y, mire, por lo menos este Gobierno espera, sé que ustedes no, ustedes intentan utilizar las instituciones a su antojo cuando les interesa, pero este Gobierno espera a que la Audiencia de Cuentas termine su trabajo. Es un borrador lo que existe y, por lo tanto, es un documento no definitivo. Puede ser o no objeto de modificación en función de las alegaciones presentadas. Luego, por favor, abandone ya esa continua afirmación de supuesto mayor escándalo en Canarias. Mire usted, entre otras cosas, el supuesto mayor escándalo en Canarias, en su caso, cuándo se produjo, qué obligaciones tenían ustedes y qué participación tenían. Mire, señor Moreno, le repito, ustedes tienen una memoria selectiva exclusivamente para aquellas cosas que les interesan, exclusivamente para aquellas cosas que les interesan.

Mire, he dado antes algunas de las cuestiones por las que ustedes en materia de comunicación no pueden dar una sola lección.

Ha llegado usted a hablar otra vez de plagio. De verdad, ¿quiere, después de lo de ayer, seguir hablando del plagio? ¿De qué plagio, el del señor Rajoy en su cuenta de Facebook? ¿Quiere usted hablar de ese plagio, señor Moreno? Tengamos un poquito, aparte de educación (Rumores en la sala.), digo, tengamos un poquito de conciencia de cómo operar en el conjunto de las instituciones y un respeto fundamental, un respeto fundamental.

Señor Moreno, mire, el problema de todo esto es que ustedes tienen un discurso según les interesa, no según la defensa del interés general, porque lo que hace diez días o hace tres meses o hace un año era fundamental hoy en día es superfluo, gasto superfluo. ¿Quiere usted decir que es gasto superfluo hablar de los medios públicos de comunicación en Canarias cuando, por ejemplo, Televisión Española en Canarias mantiene un centro en Canarias que tiene una nula audiencia?, ¿que han contratado un director externo sin ser capaces de elegir al conjunto... entre los profesionales que tenían aquí, por ejemplo? ¿Quiere usted, quiere usted hablar de eso?, ¿quiere usted hablar de eso? Pues, mire usted, ¿sabe lo que he dicho?, en una reunión que mantuvimos con el director de Televisión Española lo que le dijo el Gobierno de Canarias es que nosotros entendíamos la necesidad de que Televisión Española en Canarias continuara en Canarias. ¿Por qué? Porque creemos en la necesidad de, en una tierra singular como Canarias, la existencia de los medios públicos. Esa es la absoluta diferencia. Lo que pasa es que ustedes, según les interese, y como no han logrado, después de muchos esfuerzos por controlar esa televisión políticamente, por todos los esfuerzos que han hecho, no han logrado siquiera tener el respaldo de los ciudadanos, ahora mismo entran en los otros aspectos.

Porque, claro, mire, señor Moreno, es que usted habla de derroche, ¡pero si Televisión Española acaba de contratar tres helicópteros y un avión para imágenes absolutamente inusuales! Eso es lo que hace Televisión Española. Esos son los ejemplos que les podemos poner sobre cómo actúan ustedes en unos medios.

Ha llegado usted a decir aquí que la propuesta de Coalición Canaria altera la elección del director... perdón, la propuesta que hacen los grupos que soportan a este Gobierno, Coalición Canaria y Partido Socialista, para la elección del director de Televisión Canaria altera las reglas democráticas. Pero es que usted vuelve a tener una memoria selectiva: ¿pero es que usted no recuerda lo que ha hecho el Partido Popular modificando la elección, en el Congreso de los Diputados, de forma exclusiva por el Partido Popular? ¿Pero qué lecciones van a dar ustedes a nadie de democracia sobre la elección del director de Televisión Española? No tienen esa posibilidad.

Es que es más, ustedes dicen: "ultimen el proceso". Pero si es que el 17 de mayo han presentado un proyecto de ley en el Consejo de Ministros sobre la modificación nuevamente del Consejo de Televisión Española. O sea, exigen ustedes a este Gobierno, o a los grupos que soportan al Gobierno, que tengan la diligencia, con la variación que ustedes están suponiendo día tras día sobre la regulación de los medios públicos estatales. Pretenden dar lecciones cuando le hemos demostrado que esta tele ha reducido un 50%, un 50%, el presupuesto desde el 2008 y ustedes, cuando han tenido la oportunidad de hacerlo, no lo han hecho. Todo lo contrario, lo que han hecho es introducir mucha más politización en Televisión Española.

Pero es que es más, no lo digo yo, lo dicen los propios dirigentes del Partido Popular, que afirman: "cuando se manipula informativamente un medio, se produce una disminución de las audiencias". Dicho por un dirigente del Partido Popular. Eso es lo que ustedes están consiguiendo hoy en día con Televisión Española y con Radio Nacional, y por eso les está saliendo mal la jugada.

No son ustedes capaces, por tanto, de dar ni una sola lección de democracia a este Gobierno en cuanto a la gestión de los medios públicos, ¡ni una sola!: ni en cuanto a la gestión económica ni en cuanto a la gestión informativa ni en cuanto a gestión, por tanto, de lo que debe ser un medio público de información para el conjunto de los ciudadanos.

Muchas gracias.

El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor consejero.