Diario de Sesiones 151, de fecha 16/12/2014
Punto 4

8L/PO/P-1736 PREGUNTA DE LA SEÑORA DIPUTADA DOÑA MARÍA AUSTRALIA NAVARRO DE PAZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR, SOBRE ACUSACIÓN AL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CANARIAS EN RELACIÓN CON AUTO DE 9 DE DICIEMBRE, DIRIGIDA AL SEÑOR PRESIDENTE DEL GOBIERNO.

El señor PRESIDENTE: Siguiente pregunta al señor presidente del Gobierno de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular.

Doña María Australia.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Señor Rivero, ¿considera apropiado acusar a los miembros de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias de primar descaradamente los intereses de una empresa en su auto de 9 de diciembre?

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, doña María Australia.

Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.

Señora diputada, considero apropiado defender lo que piensa más del 75% de los canarios, considero apropiado defender lo que piensa mayoritariamente este Parlamento, considero apropiado defender lo que pensamos, conjuntamente, en el Gobierno de Canarias, considero apropiado defender con rotundidad lo que piensan seis de los siete cabildos de Canarias y lo que piensa la mayoría de los ayuntamientos de Canarias. En definitiva, considero apropiado defender, por encima de los intereses privados, los intereses generales de Canarias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno.

Doña María Australia.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Mire, señor Rivero, en su alocada carrera de ocurrencias, el miércoles pasado arremetió usted públicamente contra la independencia de los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, con unas acusaciones indignas. Y lo hizo, como todos sabemos, a raíz de un nuevo pronunciamiento judicial que desestima, una vez más, su obsesión contra los sondeos de petróleo y gas.

Mire, señor Rivero, usted no se quiere enterar pero yo se lo digo: todas las resoluciones judiciales dictadas hasta ahora avalan plenamente la legalidad, la seguridad y la protección medioambiental de los sondeos, todas sin excepción. Y le refresco la memoria: Tribunal Supremo, junio del 2012; Tribunal Constitucional, febrero del 2013; Tribunal Supremo, 2013; junio del 2014, Tribunal Supremo. Y ahora, con el auto de 9 de diciembre, la Sala de lo Contencioso del TSJC vuelve una vez más a confirmar el celo del Estado en el procedimiento seguido.

Señor Rivero, la noticia no es que, una vez más, los tribunales le hayan desautorizado en su pulso absurdo contra los sondeos; la noticia es su reacción ante el auto del TSJC. Y es que usted traspasó, señor Rivero, traspasó la línea roja del respeto a la acción de la justicia y a la propia independencia de los órganos jurisdiccionales con unas declaraciones tendenciosas y difamatorias. Usted, señor Rivero, acusó públicamente a los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC de dictar un auto en el que prima descaradamente a una empresa, en el que ha pesado más el interés privado que el interés público.

Señor Rivero, míreme y contésteme: ¿está el presidente del Gobierno de Canarias acusando a los miembros de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias de prevaricar? ¿Es eso, señor Rivero?

Mire, señor Rivero, usted hoy, por mucho que nos pese, sigue siendo el presidente del Gobierno de Canarias, el presidente de esta comunidad autónoma, y usted está sometido al imperio de la ley y a los tribunales de justicia. Por eso hoy le exijo, en nombre de todos los canarios que yo represento, que representa mi grupo, que rectifique, que rectifique esas acusaciones calumniosas, y que además muestre, como no puede ser de otra manera, el debido respeto a los tribunales de justicia.

Señor Rivero, se lo digo por última vez, hágase un favor a usted mismo, hágalo a todos los canarios: acabe ya de una vez con el esperpento constante que protagoniza y, sobre todo, señor Rivero, ponga freno a su incontinencia verbal. Mucho mejor le irá.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, doña María Australia.

Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.

Señora diputada, el conflicto abierto entre la sociedad canaria, el pueblo canario, con el Gobierno del PP de España no es un asunto judicial, es un asunto político y un asunto social. Muy importante. No es un asunto que se dirima en los tribunales, tiene que dirimirse en otro espacio, que es el espacio político, y es un conflicto del pueblo canario con el Gobierno del Partido Popular.

Por otra parte, por lo que respecta al auto, al auto, coincido plenamente, coincide el presidente del Gobierno plenamente con el voto particular. En el voto particular, claramente, de un magistrado se dice que hay una clara descompensación de la posición del tribunal en el sentido de primar los intereses privados por encima de los intereses generales de Canarias.

En definitiva, si usted quiere saber con quién estoy, si estoy con lo que piensa el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la Sala de lo Contencioso en este caso, o con el voto particular, estoy con el voto particular, porque claramente entiendo que, independientemente de si se ajusta a derecho o no, que no se ajusta a derecho y por eso vamos a recurrirlo, ese auto no se ajusta al sentido común, que es muy importante, y el sentido común dice que, cuando una comunidad autónoma, mayoritariamente sus instituciones y su pueblo, tiene una posición contraria a que se lleven a cabo los expolios que se quieren llevar a cabo por el Ministerio de Industria con el brazo ejecutor, Repsol, en Canarias, hay que escuchar al pueblo. Es muy importante escuchar al pueblo. Escuchar al pueblo, sí.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno. Muchas gracias.