Diario de Sesiones 156, de fecha 10/2/2015
Punto 7

8L/PO/P-1778 PREGUNTA DEL SEÑOR DIPUTADO DON NICOLÁS GUTIÉRREZ ORAMAS, DEL GRUPO PARLAMENTARIO NACIONALISTA CANARIO (CC-PNC-CCN), SOBRE DECRETO SOBRE ORDENACIÓN DE LAS ENSEÑANZAS UNIVERSITARIAS OFICIALES, DIRIGIDA AL SEÑOR VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO Y CONSEJERO DE EDUCACIÓN, UNIVERSIDADES Y SOSTENIBILIDAD.

El señor PRESIDENTE: Siguiente pregunta, del señor diputado don Nicolás Gutiérrez Oramas, dirigida al señor vicepresidente del Gobierno.

Don Nicolás Gutiérrez Oramas, del Grupo Nacionalista. Don Nicolás.

El señor GUTIÉRREZ ORAMAS (Desde su escaño): Gracias, señor presidente. Buenos días.

El pasado 30 de enero, el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó, a petición del ministro Wert -recordemos, el ministro menos valorado o peor valorado de todo el Gobierno-, el Decreto 43/2015, de 2 de febrero, sobre los títulos de grado de tres años. Una vez más, el polémico ministro y su ministerio lograban poner de acuerdo a la mayoría de la comunidad universitaria, y la ponía de acuerdo en contra de la aprobación del mencionado decreto y en contra de sus políticas educativas.

Señalaba la secretaria de Estado de Educación, la señora Gomendio, que el ministerio había recibido muchas peticiones de rectores para que el Gobierno flexibilizara los grados universitarios, como finalmente aprobó el pasado viernes 30 de enero. Desde luego, las palabras de la señora Gomendio no se corresponden con las declaraciones del presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, que acordaron, en reunión mantenida el 2 de febrero, pactar un retraso hasta el 2017 para implantar los títulos de grado de tres años. Esta decisión se tomó por acuerdo de 57 votos a favor, 1 voto en contra y 5 abstenciones. En el mismo sentido se han pronunciado los sindicatos de estudiantes universitarios.

Esta, señorías, es la realidad del ministerio, que dice que los rectores solicitan la implantación y los rectores con esta votación le demuestran lo contrario.

Una vez más, se pone en marcha una reforma sin haber evaluado la reforma anterior. Recuerden ustedes la implantación del Plan Bolonia: aun viva, la quieren enterrar.

Como vemos, señorías, en relación con los grados universitarios, no es lo mismo cuatro más uno que tres más dos. El cuatro más uno se desarrolla en Rusia, Ucrania, Grecia, Chipre, etcétera, etcétera; el tres más dos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, etcétera, etcétera. Pero es que, según el ministerio y su polémico ministro, el tres más dos significa mayor flexibilización, potencia la autonomía universitaria, significa un ahorro para las familias y adelanta la inserción laboral.

Señor vicepresidente y consejero de Educación y Universidades, por todo lo expuesto anteriormente es por lo que le realizo la siguiente pregunta: ¿qué valoración hace el Gobierno del decreto que establece la nueva ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 30 de enero?

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Nicolás.

Señor vicepresidente del Gobierno, don José Miguel Pérez.

El señor VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO Y CONSEJERO DE EDUCACIÓN, UNIVERSIDADES Y SOSTENIBILIDAD (Pérez García) (Desde su escaño): Exactamente la misma que ha hecho la Conferencia de Rectores y el consejo de universidades canario, que se reunió la pasada semana.

Yo creo que estamos ante un problema que se ha creado de forma innecesaria, con toda sinceridad lo digo. Creo que el debate no es en estos momentos si los créditos deben tener menos o más en función de los grados. Creo que ese es un debate que debe salir del resultado, como usted ha dicho, del diagnóstico que se haga de lo que fue en su día el sistema de implantación de la convergencia de Bolonia en España, y eso llegará, porque tiempo hay, en el año 2017.

¿Puede un profesional del derecho adquirir la formación adecuada en tres años, con los 180 créditos, necesita cuatro, 240 créditos? Creo que el problema no es este ahora mismo, el problema es que con el real decreto en la mano una universidad puede hacer una cosa y la otra puede hacer la otra, incluso si fuese menester dentro de una misma comunidad autónoma. Esto entraña riesgos, problemas y consecuencias absolutamente indeseables.

Por lo tanto, nosotros lo que hemos planteado al ministerio es que postergue esta situación, que puede generar un caos considerable, que mantenga la homogeneidad en el conjunto de las titulaciones de las universidades españolas en función de los títulos correspondientes y que haya una revisión exhaustiva y seria, junto con la comunidad universitaria, para que en ese momento se adopte la más adecuada decisión, cosa que, por cierto, se está produciendo en sentido inverso en el resto de los países europeos que yo conozco.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don José Miguel Pérez, señor vicepresidente.