Diario de Sesiones 18, de fecha 26/11/2019
Punto 23

10L/PNLP-0051 PROPOSICIÓN NO DE LEY, DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS SOCIALISTA CANARIO, SÍ PODEMOS CANARIAS, NUEVA CANARIAS (NC) Y AGRUPACIÓN SOCIALISTA GOMERA (ASG), SOBRE MEDIDAS PARA LA PLENA INCLUSIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES LGTBI.

El señor PRESIDENTE: Bien. Sí, pasamos a la siguiente proposición no de ley, es una proposición conjunta, la propuesta, en este caso va a hacer la intervención el diputado, don Omar, por favor. (Rumores en la sala).

Señorías, por favor, ocupen sus escaños, guarden un poco de silencio.

Espera, Omar, espera.

Sí, señorías, por favor, cierren las puertas, si son tan amables.

Señorías, por favor, un poquito de silencio, va a intervenir el diputado.

Comenzamos, cuando usted quiera.

El señor LÓPEZ GONZÁLEZ: Gracias, presidente. Buenas tardes, señorías.

"Mayores sin armarios: historia, lucha y memoria", este ha sido el lema escogido este año por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales, plataforma en la que participan colectivos canarios como Algarabía, Gamá, Altihay, Lánzate y Diversas, un lema que deja muy claro el objetivo: visibilizar la realidad y la problemática que sufren las personas mayores LGTBI.

Si hoy puedo hablar en esta Cámara, y visibilizarme como parlamentario joven orgullosamente gay, es porque muchas personas se han dejado la piel por el camino y les estoy profundamente agradecido (aplausos y palmoteos desde los escaños).

"Llegaron a hacer redadas, llegaron hacer redadas, a detener a quince en la bombona de la policía como ganado, como una pila de cochinos, no éramos nadie, éramos menos que nadie". Estas palabras no son mías, son de Marcela, una activista trans que lideró las primeras marchas del orgullo en Tenerife hace ya más de cuarenta años. Marcela es un ejemplo de la memoria viva del movimiento LGTBI canario, un movimiento con acento propio en un país que empezó a hablar en serio del colectivo, al que pertenezco, cuando en 2005 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero transformó en ley lo que el activismo llevaba tiempo reclamando: el matrimonio igualitario (aplausos y palmoteos desde los escaños). En ese paso histórico y el que vino inmediatamente después, la ley de identidad de género del 2007, las islas volvieron a jugar un papel fundamental con el impulso de sus activistas y la complicidad de grandes referentes como Carla Antonelli y Pedro Zerolo. En ese entonces, yo era apenas un adolescente que no sabía mucho de política y que intentaba ser buen estudiante y un niño de fundamento mientras me caía algún que otro insulto en el instituto. "Mariquita" o "nenaza" eran palabras que resonaban en mi cabeza y que me daban a entender que había algo raro en mí, que yo no encajaba con los demás. Fue, en ese entonces, en el calor del debate televisivo, cuando un señor llamado Aquilino Polaino, experto invitado por el Partido Popular al Congreso, vino a decir que las personas como yo estábamos enfermas. Señorías, esto no ocurrió en la Edad Media ocurrió en la década pasada.

Por suerte para mí, para miles de canarios y para millones de españoles, la igualdad venció sobre el odio y las instituciones se pusieron por fin de nuestro lado, de mi lado. Recordando esos momentos de mi vida, entiendo el significado de aquello de "lo personal es político". Y recordando esos momentos de mi vida, entiendo también que la batalla por la igualdad es una lucha permanente, es un legado que heredamos de personas que llevan muchísimo tiempo al pie del cañón, es una herencia que nos urge hacer un ejercicio de memoria histórica.

Hace unas semanas en el municipio de La Orotava se acogían las famosas jornadas Jóvenes sin armarios reuniendo a más de cien jóvenes LGTBI bajo un lema que me parece muy apropiado para esta intervención: "Juventud que recuerda, juventud que transforma".

Hay quienes dirán que ya está todo hecho, que de qué nos quejamos, y yo les digo que no, que hemos avanzado y estamos mejor que antes, pero, sin lugar a dudas, queda muchísimo por hacer y qué menos que empezar por el principio, por volver a la raíz, qué menos que dar las gracias a esas personas mayores y devolverles un poco de todo lo que dieron a nuestra sociedad. Canarias es una tierra comprometida con la diversidad, no les quepa duda, pero seguimos teniendo asignaturas pendientes y una de ellas es el compromiso con el envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional, el reconocimiento del derecho a ser, estar y amar independientemente de la edad porque en muchas ocasiones esas personas que han luchado por la consecución de derechos se encuentran en la más absoluta soledad, especialmente las personas trans, muchas de ellas tienen que recurrir a residencias por el distanciamiento sufrido con sus familias por su orientación sexual o identidad de género, tienen que volver al armario como arma de supervivencia ya que la falta de formación del propio personal de los centros, así como la discriminación que pueden sufrir por compañeras y compañeros hacen que sea el único recurso para terminar sus días. Por eso las instituciones canarias tenemos la obligación de desarrollar todas aquellas medidas encaminadas a la plena inclusión de las personas LGTBI en nuestras residencias, geriátricos y centros de día.

Por todo lo expuesto anteriormente es por lo que los grupos que apoyan a este Gobierno han elevado a la Mesa de esta Cámara esta proposición no de ley para las que les pido el apoyo.

Señorías, es bien sencillo, se trata de hacer justicia social, se trata de hacer de las islas un archipiélago seguro para la diversidad en todos los ciclos de la vida, se trata de que nadie nunca, nunca tenga que volver a ningún armario.

Muchísimas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, don Omar.

Esta propuesta está firmada por cuatro grupos parlamentarios, me trasladan que el compañero diputado ha hablado en nombre de estos cuatro grupos, por tanto, ahora le voy a dar el turno a los grupos no proponentes, no hay enmiendas, por tanto, grupos no enmendantes.

Señora Espino.

La señora ESPINO RAMÍREZ (desde su escaño): Gracias, presidente.

En Canarias, en general, tenemos una situación preocupante con nuestros mayores, cada vez más tenemos una población envejecida y, en muchos casos, esta población sufre de una soledad no deseada. Y en el caso, además, del colectivo LGTBI, a esa soledad también se puede sumar discriminación, rechazo, y tenemos que trabajar para evitarlo.

En muchos casos estas personas se vieron aisladas, incluso de sus familias, por la persecución, la represión que sufrieron, y en otros casos se pueden encontrar en centros, en centros sociosanitarios, en cualquier otro tipo de centros... Y sí que, también, nos parece acertado lo que promueve la PNL, de formar al personal de esos centros para esa atención de esas personas en libertad y que se respete la orientación sexual de cada cual.

Así que hay que poner en valor a estas personas que han luchado por la igualdad en nuestra tierra, creemos que también la ley, la ley que tenemos para proteger al colectivo LGTBI debería ser más efectiva y debería realmente ser más contundente luchando con todas aquellas, digamos, acciones o discriminaciones que puedan sufrir -casos de violencia, casos de odio y discriminación-, también tenemos que concienciar y trabajar con nuestros niños, que conozcan esta realidad.

Y en todo lo que sea defender la igualdad y la libertad, siempre, los colectivos, en este caso, el colectivo mayor de LGTBI, nos va a tener de su lado.

Gracias.

Vamos a apoyar la PNL, yo creo que ha quedado claro.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora Espino.

Turno para el Grupo Parlamentario del Partido Popular.

El señor SUÁREZ NUEZ: Señor presidente. Señorías.

Ser mayor de 60 años y formar parte del colectivo LGTBI no es una situación especialmente fácil, hay que librar una doble batalla por discriminación: la de tu edad a 60 años, a las personas mayores de 60 años ya las empezamos a llamar mayores, y la de la homofobia.

A mí hoy me gustaría nuevamente visibilizar al colectivo sénior LGTBI porque ellos tienen un doble orgullo que mostrar. Cuando pensamos en el colectivo LGTBI parece que la situación empieza a normalizarse gracias a años y años de reivindicación para la aceptación social, aunque bien es cierto que todavía queda mucho por hacer. Sin embargo, ¿alguien se ha parado a pensar qué sucede con el colectivo LGTBI mayor de 60 años?

Los mayores de 60 años que pertenecen a este colectivo tienen que superar una doble barrera social: por un lado su condición sexual y de identidad de género, y, por otro lado, su edad, teniendo en cuenta que en la sociedad actual está desgraciadamente imperante el llamado edadismo o rechazo a las personas mayores. Un sénior, sea homosexual, transexual, bisexual, intersexual, debe superar dos hándicaps sociales para ser aceptados y, lo que es peor, muchas veces tiene que lidiar con su aceptación propia, un proceso no siempre sencillo, y la soledad y el rechazo de salir del armario a su edad puede acarrearle, es la llamada soledad de los mayores homosexuales. No lo digo yo, lo dicen ellos y ellas. En mis conversaciones con las personas de este colectivo me llegan a decir que ellos, las personas LGTBI mayores de 60 años sufrimos una doble discriminación: homofobia y edadismo.

He estado mirando varios estudios, he aprendido mucho de ellos, pero por el tiempo además que me queda sí me gustaría hacer un llamamiento, como hacía el compañero también del Partido Socialista Canario, yo creo que es el momento de visibilizar esta realidad y tomar medidas políticas y acciones institucionales hacia el colectivo LGTBI que no solo se centre en las personas más jóvenes. Los sénior LGTBI merecen su lugar en la sociedad más que nunca.

Ni un paso atrás.

(Aplausos y palmoteos).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Muchas gracias, señor diputado.

Turno ahora para el Grupo Nacionalista.

El señor MACHÍN TAVÍO: Gracias, presidente.

Señorías, cuando uno todavía sigue siendo testigo en el tiempo en el que estamos de sucesos de LGTBIfobia las únicas palabras que se le pueden pasar por la mente son la mediocridad y la vergüenza como sociedad. Amar a quien sea independientemente de quién sea nunca puede ser sinónimo de restricción, (aplausos), amar a quien sea es un sentimiento tan puro, tan libre, tan generoso, que nadie, absolutamente nadie, puede juzgar tal acto.

Me sumo, Omar, a la felicitación, creo que es necesario, y también me sumo al voto favorable de mi grupo parlamentario.

Desde la rabia, el dolor y la violencia solo se esconde la insatisfacción la inseguridad por no poder amar sin reparo.

En la exposición de motivos no vi por ningún lado los logros que se han convertido en Canarias muy famosos, como es uno el del Protocolo para el acompañamiento del alumnado trans* y atención a la diversidad de género en los centros educativos públicos, en la Ley del Deporte existen especificidades para consolidar los derechos LGTBI, el Proyecto realidad trans, Protocolo de atención sanitaria, el desarrollo del artículo 17 para conseguir que en el proceso de reasignación de sexo esté y contemos con la documentación administrativa única. Todo esto no lo he visto por ningún lado.

Espero que este acuerdo conlleve ficha financiera, que conlleve viabilidad, porque si no... Es un tema tan delicado que si no lo llevamos a cabo podemos dañar al colectivo.

Es cierto que abrir un proceso de reflexión es un punto del acuerdo. No lo encuentro viable, creo que es algo que... esa reflexión ya está sobrepasada, es algo que todo el mundo entendemos por bien. Lo que hay que hacer es habilitar pisos compartidos para mayores LGTBI, ¿por qué?, porque ir a un centro convencional puede conllevar denigraciones a los sujetos.

Solicito al Gobierno que devuelva a este Parlamento la ley ya redactada, consensuada, y, sobre todo, habilitada por todos los colectivos, que nos pongamos a trabajar y que la aprobemos de una vez.

Mi grupo apoyará, como acabo de decir -no podía ser de otra manera-, para que estas personas salgan a la calle cada vez más libres más seguras y, sobre todo, más felices.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias.

Por lo tanto, han intervenido los tres grupos enmendantes y procedemos a votar.

(El señor presidente hace sonar el timbre de llamada a la votación).

Ocupen sus escaños, señorías.

Señorías, votamos (pausa).

Señorías, 66 votos emitidos: 66 síes.

Queda aprobada por unanimidad.