Diario de Sesiones 20, de fecha 10/12/2019
Punto 15

10L/PO/P-0294 PREGUNTA DE LA SEÑORA DIPUTADA DOÑA MARÍA ESTHER GONZÁLEZ GONZÁLEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO NUEVA CANARIAS (NC), SOBRE DOTACIÓN DE UNIDADES DEL DOLOR, DIRIGIDA A LA SEÑORA CONSEJERA DE SANIDAD.

El señor PRESIDENTE: Turno para la diputada doña María Esther González, del Grupo Parlamentario Nueva Canarias, sobre dotación de unidades del dolor, dirigida a la señora consejera de Sanidad.

Doña Esther, tiene la palabra.

La señora GONZÁLEZ GONZÁLEZ (doña María Esther) (desde su escaño): Gracias, presidente. Buenos días a todas y a todos.

Consejera, como bien sabe, el dolor es una, en la enfermedad crónica produce un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecemos. Repercute en nuestra vida familiar, condiciona nuestras relaciones sociales y dificulta nuestra vida laboral; nos produce ansiedad, depresión, aislamiento e incomprensión. El dolor asociado a la enfermedad crónica es un tema complejo, y desde el punto de vista sanitario la mejor fórmula de las inventadas para tratar este complejo tema -insisto, complejo tema- son las unidades multidisciplinarias en las que los facultativos de diversas especialidades, como los traumatólogos, los rehabilitadores, los psiquiatras, los psicólogos o los neurólogos, por poner ejemplos, deben abordar esta enfermedad con un enfoque integral del paciente y desde una perspectiva biopsicosocial. Porque es que, de no ser así, lo que el sistema sanitario hace con los pacientes, con estos pacientes con enfermedades crónicas no es tratarnos es maltratarnos.

El gran problema es que en Canarias las unidades de dolor han nacido de forma desorganizada y, además, no por interés del Servicio Canario de la Salud, sino por el impulso de una serie de facultativos que han entendido que esta es una materia muy importante y que han decidido ponerse las pilas. Pero la desgracia -o por desgracia- tan solo el 2 % de los enfermos con dolor crónico tienen el privilegio de acceder a esta.

En la actualidad en Canarias existen tres unidades del dolor multidisciplinares: en el Negrín, en la Candelaria, en el Hospital Insular, una unidad en el Hospital Universitario -que no es multidisciplinar porque sus facultativos no están especialidades en abordar la enfermedad con perspectiva biopsicosocial- y dos más en La Palma y en Lanzarote, con solo un facultativo. Lo indudable es que esto demuestra la escasa importancia o por lo menos ausencia de priorización que el sistema sanitario está dando a estas unidades del dolor, y de ahí mi pregunta, consejera: me gustaría saber qué medidas ha adoptado o piensa adoptar, tanto para crear nuevas unidades de dolor como para dotar adecuadamente a las ya existentes.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora diputada.

Señora consejera.

La señora CONSEJERA DE SANIDAD (Cruz Oval) (desde su escaño): Señora diputada.

Efectivamente, usted yo sé que conoce perfectamente que en marzo de este año un grupo de 30 profesionales de atención primaria y atención hospitalaria comenzaron a elaborar un borrador de estrategia frente al dolor crónico no oncológico. Efectivamente, este Gobierno ha venido con una idea clara: esas estrategias que no van más allá de un tema de voluntad política quiere reconvertirlo en compromisos del Gobierno, y ese compromiso del Gobierno, sin duda, irá acompañado de la correspondiente ficha financiera.

Usted hacía referencia a las seis unidades del dolor que tiene Canarias, efectivamente, ni Fuerteventura ni La Gomera ni El Hierro ahora mismo tienen unidades. Una vez que este Gobierno convierta esa estrategia en un plan, sin duda fortaleceremos la red de profesionales que tienen que tener cada una de esas unidades del dolor, hay que hacer apuesta decidida por la formación de los profesionales, porque el 85 % de la población es atendida en atención primaria, el 15 % en atención hospitalaria y, al menos, o solo el 2 % en las unidades específicas de atención al dolor.

Quiero decir que es una enfermedad con gran prevalencia, estamos hablando de que en Canarias hay diagnosticadas, en el 2019, 371 000 personas, es decir, el 17 % de la población tiene este tipo de patología. Es una patología que esta consejera se va a tomar muy en serio.

Muchas gracias, diputada.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora consejera.