Diario de Sesiones 6, de fecha 10/9/2019
Punto 11

10L/C/P-0052 COMPARECENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL GOBIERNO, SOBRE LOS INCENDIOS ACAECIDOS EN GRAN CANARIA EN EL MES DE AGOSTO, A PETICIÓN DEL GOBIERNO.

El señor PRESIDENTE: ... sobre los incendios acaecidos en Gran Canaria en el mes de agosto, a petición del Gobierno. Por lo tanto, tiene la palabra, va a tener la palabra a continuación, el señor presidente del Gobierno; después los grupos parlamentarios en orden inverso al número de diputados, por turno, por espacio de diez minutos.

Cuando terminemos el punto del orden del día, dependiendo de la hora en la que nos encontremos, retomaremos en el pleno las preguntas hasta el parón, y luego ya decidiremos, siguiendo los usos y costumbres de la legislatura anterior, a qué hora regresaremos o reanudaremos la sesión en horario de tarde.

Tiene la palabra el señor presidente del Gobierno.

El señor PRESIDENTE DE CANARIAS (Torres Pérez): Muchas gracias, presidente, muchas gracias.

(El señor presidente de Canarias hace uso de los medios audiovisuales).

Comparezco a petición propia, y también tras una reunión que tuvimos con los grupos parlamentarios, para hablar sobre el incendio que asoló la isla de Gran Canaria entre los días 10 y 21 de agosto de 2019.

Esos fueron los días del infierno en nuestra tierra, fueron doce días de angustia, porque todo se inició en un primer incendio, un sábado día 10, y empezamos a ver la luz al final del túnel una semana y pico después, el 21, cuando el tiempo y el gran trabajo de los efectivos terrestres y aéreos habían dado resultado.

Estábamos ante una sucesión de tres acontecimientos, un incendio primero, que quemó más de mil hectáreas; un segundo provocado, más pequeño, en matorrales; y un tercero, un gran incendio forestal que, en su conjunto, han supuesto el incendio más grave de nuestro país en los últimos doce años.

Y creo que hago con mis palabras justicia cuando digo que toda Canarias, incluso la comunidad nacional e internacional, sintió como el alma se le encogía, el corazón se le colocaba en un puño, y hasta hoy, prácticamente hasta hoy, dura el susto de lo que pudo haber sido muchísimo peor de lo que fue, grave, pero pudo ser absolutamente catastrófico.

Como digo, fueron una sucesión de tres incendios; dos de ellos grandes incendios forestales. Un gran incendio forestal es aquel que termina asolando más de 500 hectáreas. Tanto el primero como el tercero son dos grandes incendios forestales.

El primero, que se llamó incendio forestal de Artenara, que empezó el día 10 de agosto, y que tuvo una evolución, hasta empezar a ser controlado el 14 de agosto, quemó más de 1163 hectáreas. El tercero, que comenzó siete días después, también en sábado, cuando teníamos una ola de calor que asolaba a toda Canarias el llamado incendio forestal de Valleseco quemó 9200 hectáreas. El medio, el de Cazadores, que se generó cuando los operativos más cansados estaban y abandonábamos la sala del 1-1-2, en ese momento se origina de manera intencionada, según todos los indicios, un incendio en Telde, que caminó hacia Ingenio y Agüimes, que quemó 160 hectáreas. En total, hablamos de un perímetro de 135 kilómetros.

El tercero de los incendios, quemando menos hectáreas, tuvo mucho más perímetro de actuación que el del 2007, lo que hacía mucho más difícil su control. Cuando hablo de perímetro lógicamente es que tenía más entradas y salidas en todo lo que era el círculo de contención del incendio, y esto hizo que fuera muchísimo más complicado y poder hacerle frente.

Además, cuando se origina el tercero de los incendios ocurre la famosa y tremenda y terrible coordenada de los 30-30-30, es decir, teníamos más de treinta grados, llegamos a tener más de cuarenta y cinco, teníamos una humedad por debajo del 30 % y teníamos vientos por encima de treinta kilómetros por hora. Cuando esto ocurre es la tormenta perfecta que provoca un incendio de esta envergadura.

Hay ejemplos que demuestran lo difícil que fue vencerle, la envergadura de este incendio, pero quizás el ejemplo que hoy casi se da en primicia en este Parlamento sea el pirocúmulo, ¿qué es un pirocúmulo que vemos en las imágenes?, un pirocúmulo es una nube que, naciendo desde la tierra hacia el cielo, tiene una extensión en altura de varios kilómetros, se provoca, fundamentalmente, por una detonación nuclear, es lo que se llama como "hongo atómico", puede ser provocada también por una erupción volcánica y, en menores circunstancias, cuando se dan ciertos condicionantes absolutamente extraordinarios se puede dar en un incendio. Hasta este momento, hasta el comienzo de agosto del año 2019 en toda Canarias solo se había constatado la existencia de un pirocúmulo, en el incendio tercero de Gran Canaria hubo dos pirocúmulos. Una de las imágenes que pueden ver, desde Agaete, demuestra lo que estoy en estos momentos comentando y el gran riesgo de un pirocúmulo es que, una vez que llega a la altura máxima, cae; y hay dos opciones en esa caída, si cae tal y como se levanta el efecto es muchísimo menor que si se expande con (ininteligible) hacia las zonas colindantes, con lo cual se produce un hecho absolutamente catastrófico. La suerte que tuvimos en este incendio, igual que lo que tuvimos en el pasado, es que los dos pirocúmulos cayeron tal y como se levantaron, ahí tuvimos una tremenda suerte natural.

Es verdad que hubo otros ejemplos que demuestran la envergadura de este incendio. Fueron evacuadas, desalojadas, tuvieron que dejar sus casas unas diez mil personas pertenecientes a 10 municipios -Gran Canaria tiene 21 municipios-, 10. Estamos hablando de que el objetivo fundamental, una vez se inició el tercero de los grandes incendios, que no era otro que el salvar vidas, llevó consigo una absoluta coordinación para que las personas abandonasen sus casas en el momento en el que ya llegaba el peligro, y no es fácil, ni mucho menos, desalojar a 10 000 personas de 10 municipios distintos con la diseminación que tenemos en nuestra tierra.

Otros ejemplos que demuestran la envergadura es que nunca antes en Canarias se habían utilizado tantos medios, hablamos concretamente de 18 medios aéreos, 11 que ya teníamos en Canarias y 9 que fueron suplementados por el Gobierno de España, la Comunidad de Castilla-La Mancha y que llegaron a nuestra tierra. Hablamos, justamente, de que se habían descargado sobre el incendio, en cuatro días, millones de litros de agua, y lo decía en mi primera intervención, el 19 de agosto amanecíamos con todos los medios en la isla de Gran Canaria.

Se trabajó con denuedo, con esfuerzo, con sudor, con lágrimas y cuando llegó el ocaso, cuando llegó la noche habíamos pasado de 6000 hectáreas a 10 000, es decir, que ni con todos los medios, más de mil personas trabajando en el incendio, se podía contener el avance del mismo. Por eso, esa noche, cuando estábamos en la rueda de prensa, decíamos claramente que el incendio nos estaba ganando, que terminaríamos venciéndole, pero que era real y no podíamos esconderlo, que ni con todos los medios operativos, con el gran esfuerzo que se estaba realizando nos iba ganando terreno de manera amenazante llegando, avanzando hacia Inagua y hacia Los Llanos de la Pez, incluso se utilizaron retardantes con el agua para hacer que el efecto de esas descargas fueran mayores con el objetivo de poder contenerlo.

Hubo momentos críticos, pero el 27 de agosto conseguimos declarar controlado el tercer incendio. En este momento no está extinguido y aún tardará tiempo para que podamos declarar como extinguido este tercer incendio. Pero, de todos los momentos críticos, el peor, sin duda, fue el de la tarde-noche del 19 de agosto. Esa tarde noche nos preparábamos para lo peor, tenían que ser desalojados barrios de la zona sur porque justamente cuando beneficiaba la llegada de los alisios por el norte estos mismos vientos empujaban al incendio a una velocidad inusitada hacia Tasarte, Tasartico, Tunte y La Aldea. Y a todos les llegó el recuerdo del incendio de 2007.

Por suerte, esa noche, cuando abandonábamos la rueda de prensa, los equipos de extinción recorrieron punto a punto los lugares problemáticos de ese incendio y a la seis menos veinte de la mañana, sin dormir, cuando recibíamos en el chat oficial el último informe verbal, en este caso del responsable esa noche que era Federico Grillo diciendo que el incendio no había podido sobrepasar, por suerte, los muros de Inagua, en aquel momento saltaron las lágrimas de alegría. Era la primera vez que las lágrimas eran de alegría porque hasta entonces habían sido, fundamentalmente, de congoja, de miedo, en algunos casos de pánico.

Los efectos del incendio están ahí. Han desaparecido mamíferos, animales, la suerte es que no ha habido daños personales, heridas menores, y es el gran éxito de este incendio, ninguna persona ha perdido la vida; 15 viviendas afectadas, 5 en Tejeda, 6 en Gáldar, tres Artenara, 2 en Valleseco, 2000 hectáreas de cultivos afectadas, aves diversas -el picapinos, el gavilán, el cuervo-; daños en el patrimonio público; parque natural de Tamadaba 30 % afectado; el Nublo; el Doramas; el monumento de Montañón Negro en su gran extensión; el paisaje protegido de las cumbres;... El daño medioambiental -ya lo decía- es altísimo, es grave, pero la herida -y voy terminando en esta primera intervención- y la cicatriz que ahora empieza a llegarnos merece, merece que hagamos, que nos centremos en esos pueblos que fueron afectados y sus hombres y mujeres. Nada hay peor que tener que dejar tu casa para no saber cómo vas a encontrarla, si puedes finalmente regresar, y que la misma haya sido salvada.

Por eso yo quiero agradecer -y termino- a todos esos municipios... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo). Termino. ¿Treinta segundos?

El señor PRESIDENTE: Un minuto.

El señor PRESIDENTE DE CANARIAS (Torres Pérez): Un minuto.

Todos esos municipios que sufrieron el incendio: Artenara, Tejeda, Agaete, Moya, Santa María de Guía, Gáldar, San Mateo y Valleseco sufrieron en sus carnes, en su territorio, la llegada del fuego y parte de sus bellezas fueron aniquiladas por esa voracidad tremenda. Y junto a ellos también vecinos que tuvieron que marcharse de sus casas de San Bartolomé de Tirajana y de La Aldea. A todos ellos en este primera intervención, porque culminaré agradeciendo a quienes estuvieron trabajando en su extinción, el agradecimiento como presidente del Gobierno de Canarias.

Dije en aquellos días tremendos que terminaríamos venciendo al incendio, esto se ha logrado, y lo mejor que podemos desear es que no tengamos que volver a comparecer, si es posible, para hablar de ningún incendio en Canarias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente.

A continuación abrimos los turnos de los grupos parlamentarios en orden inverso al número de diputados. Comenzaremos, por tanto, por el Grupo Mixto, que, si lo desean, no sé si se han distribuido el tiempo o va a intervenir estrictamente el señor Curbelo.

Tiene la palabra el señor Curbelo.

El señor CURBELO CURBELO: Muchas gracias, presidente. Señorías.

Señor presidente del Gobierno quiero empezar agradeciendo en nombre de mi grupo el que comparezca hoy para hablarnos de los incendios ocurridos el pasado mes en Gran Canaria, de esos terribles incendios que conmovieron a la opinión pública canaria durante el mes de agosto y de todo el operativo, que seguro que nos hablará después de los medios materiales que se emplearon en las labores de extinción, el control, la extinción, así como los evacuados, daños materiales que se han producido.

Pero me va a permitir que empiece primero honrando a los que ya no están, y han sido varios, recuerdo uno en La Palma, en Gran Canaria y muchos en La Gomera.

Este incendio último de Gran Canaria ha sido terrible pero afortunadamente no nos ha arrebatado ninguna vida. Yo no sería fiel a la isla de la que vengo, La Gomera, ni a la memoria de las víctimas si no recordara hoy aquí a los que han perdido su vida luchando por salvar los bosques de Canarias y que han intentado escapar de ese fuego que muchas veces nos arrebata la vida.

Más de sesenta personas han perdido la vida a causa de los incendios en España. Las vidas saben que no se recuperan, las cicatrices del fuego sí, por tanto, aunque también son profundamente dolorosas, este verano ha sido Gran Canaria la que ha tenido el alma en vilo a todos los habitantes, no solo de esa isla hermana, sino también de todos los habitantes de Canarias que hemos vivido con el corazón encogido las enormes dimensiones del siniestro, el 8 % de la superficie de la isla de Gran Canaria.

Quiero decirle presidente Torres que ha estado usted a la altura de lo que cualquier canario esperaba del presidente del Gobierno y del Gobierno de Canarias. Se lo digo de corazón y le diría lo mismo si no estuviera formando parte de un pacto para la gobernabilidad de Canarias, es de corazón. Al César lo que es del César, ha estado usted donde debía estar, con el protagonismo justo que debía tener, ayudando a los técnicos sin estorbar -a veces la política estorba muchas cosas-, tranquilizando, informando con veracidad a la población y moviendo todos los recursos e influencias que a veces hay que mover para obtener los recursos un poco más rápido, nunca se había visto en Canarias 18 medios aéreos sobrevolando para extinguir un incendio, lógicamente, aquí hay detrás alguna gestión, porque, a veces, por no decir muchas, la victoria contra el fuego depende de la capacidad de reacción de los medios con los que se cuente y de la suerte que tengamos.

Pero esta vez además tenemos que felicitar a mucha más gente, además del presidente del Gobierno de Canarias, porque el comportamiento de todas las instituciones canarias, cabildos, ayuntamientos, de todos los ayuntamientos, inclusive con la cooperación no solo del Estado, sino de otras comunidades autónomas, el comportamiento de todas las instituciones de las islas y de la oposición de los distintos grupos parlamentarios, a veces, los grupos parlamentarios, cuando ocurre una cosa de estas, somos críticos, hacer más de donde hay un drama, pero hemos sido todos coherentes y hemos mostrado una solidaridad impecable y extraordinaria, eso es muy importante, presidente. Usted, señor Torres, ha dado las gracias a todos los líderes de los partidos políticos que le mostraron su apoyo en los peores momentos, y lo ha hecho bien, lo ha hecho bien, un pueblo que ante sus peores adversidades expresa la solidaridad y el civismo, el civismo ciudadano, qué comportamiento ejemplar, nunca lo hemos visto, con un movimiento de más de 10 000 personas desalojadas y más de 600 realojadas, con un civismo y un comportamiento también de la clase política capaz de unir en los momentos verdaderamente difíciles son la clara demostración de nuestra mayor y mejor fortaleza.

La Mesa de este Parlamento tomó la decisión de distinguir a quienes se enfrentaron con el monstruoso incendio de Gran Canaria, y es una iniciativa que nosotros aplaudimos. Es verdad que los tiempos para la convocatoria de los plenos ordinarios en las corporaciones locales, en este caso la insular, funciona más tarde. Ya lo había previsto el Cabildo de La Gomera, lo pidió la Mesa del Parlamento y también lo anunció el presidente del Gobierno es que hay que reconocer a las personas que durante un momento determinado y los colectivos dan sus vidas para defender lo común, lo que es de todos, el monte. Por tanto, ese especial reconocimiento a los luchadores que es adecuado y es el momento mejor para ello.

Por tanto, quiero decir, presidente, que en los incendios y en las catástrofes de esta naturaleza la coordinación, la coordinación, es muy importante, la coordinación para seguir los protocolos. Los incendios que han ocurrido en Canarias y otros lugares de nuestro país han ido perfeccionando los protocolos, ha ido mejorando los medios y han ido avanzando en la eficacia final de la extinción cuando tenemos que lamentar un incendio de estas características, que habitualmente llega de forma inesperada y en los peores momentos, llega en el verano, cuando hay mucho calor, altas temperaturas, escasa humedad y pirómanos por doquier.

Por tanto, mi grupo valora mucho la coordinación, el civismo ciudadano y la cooperación institucional.

El presidente del Gobierno respondió a algunos de los que hoy han hecho preguntas acerca de los medios. Claro que hay medios en Canarias, han ido mejorándose paulatinamente. Yo soy de los que cree que el Kamov es un arma para combatir el incendio de forma potente, porque el Kamov en las islas occidentales donde tienen una orografía muy accidentada el Kamov es capaz de llegar con una potencia a cualquier conato que se pueda producir en cualquier ámbito de una ladera donde no llega otro medio aéreo.

Por tanto, creo que la cooperación institucional, tanto del Estado como de las comunidades autónomas, los cabildos, ayuntamientos y los propios medios canarios son muy importantes.

Y también el apoyo ciudadano. Porque el apoyo ciudadano en este caso es silencioso, suele ocurrir cuando hay un incendio, apoyo silencioso en la comprensión y en la cooperación para atender siempre todas aquellas cosas que se plantean desde el ámbito de la coordinación del operativo, que es muy importante, porque claro el presidente del Gobierno es el responsable político y el que coordina y gestiona los medios. Porque hay algunos, yo recuerdo en mi época, que a mí me han pedido no sé cuántas cosas y por la responsabilidad del incendio, como si nosotros fuéramos ingenieros. Pero en fin, tenemos responsabilidad pero tenemos que estar cada uno en el sitio que corresponda.

Por eso yo creo que la comparecencia de hoy, señor presidente del Gobierno, es una comparecencia oportuna, porque nosotros debemos traslucir, debemos informar a la ciudadanía de cómo ocurren las cosas y tal como ocurren. A veces perdemos más queriendo guardar algo que hablando con transparencia de la realidad de lo que ocurre en el acontecer del día a día y en el hecho de los incendios, que son situaciones dramáticas, con mucha más razón. Por eso mi grupo valora muy positivamente el que el Gobierno haya pedido el informar a esta Cámara y, lógicamente, seguro, entiendo yo, independientemente de que estemos en el Gobierno o en la oposición, que aquí sí que pido el apoyo de todos para trabajar en el futuro próximo buscando los mejores medios, buscando los mejores protocolos.

Siempre cabe perfeccionar. Yo recuerdo en alguno de los incendios que se han producido en Canarias, que no había ningún medio en aquel momento que fuera capaz de coordinar tanto tráfico aéreo en un espacio tan reducido a la vez. Eso fue el producto de las reflexiones con posterioridad a los incendios que se produjeron en Canarias, porque 18 medios aéreos, que fueron los que, en un momento determinado, sobrevolaron el espacio aéreo donde tenían lugar los incendios, creo que es muy importante hacerlo.

Así que, por esa razón, creo que es importante que haya comparecido, que haya explicado a la ciudadanía todo lo que se sabe del mismo, y a partir de ahora todos hagamos una reflexión conjunta para sumar, para contribuir a definir todas aquellas cosas que pueden mejorar la situación para que en Canarias, que es una comunidad autónoma que vive del turismo, y el medio ambiente tiene que ver mucho con la sostenibilidad de nuestros espacios naturales, sea posible construirlo por parte de todos.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, don Casimiro.

A continuación tiene la palabra, también por espacio de diez minutos, el portavoz del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias.

El señor MARRERO MORALES: Buenos días, señor presidente, buenos días, señorías. Buenos días a los invitados.

En primer lugar, darle las gracias por su comparecencia, que creo que era, no solo oportuna, como decía el señor Casimiro, sino, a parte de eso, imprescindible, necesaria, en estos momentos.

Desde Sí Podemos Canarias queremos reiterar, en primer lugar, nuestra solidaridad y apoyo a las miles de personas afectadas por los incendios en este verano en Canarias, en Gran Canaria. Las personas, sus bienes, los pequeños negocios de las zonas afectadas, que tienen que volver a resurgir de las cenizas como ave fénix, todos ellos esperan que se les preste ayuda de forma urgente.

En segundo lugar, queremos manifestar nuestro reconocimiento a todas aquellas personas, técnicos, bomberos, policía local, voluntariado, responsables públicos, que formaron parte de todo el dispositivo y se pusieron al servicio del interés general. Muchas gracias a todas esas personas porque, además, de alguna forma, pues, fueron coherentes, obedeciendo las órdenes que se les daban de evacuación, etcétera, para no causar mayores trastornos.

En tercer lugar, felicitar a todo el equipo que, encabezado por el presidente del Gobierno, y conformado por responsables técnicos y responsables políticos, nos mantuvieron bien informados, de manera puntual, veraz, creíble, coordinada y sin contradicciones. Han estado ustedes a la altura de las circunstancias, por tanto, mi felicitación.

Consideramos un acierto el que cada sector cumpliera su cometido. Los expertos que hicieron su trabajo, y los responsables públicos el suyo, de manera coordinada y sin interferir unos en las decisiones de los otros. En estos momentos de emergencia es cuando sobresalen los valores de una sociedad como la canaria, que se mostró absolutamente preocupada, solidaria, comprometida con los incendios de Gran Canaria, del mismo modo que las personas afectadas siguieron esas órdenes de evacuación y el resto de la población se volcó en prestarles ayuda.

De los muertos de incendios pasados, esos muertos nos han enseñado a no cometer los mismos errores. Vaya un reconocimiento a todas esas personas que, en Canarias, han perdido sus vidas con motivo de incendios anteriores y que han posibilitado que, en estos momentos, no tuviéramos ninguna víctima.

La conmoción social que produce una tragedia de estas características hace que el debate social sea intenso. Las llamas se apagaron, pero al rescoldo de las mismas, el debate social está vivo en estos momentos dentro de la sociedad canaria, como también lo está la controversia sobre si eran galgos o podencos, siguiendo a nuestro compatriota Iriarte, los que debieran apagar el incendio. Pues esa idoneidad sobre los aparatos aéreos más eficientes, dadas nuestras condiciones orográficas, que las decisiones técnicas las tomen los técnicos, que son los que conocen del asunto suficientemente.

En estos momentos hay un auténtico torbellino de ideas, tanto sobre las causas, sobre cómo hacer, qué hacer, para prevenir estos desastres en el futuro. Es decir, las redes echan humo. Junto a ese necesario y enriquecedor debate social, ha llegado el momento de realizar una evaluación sosegada de lo que ha pasado.

En primer lugar, habrá que revisar, que escudriñar, lo que no se ha hecho bien anteriormente, es decir, hoy hablamos de parabienes, pero cuando se evalúe habrá que hablar de qué es lo que no se ha hecho bien hasta ahora dentro de la sociedad canaria, a través de las instituciones, etcétera, para que estas tragedias, en la medida de lo posible, se puedan evitar, no pueden ser absolutamente inevitables, pero sí debemos poner los medios para ello. Y el objetivo es esclarecer las correcciones oportunas, porque cuando se hace una evaluación y salen a flote de alguna manera, los aspectos negativos es para que al lado de ella pongamos las correcciones oportunas, ya sean en medios, ya sea en personal, ya sea en estrategias, en protocolos, en qué hacer al día siguiente, etcétera, etcétera.

En segundo lugar, yo creo que también, en cualquier tipo de evaluación que se haga sobre un acontecimiento, hay que señalar los aciertos, tanto en las previsiones como en el proceso, y señalar los aciertos se hace también para consolidarlos y para mejorarlos, si eso fuera posible.

Y, finalmente, la tercera pata que no falta en cualquier tipo de evaluación, que es qué hacer de cara al futuro, establecer un plan integral de lucha contra los incendios, que contemple desde las fases de prevención, información, procesos de participación y corresponsabilidad, dotación permanente de medios humanos y materiales, pasando por las actuaciones coordinadas cuando ocurren las catástrofes, revisando los protocolos de actuación, contrastando entre técnicos, responsables políticos y ciudadanía los procedimientos más adecuados, y prever, una cuestión importantísima, qué hacer desde el día siguiente a la extinción de un incendio, porque normalmente el tiempo apremia, y ahí cuando tratemos la comparecencia presentada por el consejero Valbuena pues ya veremos los planteamientos del qué hacer después de un incendio, porque cuando lleguen las próximas lluvias ya tenemos problemas con los animales y las plantas afectadas, tenemos problemas de resarcimiento de ese mal causado, etcétera, etcétera.

El amigo Antonio González Viéitez decía recientemente en un artículo, leo textualmente: "Es interesante constatar que la totalidad de las reflexiones y valoraciones que vienen apareciendo estos días aquí en Canarias encuentran su explicación en los tremendos cambios producidos en las últimas décadas, y que han afectado sobre todo al sector primario, y han forzado la despoblación de la cumbre y las medianías". Y nos añade una cuestión que dice: "Solo un dato para darnos cuenta de tamaña mutación en estos últimos cincuenta años. Hace sesenta años la población activa canaria en el sector primario pasaba -era superior- al 54 %, en la actualidad, y desde hace ya bastantes años, esa población activa -del sector canario- está anclada en torno al 2,5 %". Es decir, entonces no podemos trasladar soluciones de hace sesenta años ni pensar que lo que hay que hacer son las soluciones de hace sesenta años a la situación actual de nuestra sociedad.

Y añadía Viéitez en ese artículo: "La situación actual, como todos sabemos, está a años luz. Y la cuestión, ahora, es si será posible retornar a la vieja situación o, por ser ésta inimaginable, tratar de buscar y encontrar otra forma de cuidar y atender los bienes públicos de medianías y cumbres".

Está claro que tenemos que buscar soluciones para el aquí y el ahora, no nos valen las soluciones del pasado, pero sí podemos aprender también de la sabiduría acumulada por nuestra gente, que ha vivido y ha transitado por esos montes, que ha tenido contacto con la naturaleza, que ha hecho aprovechamiento, etcétera, etcétera, para aprender también de esa sabiduría acumulada popular.

Está claro que hay que buscar esas soluciones, y esto nos llevará a hablar, seguramente, de nuestro modelo productivo, de nuestros hábitos de uso y consumo, de revisar el modelo de sociedad que hemos creado, de establecer las modificaciones necesarias y tener claros los objetivos a largo plazo de lo que queremos sean las próximas generaciones. Nosotros somos conscientes de que pensar y planificar más allá de una legislatura no suele ser frecuente en la política canaria, es decir, todos estamos metidos en el cortoplacismo, por tanto, tenemos que empeñarnos en que pensar, soñar y planificar cómo queremos que sea la Canarias de 2050 lo tenemos que hacer y ponernos a ello.

Y en esa línea tenemos que ir construyendo, y tomo ahí prestado también del artículo de Viéitez su propuesta, de un plan para una sociedad de los cuidados comunes, que atienda entre otros aspectos, y en el caso que nos concierne, a cuidar y a atender nuestro patrimonio natural, nuestros bienes públicos de las masas forestales, el aprovechamiento de las mismas, la formación y contratación de profesionales, la adquisición de medios suficientes, recuperar los caminos reales, senderos y veredas para caminantes, promocionar la agricultura y la ganadería, establecer, cómo no, la tasa ecológica, incorporar a todos los agentes económicos y sociales a estos compromisos para avanzar en una economía circular real.

La demanda de participación ciudadana es un valor importante, y nosotros, desde nuestro grupo, le damos mucha importancia a esa participación ciudadana. Consideramos que ni los técnicos ni los políticos, ninguno de los dos grupos en solitario, tienen la capacidad suficiente para realizar todas estas cuestiones, porque la participación ciudadana implica también corresponsabilidad, en la medida en que tú participes te sientes corresponsable, si eres parte del problema también tienes que ser parte de la solución. Por tanto, que la ciudadanía organizada se preocupe por la cosa pública es un importante paso para avanzar como sociedad en esa corresponsabilidad, tenemos, por tanto, que propiciar la escucha activa de las propuestas de la ciudadanía.

Y termino diciendo aquello de prevención, prevención y prevención. Y esto conlleva políticas transversales, procesos educativos, procesos de participación ciudadana, adquisición y cumplimiento de compromisos por parte de los responsables públicos, seguimiento y evaluación de los mismos.

Tenemos, por tanto, una oportunidad para mejorar y planificar nuestro futuro y yo estoy convencido, y nuestro grupo de Sí Podemos Canarias está convencido, de que no... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo).

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor Marrero.

A continuación, también, por tiempo de diez minutos, tiene la palabra, en este caso, el señor Campos en nombre del Grupo Parlamentario de Nueva Canarias.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: Muchas gracias, señor presidente.

Está claro que hemos vivido probablemente una de las peores tragedias medioambientales que la isla de Gran Canaria recuerda, al menos, en las últimas décadas. Artenara, Cazadores, Valleseco llevan el nombre triste, desgraciado, de un hecho que ha afectado profundamente, no solamente a la isla de Gran Canaria, al conjunto de Canarias. Pero que afectó también a otros muchos municipios: Agaete, Gáldar, Moya, Santa María de Guía, Tejeda, La Vega de San Mateo..., en definitiva, algo que afectó a Gran Canaria, como decía con anterioridad, a toda Canarias y que trascendió, incluso, a nivel estatal y a nivel internacional.

Pero ese hecho yo creo que hay que situarlo como una enorme oportunidad para afrontar, lo decíamos con anterioridad, en la pregunta que le hacíamos al presidente, uno de los grandes retos a la que la humanidad se tiene que enfrentar en las próximas décadas como es el cambio climático.

Pero antes de ello sí que me gustaría felicitar, sinceramente, señor presidente, entre otras cuestiones su acción y la de todo su equipo, primero, porque no haya habido ni una sola víctima, yo creo que esto es muy relevante. No le damos la importancia debida y en ocasiones en ese incendio de redes, que también se produce, ese cuestionamiento constante, lo hemos vivido ahora y lo hemos vivido en otros incendios anteriores, donde todo el mundo es experto y cuestiona el que se desalojen pueblos enteros, que si yo me hubiera quedado en mi casa podría haber hecho algo... En definitiva, todas esas cuestiones, que desde el buen hacer, desde, probablemente, nosotros en su lugar intentaríamos hacer lo mismo, pero hemos aprendido, lo decía Casimiro Curbelo, y lo decía también el portavoz de Podemos, Manuel Marrero, hemos, en Canarias, asistido a episodios tremendamente luctuosos, tremendamente duros, yo creo que el más grave de todos el que sucedió en La Gomera, pero también no hace mucho tiempo en la isla, recientemente, en la isla de Gran Canaria. Cada vez que fallece alguien en un incendio da igual lo bien que lo hayas hecho, da igual todo el operativo que hayas puesto en marcha, da igual que, finalmente, hayas podido contener ese incendio, la sensación es que algo falló. Por tanto, felicitar porque no haya habido ni una sola víctima humana.

Y, sobre todo, también, felicitar por la enorme trasparencia informativa. Yo creo que es uno de los grandes aciertos de este incendio, no digo que con anterioridad no existiera esa transparencia, pero creo que hemos entrado en una dimensión diferente, en una dimensión que yo creo que todo el mundo ha aplaudido, porque estoy convencido de que cuando dejamos eso en manos de los expertos, de los que de verdad controlan el día a día, y pueden hacer frente a una pregunta comprometida, en un momento delicado, todos ganamos, porque vivimos en una sociedad madura que es capaz de aguantar y de soportar la verdad, por muy dura que sea la verdad, y eso lo vivimos en los días que duró el incendio, planteamientos tremendamente duros, pero que fueron aplaudidos. Pero felicitarle porque esa decisión, señor presidente, de que hablaran los expertos es una decisión política y, en ese sentido, también, creo que merece la felicitación, por la colaboración y la coordinación de todas las instituciones, evidentemente, el Gobierno, el Estado, el Cabildo de Gran Canaria, todos los cabildos se sumaron aportando los recursos que tenían y, por supuesto, todos y cada uno de los municipios.

Quiero felicitar también, de manera expresa, hablamos de la colaboración institucional, pero quiero felicitar de manera expresa a todos los representantes de todos los partidos políticos en Canarias, porque creo que estuvieron a una altura excepcional, tiempo habrá para el debate, tiempo habrá para discutir algunas cuestiones, pero en el momento del incendio, en el momento decisivo, en el momento de estar juntos, todos y todas estuvimos juntos. Por tanto, hacer extensivo también esa felicitación, en este caso, a los portavoces que aquí se encuentran y a los máximos dirigentes de todas las organizaciones políticas en Canarias.

Quiero agradecer también, señor presidente, que convocara a los portavoces de este Parlamento para dar cuenta, dentro de esa transparencia informativa, creo que fue un buen gesto, y por comprometerse, y hoy se hace realidad, a esta comparecencia, a petición propia, dar cuenta de lo que sucedió en el incendio y qué medidas se están tomando.

Quiero felicitar también, obviamente, a todos los cuerpos de seguridad y emergencias que participaron en el operativo de una manera absolutamente excepcional. Mi máxima consideración y respeto a los verdaderos protagonistas en la acción de extinción del incendio, esos profesionales que en muchas ocasiones no están, pero cuando los necesitamos nos alegramos, y creo que esta ha sido una demostración de que contamos con excepcionales profesionales.

Pero me van a permitir, sinceramente, que la consideración de héroes me la reserve para la población que vive en esos municipios, en nuestros campos, en nuestra cumbre, a lo que siguen manteniendo vivo nuestro sector primario, porque creo que ellos de verdad son los auténticos héroes y sobre los que tenemos que tomar muchas medidas para seguir fomentando que se mantengan en esos espacios, que sigan viviendo en esos lugares maravillosos de nuestra tierra, pero que no siempre cuentan con todas las ventajas necesarias, con todas la facilidades necesarias para mantenerse allí, en un proyecto vital, en un proyecto familiar, ni que decir tiene, en muchas ocasiones, los representantes de nuestro sector primario.

Pero más allá de los agradecimientos y felicitaciones, creo que hoy toca también hablar de lo que tenemos que hacer a partir de ya. Tenemos que empezar, desde hoy, desde el día siguiente en que finalizó el incendio, a implantar medidas que ahonden, en primer lugar, en la prevención. Tenemos que mejorar mucho en la prevención, tenemos que innovar en prevención, porque estamos en un tiempo nuevo y los retos a los que nos enfrentamos, por tanto, deben abordarse con nuevas medidas.

Una anécdota, la comentaba en la reunión que teníamos con el presidente. En medio del incendio alguien me decía que teníamos que hacer menos caso a los expertos, a los ecologistas y hacer mucho más caso a nuestros abuelos, a nuestros padres, que eran los auténticos sabios. Ni lo uno ni lo otro. Máxima consideración y respeto a los profesionales, a la gente que está preparada, y es verdad también, tenemos que mirar hacia atrás. Pero no podemos olvidar algo: lo que mi padre y mi abuelo decían estaba cargado de razón, pero mi padre y mi abuelo se mantuvieron en el campo, yo no lo hice. Nuestros padres y nuestros abuelos estaban en los campos, estaban a pie de surco, tenían sus cabras o lo que fuera, ninguno de nosotros lo hacemos. Por tanto, aquellas medidas que eran válidas hace cuarenta años, evidentemente, algunas se podrán adaptar a nuestra realidad, pero dejan de tener algo de sentido en la medida en que nuestra sociedad ahora es distinta. Por tanto, las medidas de prevención de aquel momento también requieren que sean adaptadas a nuestra realidad.

Yo creo que la declaración del estado de emergencia climática con todo lo que conlleva es una decisión acertada y valiente, en definitiva, creo que es abordar, a partir de ahí, obviamente el alcance es mucho mayor en lo económico, en lo social, pero no olvidemos que el cambio climático -lo decía con anterioridad- no ha estado detrás del incendio, en ocasiones, la negligencia, se está investigando, en el caso del último incendio, la causa concreta, pero sí el impacto enorme, distinto, cada vez más potente que cada incendio a partir de ahora va a tener. Lo decía también antes, cada vez lloverá menos, desgraciadamente, cada vez hará más calor y cada vez el calor durará mucho más tiempo. Por tanto, el cambio climático sí que tiene una consonancia, una consecuencia directa, con la virulencia a la que nos vamos a enfrentar a los incendios forestales. Esa declaración yo creo que es absolutamente necesaria, imprescindible.

También me preocupa qué medidas debemos tomar con la gente, como decía con anterioridad, que vive en nuestro campo, se dediquen o no al sector primario, medidas de apoyo de las instituciones que hagan no solamente atractivo sino más fácil su permanencia en esos espacios. Y también, de forma absolutamente trasversal, en todas y cada una de las consejerías, en todas y cada una de las concejalías de hasta el último ayuntamiento, tenemos que tomar medidas para facilitar esa vida.

La sociedad, también es necesario que participe en este proceso, a través de la participación directa pero también contribuyendo con muchas medidas que a veces no necesita ni del cambio climático ni de la decisión de Donald Trump ni de Angela Merkel ni de Ángel Víctor Torres, decisiones propias de apostar por nuestro campo, de apostar por nuestros productos. Eso sí que depende exclusivamente de todos y cada uno de nosotros. Y con esa pequeña acción son pequeños pasos que podemos contribuir a mejorar el que nuestra gente permanezca en nuestros campos.

Las preguntas, señor presidente: por las medidas a tomar para evitar la erosión del suelo en los próximos meses, absolutamente relevante; por las medidas de reforestación y actuación en coordinación con otras administraciones; fundamental, y en esto sí que me gustaría que fuera concreto, las medidas y las ayudas del Gobierno de Canarias; por supuesto, pedirle la máxima agilización en la tramitación de dichas ayudas.

Y quiero terminar con una reflexión: yo soy un optimista compulsivo -así me va en la vida-, pero siempre intento buscarle aspectos positivos hasta a la mayor de las desgracias, y quiero quedarme con la enorme ola de solidaridad, como pueblo, que hemos vivido a través de este incendio, yo creo que siempre que hay un incendio en Canarias, pero lo que hemos vivido en las últimas fechas yo creo que ha sido muy relevante. Que el Club Deportivo Tenerife sacara una camiseta como la que sacó, yo creo que es un paso adelante, pero más allá de la anécdota, muchísimas gracias a todo el pueblo canario.

(Aplausos).

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor Campos.

Tiene ahora la palabra, también por turno de diez minutos, la portavoz del Grupo Popular, María Australia Navarro, por favor.

La señora NAVARRO DE PAZ: Gracias, presidente. Señor presidente del Gobierno, señorías.

Como es de todos conocido, Gran Canaria sufrió diversos incendios el pasado mes de agosto, siendo uno de ellos especialmente grave, el del día 17, que se inició en Valleseco y en el que sufrieron importantes daños 10 municipios de dicha isla, viéndose afectada también la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y los espacios naturales del Parque Rural de El Nublo, el Parque Natural de Tamadaba y el Paisaje Protegido de Las Cumbres.

Los datos son de todos y de sobra conocidos y se han reseñado hoy aquí por quienes me han precedido en el uso de la palabra. Pero esta terrible tragedia tuvo una respuesta como pocas veces se ha visto en Canarias, funcionarios de bomberos, brigadas forestales, agentes medioambientales, policías locales, Policía Canaria, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Cruz Roja, voluntarios de Protección Civil y de diferentes organizaciones y colectivos trabajaron hasta la extenuación y se jugaron literalmente la vida por nuestra tierra y por los vecinos de la isla, y junto a todos ellos unos cuatrocientos efectivos de la Unidad Militar de Emergencias de las fuerzas armadas españolas, la UME.

Por cierto, me pregunto, ¿qué hubiera sido de Gran Canaria si se hubiera eliminado la presencia permanente del ejército español en Canarias, tal y como sus señorías de Podemos propusieron en el Congreso de los Diputados en el 2016, y públicamente, aquí, en Canarias, el pasado año?, es una pregunta que en aquel momento me hice.

Decía que voluntarios y profesionales dieron lo mejor de sí mismos luchando denodadamente contra el fuego, desde el suelo como desde el aire, y la solidaridad del pueblo canario fue absolutamente ejemplar. Desde la solidaridad de muchísimas empresas que donaron alimentos para los evacuados, las cadenas humanas que se encargaron de repartirlos, hasta las instituciones que les procuraron cobijo y atención continua, desde la generosidad de un montón de vecinos que cedieron sus fincas para acoger a las cabezas de ganado y demás animales víctimas del incendio, dándoles de beber y comer, hasta la colaboración de asociaciones animalistas y la asistencia veterinaria perfectamente organizada por el Colegio de Veterinarios de Las Palmas, desde acciones solidarias en el mundo del deporte de todas las islas a la apertura de cuentas con aportaciones económicas en determinadas entidades financieras, y la acogida, consuelo y cariño dado por la población a quienes destrozados pensaban angustiados que podían estar perdiendo todo bajo las llamas.

Toda Canarias fue Gran Canaria, y no es un tópico sino una clamorosa realidad. Y también toda España fue Gran Canaria, volviendo a demostrarse la solidaridad del gran país en el que vivimos y del que nos sentimos muy orgullosos de formar parte.

Por eso desde el Grupo Popular de esta Cámara, recogiendo el sentir de todo el Partido Popular de Canarias, queremos agradecer a todos, profesionales, voluntarios, ciudadanos, medios de comunicación e instituciones el ejemplo que han dado.

Pero ahora, señorías, es el momento de que las administraciones estén a la altura del sufrimiento de nuestra gente, es el momento de la política eficiente. El Partido Popular ha presentado ya, en tal sentido, una moción en el Senado y una proposición no de ley en el Congreso proponiendo medidas urgentes de ayudas para los afectados.

Desde el Partido Popular de Canarias hemos recorrido los lugares dañados y escuchado las demandas de los vecinos de las zonas quemadas. Y también nos hemos reunido con los alcaldes de los municipios afectados sin distinción de color político como es natural. Y las familias y los ayuntamientos tienen claro qué es lo que necesitan, y lo necesitan con urgencia. Debemos ayudar económicamente a los que han perdido su vivienda habitual o sus enseres, y a quienes hayan realizado prestaciones personales o aportado sus bienes durante la emergencia para prevenir o paliar sus efectos. Debemos ayudar, también, a los establecimientos de las zonas afectadas, para que puedan recuperar su actividad económica, y tener especial sensibilidad ante los daños que hayan afectado al sector primario, tanto en las producciones agrícolas como en las ganaderas. Y aquellas empresas que hayan visto mermada su actividad económica, consideramos, desde el Grupo Popular, que deben de poder contar con préstamos preferentes del Instituto de Crédito Oficial. Por supuesto, tal y como prevé la Ley 17 del 2015, del Sistema Nacional de Protección Civil, todas las ayudas personales deben quedar exentas del IRPF para evitar sorpresas en la declaración de la renta de los afectados.

Pero estas acciones, siendo importantes, no son suficientes. El Gobierno de España debe agradecer a los ayuntamientos y al cabildo insular su esfuerzo, subvencionando la reposición de todas las infraestructuras dañadas y reparando la red viaria, pero, ojo, no con proyectos cofinanciados por las entidades locales, sino mediante partidas económicas que cubran íntegramente las obras. Además, los ayuntamientos deben de ser reembolsados por los gastos que hayan tenido que afrontar en los momentos de la crisis, con ocasión de actuaciones inaplazables, y ser compensados por los tributos que, a partir de ahora, pueden dejar de percibir. Miren, señorías, para que se hagan una idea, un ayuntamiento como el de Agaete difícilmente puede afrontar en solitario los 400 000 euros en daños que ha sufrido su municipio. Además, dicha ley del Sistema Nacional de Protección Civil también prevé un amplio paquete de ayudas en materia de cotizaciones a la seguridad social, exenciones y reducciones de impuestos y tasas, que igualmente deben articularse urgentemente.

Señorías, señor presidente del Gobierno, los poderes públicos no pueden permitirse aplicar una solidaridad de boquilla o parcial. El reconocimiento al sufrimiento pasado debe ser económicamente paliado de forma suficiente e inmediata. Pero si importante es una actuación económica eficaz y competente de la Administración con los afectados, no menos fundamental es la labor de prevención que tendremos que establecer y poner en marcha de aquí en adelante.

Señorías, muchos de los incendios tienen un componente de intencionalidad. El código penal prevé penas muy importantes para quienes causen deliberadamente, o lo causen deliberadamente, pero a pesar de ello se siguen causando. Nuestro partido, el Partido Popular, ha propuesto en las Cortes Generales la ampliación de la prisión permanente revisable para quienes provoquen deliberadamente incendios forestales con el resultado de al menos dos fallecidos.

Por otro lado, es también fundamental, y la experiencia sufrida nos lo ha demostrado, el poder disponer siempre en las islas de los mejores equipamientos técnicos posibles para luchar contra el fuego. Hidroaviones, helicópteros Kamov, o una combinación de ambos recursos, son elementos, señor presidente, que los profesionales deberán valorar adecuadamente antes de proponer al Ejecutivo una solicitud concreta, pero que en todo caso deberemos tener en nuestras islas para poder combatir los futuros incendios con la máxima rapidez y eficacia.

Pero, señorías, los incendios se apagan en el invierno, ya que la principal medida de prevención y lucha contra los incendios forestales son los tratamientos selvícolas y la ordenación del combustible vegetal, aligerando la masa forestal. Miren, la pinocha que arde en los incendios la usaban nuestros abuelos como embalaje de plátanos o camas para el ganado. Muchos canarios vivían del monte en aquella época. Era una vida ciertamente dura. Pero aunque la retirada de la pinocha está autorizada, todo ha cambiado con el abandono del mundo rural. Se demanda leña buena, pero no la que tiene poco o bajo poder calorífico. Por eso la ordenación del monte es fundamental para garantizar el buen estado de la masa forestal. Los árboles, como todo ser vivo, se mueren, y esa madera es gasolina para las llamas. Por lo tanto, hay que ordenar el monte, evitando que los árboles se mueran en pie, porque además de ser un foco potencial de enfermedades y plagas, son un riesgo para los incendios forestales.

Desde un punto de vista selvícola, el monte ofrece tres usos principales: el protector, el productor y el recreativo. Pero su rol protector está en desuso, porque la importación de madera es más barata que su producción en las islas. Nuestros montes no pueden seguir abandonados, con zonas donde el combustible se acumula por encima de las rodillas.

En consecuencia, y con esto voy terminando, mi grupo, el Grupo Parlamentario Popular, propondrá seis medidas preventivas. En primer lugar, es preciso ordenar el combustible, porque, como les indiqué antes, los tratamientos selvícolas son imprescindibles. Señor presidente, ¿cuánto han invertido los cabildos de las islas con superficie forestal en estos tratamientos durante los últimos años? ¿Cuánto tiene previsto invertir el Gobierno de Canarias en el 2020?

En segundo lugar, el estado de las pistas forestales deja mucho que desear. Muchas están intransitables y hay que actuar en ellas cada cierto tiempo, como mínimo una vez al año, para atenderlas y tenerlas disponibles y practicables en caso de incendios forestales.

Como tercera medida, debemos mantener los cortafuegos existentes en condiciones óptimas, puesto que son elementos imprescindibles una vez iniciado el incendio. En... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo).

El señor PRESIDENTE: Un minuto más, señora Navarro.

La señora NAVARRO DE PAZ: En cuarto lugar, los fondos nacionales del programa de Acción Nacional contra la Desertificación deben distribuirse con criterios técnicos.

En quinto lugar, a los cabildos no les debe temblar el pulso cuando tengan que precintar las zonas recreativas en los casos de riesgo alto.

Pero, señorías, ¿qué va a pasar este invierno en Gran Canaria cuando empiece a llover?, al no existir cobertura vegetal, y por tanto ese colchón en las zonas quemadas del monte, nada detendrá cada gota de agua, por lo que es posible que, por el efecto de la pendiente, este suelo se pierda y se produzcan daños importantes en las infraestructuras.

Por tal motivo, y como última medida, se debe fomentar la restauración hidrológico-forestal, de manera urgente y con una doble actuación.

Hay mucho trabajo por hacer, y hay que hacerlo rápido, señor presidente. Y nosotros instamos a esta Cámara, al Gobierno y a los cabildos y a los ayuntamientos a que, a través del consenso, nos pongamos a trabajar de inmediato, cada uno desde sus responsabilidades.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Navarro.

Tiene a continuación la palabra, también por tiempo de diez minutos, en este caso el portavoz del Grupo Nacionalista don Pablo Rodríguez.

El señor RODRÍGUEZ VALIDO: Gracias, presidente. Buenos días, señorías, buenas tardes, buenas tardes, señor presidente del Gobierno de Canarias.

Como ya se ha dicho, el pasado mes de agosto sufrimos en Gran Canaria tres importantes incendios. El primero de ellos, en Artenara, supuestamente originado por una grave negligencia; simultáneamente otro en Cazadores, en la cumbre de Telde; y el último, y el más grave, un voraz incendio originado en Valleseco, concretamente en el barranco de Crespo.

Por supuesto, hoy no toca entrar a opinar o a valorar sobre la causa que originó este último gran incendio forestal, sería, desde luego, una temeridad, teniendo en cuenta que actualmente se está en plena investigación por parte de la Guardia Civil. Una vez esté resuelta esta investigación, ya habrá tiempo de hacer algunas cuestiones al respecto.

En definitiva, alrededor de diez mil hectáreas afectadas por los incendios forestales de este agosto en la isla de Gran Canaria, afectando de manera considerable este último al parque natural de Tamadaba, pulmón de la isla redonda.

Ante este desolador panorama hay cuestiones que desde nuestro grupo queremos destacar.

En primer lugar, hay que valorar de manera importante que a pesar de la inmensidad del incendio, que a pesar del número de hectáreas afectadas, que a pesar del número de importantes viviendas dispersas que tienen nuestras medianías y cumbres, a pesar de todo ello, no hay que lamentar ninguna víctima humana. Desde luego, hay que felicitarse por ello, hubiese sido un incendio totalmente distinto si hubiésemos tenido que lamentar alguna víctima.

En segundo lugar, que Canarias en estas últimas décadas se ha dotado de unos equipos profesionales en la lucha contra los incendios enormemente cualificados, reconocidos incluso fuera de nuestras fronteras, que han vuelto a demostrar una enorme capacidad de coordinación con todos los equipos implicados, más de mil personas, incluidos muchísimos voluntarios que hay que destacar especialmente, todos ellos empeñados en la lucha contra el incendio, empeñados en controlar un incendio de enorme magnitud, y jugándose, literalmente, la vida en ello. También reconocer, es justo reconocer, los esfuerzos realizados por el Gobierno de Canarias en los últimos años, creando el Equipo de intervención y refuerzo contra incendios, el Eirif, que ha quedado acreditada su enorme eficacia, así como mejorando todos los protocolos.

En tercer lugar, es digno de destacar la enorme solidaridad de todo el pueblo canario. Ante la enorme adversidad volvemos a demostrar ser un pueblo unido y entregado. Son miles las muestras solidarias de personas anónimas que prestaron una cama, ropa o comida a los miles de desalojados afectados por el incendio. Creo que también es justo reconocerlo públicamente.

Y por último, desde nuestro grupo parlamentario queremos señalar el inmenso trabajo informativo realizado por la televisión pública canaria, muchísimas horas de retransmisión realizadas por los profesionales de la tele, que nos permitieron a todos poder estar informados casi en directo. Este servicio público es la razón de ser de una televisión pública como la nuestra, que siempre nosotros hemos defendido y defenderemos.

Pero todo lo anterior, consideraciones absolutamente necesarias, no nos puede hacer perder la vista de otras cuestiones que requieren respuesta y hojas de ruta claras en el objetivo de sumar y contribuir.

Entre 2005 y 2015, según los datos más actualizados del Istac, hemos sufrido 1258 incendios, el 42 % de ellos en la isla de Gran Canaria, es decir, casi seiscientos incendios forestales, casi diecinueve mil quinientas hectáreas afectadas en ese periodo en la isla. A esto hay que sumar, al menos, las 2800 hectáreas del incendio de 2017 en San Mateo, y estos últimos incendios de agosto de este año.

En definitiva, estamos viviendo una época en donde padecemos mayor número de incendios forestales, en donde cada incendio tiene un comportamiento más voraz, y donde las medidas preventivas de mitad del siglo pasado ya no funcionan, entre otras cosas porque nuestras medianías, nuestras cumbres, nuestro campo, ya no es el que era, ni tiene la población que tenía e incluso oficios que se desarrollaban en esa época tampoco se ejercen ahora. Es decir, no nos vale tan solo con lanzar una mirada nostálgica a otros tiempos, sino que hay que tratar de buscar nuevas fórmulas y medidas de prevención adaptadas a nuestro entorno, a nuestra realidad, a la crisis climática que sufre el planeta y a los tiempos actuales que vivimos, por supuesto, como se ha dicho, aprovechando el conocimiento derivado de la experiencia.

Y es por ello que, más allá de declaraciones bienintencionadas, nuestro grupo espera una hoja de ruta clara, con medidas concretas, no tan solo para recuperar los daños materiales afectados por los incendios de Gran Canaria sino para trabajar en la línea de apoyar con las administraciones competentes, los cabildos insulares, la necesaria labor de prevención adaptada a estos tiempos, medidas concretas. Medidas que, por otro lado, también deben de ir dirigidas a incentivar y a ayudar al sector primario, a facilitar el relevo generacional en el sector y promover el consumo de productos locales, así como acciones dirigidas a seguir educando... en una mayor concienciación medioambiental. Estoy convencido que las generaciones futuras tienen una enorme conciencia de nuestro medio ambiente, pero debemos continuar en esta importante labor.

También nos gustaría saber si existe alguna argumentación, señor presidente, por su parte para explicar por qué el 42 % de los incendios de Canarias de la última década se han producido en la isla de Gran Canaria o por qué en Tenerife, con más masa forestal, se produce la mitad de los incendios que en Gran Canaria. Al igual que nos gustaría saber si ya tiene una respuesta de los ministerios competentes a la petición de más medios aéreos con presencia en Canarias, esto no es nuevo, le advierto, en el pasado con gobiernos de España tanto del Partido Socialista como del Partido Popular han existido peticiones, a veces sin respuesta, de más medios aéreos, no entramos si Kamov o hidroaviones porque eso es un debate técnico que parece que está más o menos claro. Al final, lo realmente importante es que existan a disposición los medios más eficaces en Canarias para luchar contra los incendios.

Por otro lado, señor presidente, se han anunciado ayudas por parte de algunas administraciones, nos preguntamos si existe la posibilidad de centralizar esa información para que las personas y entidades afectadas tengan una información más transparente y clara sobre las ayudas a las que pueden acogerse.

Todo esto es importante porque, desgraciadamente, hay ejemplos de enorme frustración por parte de afectados en incendios que por una razón u otra finalmente no han podido acogerse a ellos, por ejemplo, recordarán algunos afectados del gran incendio de 2007 en Gran Canaria que hasta hace poco seguían reclamando alguna ayuda. En este sentido también nos gustaría saber si existe ya predicción de cuándo irán las ayudas o la financiación para las ayudas al Consejo de Ministros del Gobierno del Estado, entendemos que, aunque esté en funciones, esta potestad la siguen teniendo, entre otras cosas porque recientemente han ido otros incendios forestales en la Península a Consejo de Ministros.

También nos gustaría saber cuándo están previstas las acciones necesarias, esto es realmente importante para evitar las escorrentías que se pueden producir con las primeras lluvias del otoño-invierno en Gran Canaria dada, precisamente, la erosión producida o provocada por los incendios. Es una tarea urgente y necesaria en donde también ya en anteriores ocasiones se ha actuado de manera urgente a través de la empresa pública Gesplán.

En conclusión, lo que nos preocupa ahora, señor presidente, son las medidas concretas para prevenir este tipo de incendios o al menos para evitar que tengan esta envergadura y enorme afección, las medidas para incentivar al sector primario y al producto local que entendemos que ayudará también a las tareas de prevención y las medidas para que las ayudas lleguen a todos los afectados susceptibles de las mismas.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Rodríguez.

Tiene a continuación la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, doña Nayra Alemán, por tiempo de diez minutos.

La señora ALEMÁN OJEDA: Muchas gracias, señor presidente. Buenos días, presidente del Gobierno de Canarias, señoras consejeras, señores consejeros, diputados y diputadas.

Mi grupo habla en esta comparecencia a petición suya, y en el último turno, por lo que puede que a esta altura de la comparecencia se haya dicho ya todo, porque cuando la labor del Gobierno es tan prolija en lo que a información se refiere, pocas cuestiones quedan ya por despejar, por lo que seguramente ni agotaré el tiempo asignado a mi intervención.

Además, estamos de acuerdo en gran parte de lo que se ha dicho aquí por los portavoces que me han precedido en el uso de la palabra. En primer lugar, quiero agradecerle esta iniciativa. Y, en segundo lugar, he de decirle que nos sentimos tremendamente orgullosos del presidente del Gobierno de Canarias, de usted, señor Torres (aplausos), usted nos convocó el pasado 23 de agosto a todos los portavoces en la sede de la Presidencia del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria para explicarnos, junto al consejero de Justicia y Seguridad, don Julio Pérez, cómo había transcurrido el incendio con todo lujo de detalles. Le agradecemos que hoy lo haga aquí, como en aquella ocasión, como hizo en cada rueda de prensa cada día, llamando a cada cosa por su nombre, con total transparencia, si había llamas de 50 metros se decía que había llamas de 50 metros viendo, además, la preocupación en su cara o el alivio cuando el incendio comenzaba a estar controlado, los técnicos, además, siendo exquisitos en la información y comprometidos con su gobierno, jugándose la vida en ocasiones para dar una información en el propio terreno y poder reaccionar de la mejor manera.

Todo el mundo me ha comentado que vaya manera de comenzar un mandato y así, es cierto, ha sido duro, pero el gran éxito de toda esta desgracia, sin duda, ha sido que no habido ni una sola víctima mortal, si hubiese sido así el ánimo y el talante hoy serían otros. Hay que recordar que ha sido el incendio de más importancia de este verano en España. Es cierto que se han quemado 10 500 hectáreas, es también cierto que se han quemado viviendas repletas de sueños, de trabajo, de recuerdos, de ilusiones, pero estoy segura que todo en menor o mayor medida va a ser recuperado.

El 20 de agosto yo venía a Santa Cruz en el barco de Agaete, eran las siete de la mañana y se veía el pinar de Tamadaba encendido y el risco... dantesco, completamente dantesco. Un incendio que afectaba a diez municipios de la isla de Gran Canaria, casi todos del norte, de nuestro norte. 10 000 personas desalojadas. Era increíble pero no por majestuoso sino porque era increíble que eso estuviese sucediendo. Había preocupación y miedo, pero también había muchísima solidaridad, la isla fue piña. El fuego propició que el archipiélago fuera uno y nos demostró que hay mucha gente buena que quiere al prójimo y, sobre todo, que adora a su tierra.

Mañana hará treinta y cinco años del incendio de La Gomera. Veinte víctimas mortales entre las que se encontraba nuestro compañero Paco Afonso pero otras diecinueve vidas igual de importantes que aquella. Muchas menos hectáreas quemadas -900 hectáreas quemadas-, muchas menos que en el incendio de Gran Canaria, pero es verdad que el fuego en aquella ocasión se comportó de manera impredecible como también sucedió en el incendio de agosto en Gran Canaria. De aquel incendio se aprendió, aquella desgracia supuso, sin duda alguna, un antes y un después en los dispositivos de extinción de los incendios de Canarias, y con este incendio debemos hacer la misma reflexión.

Somos conscientes de que el modelo económico cambió, que son muy pocos los que se dedican a la agricultura y a la ganadería en nuestra isla y que, sin duda, eran colaboradores necesarios en la sostenibilidad de nuestra tierra.

Lo decía usted hace un momento respondiendo a las preguntas: la revolución industrial mal digerida y mal dirigida. Es el quinto agosto consecutivo en España con las temperaturas más altas de lo normal. Nadie puede dudar que algo está pasando y se llama cambio climático.

La sostenibilidad es un eje fundamental en su gobierno señor Torres, lo anunciaba en sus medidas en campaña electoral, ha quedado patente ese compromiso en los nombramientos de la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático y deberá hacerse efectivo en las acciones que de manera inmediata debe ejecutar su gobierno.

Debemos mirar hacia adelante, afrontar el cambio climático como digo, concienciar a la ciudadanía y hacer mucha pero mucha pedagogía. Que nosotros seamos una de las fuerzas que apoya al Gobierno de Canarias no va a ser óbice para que entendamos que hay cosas que debemos mejorar, métodos y medios de prevención que debemos actualizar desde ya. Sé que el Gobierno está aplicado en esta empresa concreta y no podemos olvidarnos de aquellas personas que han perdido su casa, su ganado o los pastos donde estos se alimentaban. Esas ayudas deberán ser urgentes, la restauración de las instalaciones que han quedado dañadas o destruidas, todo eso tiene que ejecutarse de manera urgente.

Y, a su vez, aprovecho y hago un llamamiento para consumir ahora más si cabe productos kilómetro cero o, como lo denominamos nosotros, productos del país.

Señorías, no creo que sea el momento de reproches, si unos quieren o no a los militares en Canarias, si unos decían que la UME creada por Zapatero era un capricho faraónico o un instrumento inventado... Creo que es el momento de mirar hacia adelante porque lo demás sin duda nos va a llevar a la melancolía.

Quisiera en nombre propio, como grancanaria, como ciudadana de este archipiélago y nombre mi grupo agradecer, además con un nudo en la garganta, a todos y todas aquellas personas que de manera abnegada sin descanso lograron que lo que pudo haber sido una catástrofe no solo ambiental sino humana quedara en 10 500 hectáreas calcinadas, extensión que nos parte el corazón pero que sin duda alguna nos resigna.

Señor Torres, aunque el principio de su mandato haya sido duro también se lleva al reconocimiento de todo un pueblo y puede haber constatado que la gente confía en usted aún más ahora que hace unos meses.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Nayra Alemán.

Para concluir esta comparecencia lo hacemos con un último turno que cierra el Gobierno, tiene la palabra el señor presidente.

El señor PRESIDENTE DE CANARIAS (Torres Pérez): Muchas gracias, presidente del Parlamento, y comienzo mi segunda intervención agradeciendo a todos los portavoces sus palabras.

Les escuchaba cuando se afirmaba que hay que recuperar el campo, y es verdad. Hace cuatro décadas más de doscientas mil personas vivían en el campo -antes lo decía el portavoz de Nueva Canarias- hoy apenas son veintipico mil.

Cuando hablamos de recuperar el campo me viene a la memoria el 19 de agosto a las diez y media de la mañana, quizás puedan, en casa, conseguir recuperar aquella rueda de prensa en la que el técnico del cabildo decía, esa mañana, 19 de agosto, que aprovecharan el tiempo para que los que pudieran y estaban fuera de las zonas desalojadas limpiasen sus casas, humedecieran los frontes, separan los muebles de las ventanas, quitaran rastrojos, y muchos lo hicieron, muchos lo hicimos.

Es verdad que es necesario trabajar en la prevención pero con la realidad, que el campo hay que recuperarlo, y eso también es apostar para que los incendios se puedan contener. No lo vamos a evitar, pero con un campo más cuidado y más vívido, con más personas en él, podremos enfrentarnos muchísimo mejor.

Se ha hablado de ayudas. Por supuesto que compartimos la necesidad de todas las ayudas. Ayer el Ministerio de Agricultura aprobaba un millón de euros para la reforestación. El Consejo de Gobierno ha aprobado en dos sesiones las ayudas para el primero y para el tercero de los incendios. Hay iniciativas en la Cámara alta y en la Cámara baja de los distintos grupos políticos y apoyaremos todas las medidas con una, lo decía el portavoz del Grupo Nacionalista, una hoja de ruta clara junto a los cabildos y a los ayuntamientos.

Preguntaba esta mañana el grupo de la Agrupación Socialista Gomera por los medios aéreos y de extinción. Todos los que podamos tener de necesidad que estén, indudablemente de acuerdo a lo que son los parámetros objetivos, pero teniendo en cuenta sí que nos preocupa después de un incendio la devastación que se produce en el campo y las posibles escorrentías con la llegada de las lluvias. Arbitraremos, como digo, medidas al respecto con el resto de las administraciones para paliarlo.

Y me gustaría dar algunos datos últimos sobre el incendio. Está con nosotros el consejero de Seguridad del Gobierno de Canarias que fue el director del plan. Por tanto, quiero agradecer su trabajo, el de su equipo. Fue a Gran Canaria el día 11, con la idea de regresar el 12 y regresó bastantes semanas después, porque no se preveía que aquello fuese a durar lo que terminó durando.

Quiero reconocer que cuando todo empezó empezó con un nivel uno, el sábado, día 10, caminó durante horas pero hacia la media noche, ya pasó a nivel dos, y, por tanto, desde entonces, prácticamente sin interrupción, ya quedó en manos del Gobierno de Canarias la responsabilidad del incendio. Cuando se generó el tercero, una semana después, el 17, en dos horas apenas, dos, tres horas, pasó de nivel uno a nivel dos. Había suerte, porque había medios que estaban en Canarias, que se habían quedado, pero también teníamos, como lo dije antes, una ola de calor tremenda y una situación atmosférica diabólica.

La sala del 1-1-2 fue el lugar base, ahí se producían las reuniones. Y teníamos un puesto de mando avanzado que fue evolucionando, se fue acercando hacia las zonas más pobladas según nos iba ganando el incendio, que acabó finalmente en el campo de fútbol de Valleseco, que fue el lugar donde finalmente se pudo, como decía, empezar a ver la luz al final del túnel.

Cuando acababan las reuniones técnicas y sin pausa comenzaban las ruedas de prensa. Hubo días que tuvimos tres. Y había una premisa, y era decir las cosas como eran, con absoluta crudeza. Recibí más de una llamada después de una rueda de prensa y me decía: Ángel, ¿es tan malo como lo cuentas?, y no podía responder más que sí, que lo era.

Hubo dos momentos críticos. La noche del 11 al 12 de agosto, domingo, en la que a la una cuarenta y tres de la mañana tuvieron que desalojarse las casas del casco de Tejeda y también en Artenara. Hablé con los dos alcaldes y estaban allí al pie del cañón junto a sus vecinos ayudando en ese desalojo. Esa noche, del 11 al 12 de agosto, el fuego se introdujo en el barranco de Tejeda, con un cañaveral que era un combustible tremendo. La suerte fue que trabajando allí el operativo terrestre la naturaleza ahogó aquello que había creado y el incendio no llegó al casco de Tejeda.

El otro día crítico fue la noche del 19 al 20, lo dije en mi primera intervención, cuando se preveía que el fuego llegase a los Llanos de la Pez y regresase de nuevo hacia la cumbre y también se adentrara en el sur.

El 19 de agosto de 2019 nunca como antes la sociedad canaria siguió a través de los medios de comunicación los acontecimientos del incendio, hasta tal punto que un medio como la Radiotelevisión Canaria, que aquí ha sido citada y quiero reconocer también el trabajo del resto de los medios, todos sin excepción, ese día batió el récord de audiencia de toda su historia, ha sido el día en el que más se ha seguido la Televisión Canaria de sus veinte años de historia, es más, cuando se estaba dando la rueda de prensa el pico era de un 40 %, lo que demuestra que toda Canarias estaba siguiendo con tremendo temor los acontecimientos del incendio.

Quiero aquí ser justo en lo institucional, al lado siempre del Gobierno de Canarias el gobierno insular, con su presidente, con el consejero de Obras Públicas y la consejera de Medio Ambiente, trabajando denodadamente y de manera coordinada para sacar adelante la situación de la isla de Gran Canaria. Y también, con ellos, sus técnicos, son apellidos, Velázquez, Grillo, Florencio, nombres como cualquier otros, Luis Fernando, pero representan a miles y miles de personas a los que trabajaron, Marta también, para poder sacar adelante esta situación.

Quiero también reconocer el trabajo de los alcaldes y de las alcaldesas, lo dije en mi primera intervención. Hubo nerviosismo, sí, tuvimos llamadas de madrugada, y yo lo entiendo. Y yo intentaba calmar en lo posible, pero es que cuando llamaba la alcaldesa de Agaete es que tenía el fuego en El Risco, cuando lo hacía el alcalde de Gáldar, el de Valleseco, el de Tejeda, el de Artenara, exactamente igual. Pero se colocaron al lado de la seguridad y de los técnicos cuando había que tomar decisiones que ponían por delante la seguridad de las personas.

Creo que todas las reclamaciones son de justicia, y, como digo, llegarán pronto, y si no, este Parlamento y este Gobierno exigirá para que puedan llegar a los afectados.

La implicación política ha sido absoluta. Recibí la llamada, estaba en aquel momento junto al alcalde de Valleseco, visitando a sus vecinos en un centro de acogida, la llamada del rey, media hora antes me había llamado el presidente del Gobierno, pero me llamaron todos los líderes políticos, de todos los partidos. Emotiva fue la llamada del presidente de Cantabria, que me decía: calma, que a nosotros nos pasa en febrero, pero verá que lo conseguirán vencer. Estuvieron aquí los ministros de Agricultura y de Defensa, quiero decir con claridad que hicieron lo máximo que pudieron, y estuvieron en momentos muy críticos justamente con nosotros, y, creo que también debe estar en el Diario de Sesiones, nos llamaron de Azores y Madeira. Tienen los recursos que tienen, muy pocos, los pusieron a disposición de Canarias: tenemos 20 bomberos, si son precisos, a su disposición. Y quiero también hoy reconocerlos.

Lo han dicho todos, los vecinos y vecinas que tuvieron que dejar sus casas son los grandes damnificados y, por tanto, hay que reconocer que tuvieron sentido común y civismo de abandonar de manera educada aquello que más quieren. Hay que felicitar a toda la sociedad canaria, la solidaridad ha sido expresada hoy aquí, en este Parlamento, que es la casa de todos los hombres y mujeres de esta tierra, porque el pueblo canario demostró de nuevo que es resistente, y que se enfrenta a las adversidades hasta conseguir vencerlas.

La marea verde que se vio en Las Canteras superó a la marea negra del incendio, y las pruebas deportivas, de la unión de los equipos enfrentados en lo deportivo, pero aunados en defender Canarias, quedarán siempre en las retinas y en la memoria de todos nosotros.

Tengo aquí, presidente, una lista, que me permitirá leer, de los medios terrestres, y los que pudieron trabajar en la extinción del incendio:

La Unidad Operativa de Fuegos Forestales del Cabildo de Gran Canaria; la consejería de Medio Ambiente de ese cabildo, los Presa, los Bravo, los Charlie, el personal de logística; la consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife con su unidad Bravo; los equipos de intervención y refuerzo de incendios forestales, la ERIF, de La Gomera, El Hierro y La Palma; la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales de La Palma, de Zaragoza, de Cáceres, de León; la Unidad Militar de Emergencias; el Consorcio de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria; el Consorcio de Emergencias del Cabildo de Lanzarote; los bomberos del Cabildo de Fuerteventura; los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria; los bomberos de San Bartolomé de Tirajana; los bomberos del aeropuerto de Gran Canaria; el Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias; la Brigada Forestal, Brifor, del Cabildo de Tenerife; las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de los 21 municipios de la isla de Gran Canaria; la Guardia Civil; la Policía Nacional; el Cuerpo General de la Policía Canaria; las policías locales de los 21 municipios de la isla de Gran Canaria; la Armada con su Policía Naval; el Ejército de Tierra, la Brigada de Canarias, el Mando de Canarias, la Policía Militar; el Cecoes 1-1-2; el... (el señor presidente le concede un minuto más), el Cecopin; la Cruz Roja; los servicios de coordinación de medios aéreos de la Eirif; servicio de conservación de carreteras del Cabildo de Gran Canaria; Protección Civil de la Delegación del Gobierno; los bomberos del municipio de Firgas; el Grupo de Intervención Operativa de Rescate y Salvamento, el Giors; el Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife; entidades colaboradoras -cerca de un centenar- que llamaron para decir con quién tenían que hablar para dar lo que tenían: comida, camas, sábanas, espacio, lo que hiciera falta, están todas aquí. Entrego al presidente este listado (el señor presidente de Canarias entrega un documento al señor presidente del Parlamento) porque creo que se merece, sinceramente, un lugar de honor en... (Aplausos).

Y acabo, y acabo, y acabo, y acabo, en nombre, sé que del Parlamento, dando las gracias a todos esos héroes anónimos, hombres y mujeres, que pertenecen a esos organismos, cuyos nombres no conocemos, que son los que han conseguido salvar Gran Canaria.

Gracias. (Aplausos).

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor presidente.

Acabado este punto del orden del día les recordamos que, tal como habíamos acordado, comenzaríamos ahora, retomaríamos, las preguntas de control al Gobierno.

Dada la hora, les propone la Mesa suspender aquí la sesión, regresar a las dieciséis quince horas y, a partir de ese momento, reanudar el pleno retomando las preguntas de control al Gobierno y continuar con el orden del día tal como está establecido, excepto los cambios que luego se puedan acordar por parte de la Junta de Portavoces.

Así que se suspende la sesión hasta las dieciséis quince horas, señorías.

(Se suspende la sesión a las catorce horas y veinte minutos).

(Se reanuda la sesión a las dieciséis horas y dieciocho minutos).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señorías.

Por favor, vayan ocupando sus escaños, vamos a reanudar la sesión plenaria.

Como habíamos dicho esta mañana, retomamos el pleno por las preguntas de control al Gobierno, donde las habíamos dejado, es decir, a continuación de las preguntas al presidente, y una vez hayamos acabado las preguntas, retomaremos las comparecencias en el orden en el que están fijadas en el orden del día.

En todo caso, a medida que vaya desarrollándose la sesión plenaria de esta tarde, luego haré algunas consultas con los portavoces, a efectos de terminar de ordenar lo que quede de sesión plenaria de hoy y de mañana.

Así que, si les parece, vamos a comenzar.

(La señora vicepresidenta segunda, Dávila Mamely, ocupa un escaño en la sala).