Diario de Sesiones 100, de fecha 10/11/2021
Punto 2

10L/PO/P-2072 PREGUNTA DEL SEÑOR DIPUTADO DON MANUEL MARRERO MORALES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SÍ PODEMOS CANARIAS, SOBRE LOS TRABAJOS DE COOPERACIÓN CON LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA PARA DEFENDER Y CONSERVAR EL PATRIMONIO LINGÜÍSTICO CANARIO, DIRIGIDA A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO.

El señor PRESIDENTE: Siguiente pregunta, que formula el diputado don Manuel Marrero Morales, del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias, sobre los trabajos de cooperación con la Real Academia Española y la Universidad de La Laguna para defender y conservar el patrimonio lingüístico canario, dirigida a la Presidencia del Gobierno.

Señor Marrero, tiene la palabra.

El señor MARRERO MORALES (desde su escaño): Buenos días, señorías, buenos días, señor presidente.

En el momento de estar reflexionando sobre la pregunta que le iba a hacer al respecto, me vino a la memoria, allá en mi lejana infancia, cómo la generación a la que pertenezco éramos capaces de distinguir los acentos, los vocablos, los modos de expresarse de gente que estábamos en Arico a lo mejor con gente que estaba en San Miguel, en Santa Cruz y no digamos de cualquier otra isla. Con el paso del tiempo, la evolución del lenguaje, como elemento vivo en las sociedades, ha traído consigo, seguramente por la influencia de los medios de comunicación, por la colonización lingüística que ha habido durante todo este tiempo, por la aceptación de barbarismos, extranjerismos, etcétera, por una serie de contaminaciones lingüísticas que se han ido produciendo en el idioma y en este caso en el habla canaria, pues, avanzar hacia una cierta homogeneización del lenguaje. Se han perdido una serie de características, y se siguen perdiendo, las jóvenes generaciones están ya mucho más homogeneizadas. Es mucho más difícil distinguir, por los modos de expresarse o por el acento, si una persona es de tal o cual lugar dentro de las islas. Aún seguimos distinguiendo grosso modo si una persona es de El Hierro o de La Palma o de Gran Canaria o de Tenerife, o de cualquiera de las otras islas, por el acento y por algunas de las expresiones, pero cada vez se hace más difícil.

Posiblemente entre la gente más joven sea por la influencia de los medios de comunicación, pero también ha habido un factor dentro de la sociedad canaria de un cierto sentimiento de inferioridad en algunos momentos, de no apreciar suficientemente nuestra forma, nuestro instrumento de comunicación y por creernos inferiores, si quiera por la expresión, al lenguaje mesetario, que en una época se impuso dentro de los medios de comunicación de manera obligada o algunos maestros y maestras en las escuelas, que procedían de la península y trabajaban aquí, en las islas, que obligaban a su alumnado de alguna forma a expresarse de esa manera.

Por tanto, consideramos importante que haya este tipo de acuerdos con las universidades canarias para avanzar en la conservación, mejora del patrimonio, pero consideramos también que debe ser fundamental que se siga impulsando la Academia Canaria de la Lengua, porque creo que es el centro promotor y el que debe ser el impulsor de todo este asunto. Por tanto...

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Marrero.

Señor presidente.

El señor PRESIDENTE DE CANARIAS (Torres Pérez) (desde su escaño): Gracias, señor Marrero.

A mí me gustaría, en primer lugar, reconocer el excelente trabajo que se ha hecho en Canarias durante décadas por mujeres y hombres que han aportado sus conocimientos, su sabiduría en el campo de la semántica, de la lexicografía, con la Academia Canaria de la Lengua, pero también con la Real Academia Española.

Tenemos dos magníficas universidades públicas, una de ellas, la Universidad de La Laguna, ha tenido en décadas a excelentes maestros que han sido punteros, no solamente en el campo de nuestro país, sino internacional, Gregorio Salvador, Ramón Trujillo son dos ejemplos claros.

El Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura, trabaja también con las universidades; de hecho, hay dos convenios, uno de 145 000 euros, que se trabaja para un diccionario de canarismos, y otro también, de más de cuarenta mil euros, para un diccionario digital.

Y es curioso -ahí tenemos el magnífico trabajo que hace la reciente Premio Canarias, Dolores Corbella-, porque quizás se desconoce lo importante que son nuestros términos. En el año 1970 el profesor palmero Pérez Vidal introdujo un canarismo, que era fajana, de origen portugués, que hoy vemos todos los días en los medios de comunicación, pero quizás los niños y niñas, y quizás las personas que son mayores, desconozcan que la palabra "picón", la palabra "malpaís" o incluso la palabra "caldera", asociadas a fenómenos vulcanológicos, son palabras de nuestra lengua, de nuestro dialecto, de Canarias, que se han introducido. Y yo creo que lo más importante es que hagamos trasladar a la realidad de nuestra tierra, que, como dice nuestro himno, en su segundo verso, somos "volcán, salitre y lava", que las islas vienen de ahí, que siempre seremos territorio volcánico, fragmentado, pero nuestro origen es justamente ese.Y quizás es el momento, después de lo que está aconteciendo en la isla de La Palma, de que en los diseños curriculares de la enseñanza primaria y siguientes, hasta la universitaria, se introduzca en esos diseños curriculares la realidad, para que los niños y niñas sepan que viven en territorios volcánicos y que palabras como "picón, malpaís, caldera, fajana" y otras son palabras que han nacido aquí, que son nuestras, que forman parte de nuestra idiosincrasia, nuestro acervo, que las utilizamos en el día a día y que hay que, lógicamente, proteger.

Por tanto, creo que el trabajo que se realiza es excelente, fundamentalmente porque en Canarias hemos tenido, tenemos y vamos a seguir teniendo magníficas mujeres y hombres que aportan muchísimo a lo que es un tesoro, que es la preservación de nuestra lengua, de nuestra lexicografía, de nuestra semántica, y en eso Canarias ha sido ejemplar.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente.