Diario de Sesiones 142, de fecha 25/10/2022
Punto 24

10L/C/P-1140 COMPARECENCIA DEL SEÑOR CONSEJERO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, JUSTICIA Y SEGURIDAD, SOBRE EL PARECER RESPECTO A LAS NECESIDADES DE AFRONTAR MEJORAS NORMATIVAS EN LA FUNCIÓN PÚBLICA QUE PERMITAN PREMIAR LA PRODUCTIVIDAD Y TIPIFICAR EL ABSENTISMO LABORAL, A PETICIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO AGRUPACIÓN SOCIALISTA GOMERA (ASG).

La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (González González): A la 1140, del señor consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, sobre el parecer respecto a las necesidades de afrontar mejoras normativas en la función pública que permitan premiar la productividad y tipificar el absentismo laboral.

Tiene la palabra el grupo proponente, la Agrupación Socialista Gomera, señor Ramos, por tiempo de cinco minutos.

El señor RAMOS CHINEA: Muchas gracias, señora presidenta.

Muy buenas tardes, señorías; muy buenas tardes, señor consejero.

Mi grupo trae hoy esta comparecencia porque yo creo que es oportuno que abramos un debate serio y razonado sobre la necesidad de que las administraciones públicas, tanto canarias como también en el resto del país en su conjunto, puedan aspirar a tener un nuevo modelo de gestión pública en el que los principios básicos no sean otros sino la eficiencia y la eficacia y que no sean la excepción, porque con independencia del buen funcionamiento de algunos de estos servicios que reconocemos es verdad que la percepción generalizada de los ciudadanos es que seguimos teniendo una Administración cuyos trámites son lentos y muchas veces muy farragosos y, por tanto, tienen una respuesta demasiado lenta de los sistemas.

Y aún reconociendo que tanto este Gobierno de Canarias como los 7 cabildos e incluso los 88 ayuntamientos están realizando una gran labor a la hora de la simplificación y digitalización de la Administración para una mejor atención pública todavía debemos propiciar cambios legislativos importantes en materia de simplificación para poder afrontar con éxito esa atención integral y ágil al ciudadano.

Y, señor consejero, para que este cometido sea una realidad, aparte de esa simplificación de procedimientos y también otras herramientas, como es la digitalización, que nos permite modernizar la Administración, los empleados públicos juegan un papel fundamental. Y todos sabemos que en materia de personal arrastramos un déficit bastante grande desde la crisis económica del año 2008, con una baja tasa de reposición de los servicios, con una gran sobrecarga laboral y con la urgente necesidad de consolidar y dar estabilidad a los trabajadores públicos que engrosan las altas tasas de temporalidad en la Administración.

Pero, señorías, este debate de hoy va a poner el foco en la productividad y también en el absentismo laboral en la función pública.

Y para ponerles en contexto, hace unas semanas conocíamos la noticia de que en Canarias casi ochenta mil trabajadores, tanto del ámbito privado como del ámbito público, no acudían a su puesto de trabajo, indicando además esta información que no se cuantificaban los miles de trabajadores que se limitaban simplemente a hacer presentismo laboral, con esto me refiero a que acudían a su puesto de trabajo pero no avanzaban en sus tareas. Y no podemos permitir que eso suceda en la Administración pública porque tenemos que responder al interés general de los ciudadanos.

Y, señor consejero, el acceso a la función pública se da por mérito y por capacidad, pero luego estos principios no se regulan al cien por cien el día a día de sus obligaciones laborales ni tampoco de su desempeño.

Yo conozco que hay herramientas y que no partimos de cero, pero tenemos también que reconocer que no están siendo totalmente efectivas en la mayoría de los casos, y si no tenemos un sistema adecuado, donde sea obligatorio demostrar la capacidad y acumular mérito pues difícilmente vamos a poder implementar de forma efectiva esos principios a los que me refería de eficacia y eficiencia en la gestión pública.

Tenemos dos problemas que son la cara y la cruz de una misma moneda, y que requieren de solución por parte de los poderes públicos, por una parte tenemos premiar la productividad de quienes trabajan por encima de lo establecido, y que son un ejemplo para otros, pero por el otro lado tenemos también que tipificar el absentismo y el presentismo laboral en la Administración para de esta forma reconducir la situación y corregir estas conductas, que son graves, señor consejero, porque hablamos de dinero público.

Si llevamos a cabo esta tarea, señor consejero, por una parte incentivaremos correctamente al personal que quiera acometer un mayor esfuerzo y a la vez también cortaremos de raíz esas actitudes egoístas que perjudican al resto de empleados que prestan estos servicios.

Y es que no podemos permitir que quien se ausente de forma continuada, o yendo a su puesto a trabajar pues sobrecargue de trabajo al resto de compañeros, y es que todo esto afecta también anímicamente a las plantillas, haciendo que el problema vaya en aumento.

Por supuesto, sabemos que para llevar esto a cabo es necesario, pues, hablar con los sindicatos, cambiar también la normativa estatal y que el asunto no deja de ser polémico, ya que esto cambiaría el statu quo por eso planteamos este debate para que todos nos posicionemos y busquemos soluciones razonables a este problema y, por supuesto, que este Gobierno pueda trasladarlas luego al Estado.

Espero que todos podamos... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia le concede un tiempo adicional).

Gracias, señora presidenta.

Como les decía, espero que todos podamos aportar en este debate, yo escucharé atento su intervención, señor consejero, por supuesto también la del resto de portavoces, porque yo creo que estamos hablando de un tema que, por un lado, perjudicamos a aquellos trabajadores que realmente trabajan y que realmente tienen una producción y son eficaces con el trato al ciudadano y, por el otro lado, tenemos el problema de ese absentismo laboral que muchas veces abusan en perjuicio gravísimo a las administraciones públicas.

Gracias.

La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (González González): Gracias, señor Ramos.

Turno para el Gobierno, consejero, por tiempo de 7 minutos.

El señor CONSEJERO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, JUSTICIA Y SEGURIDAD (Pérez Hernández): Gracias, señora presidenta. Señorías. Señor diputado.

Efectivamente, se trata de un debate importante, pero también difícil, delicado. Usted ha señalado, su señoría ha señalada algunas de la aristas con las que vamos a encontrarnos.

Se refiere usted a la productividad y se refiere al absentismo, dos asuntos distintos que conviene mirar por separado. Y ha facilitado algunos datos, que yo no discuto, pero que se refieren esos datos al conjunto de los trabajadores canarios, de la población ocupada y yo creo que para, no digo que no sea ese debate importante, sino para concentrarnos, porque corre el reloj, yo les voy a hablar de la productividad y del absentismo en nuestra Administración y de las medidas, como usted dice, que podrían, que podrían adoptarse de las normas y aparte de normas de las decisiones que podríamos adoptar. Yo añadiría un tercer concepto porque está poniéndose de relieve que una cosa es el absentismo y otra cosa, no sé si se llama así o es, entre ustedes hay muchos funcionarios y funcionarias públicas, la no presencialidad, que son 2 cosas distintas.

Sobre la productividad, ¿cuál es el objetivo que el Gobierno se ha querido plantear y quizás no haya podido hacerlo a la velocidad adecuada, a lo mejor por su propia incapacidad o por la dificultad o por las complicaciones extraordinarias que hemos padecido? No sé cuál es la razón, pero la realidad es que no hemos logrado poner en marcha el objetivo de generalizar la retribución en función de la productividad, ese sería el objetivo de este consejero y creo que podría ser también el objetivo del Gobierno, que los empleados públicos todos recibieran una parte de su retribución en función de su productividad, de su eficiencia, de la aportación que hagan al servicio público, debe implantarse un modelo retributivo que incluya con carácter general, porque hoy lo tenemos para algunos grupos de empleados públicos, un complemento de productividad. ¿Por qué es difícil?, ¿con qué dificultades nos hemos encontrado?

En primer lugar, rompe una inercia, porque no me atrevo a llamarlo tradición porque tradición es una palabra valorativa en positivo, aquí hay expertos en palabras, en semántica, en lingüística, rompe una inercia aparentemente igualitaria, aquí todos somos lo mismo y como todos somos lo mismo todos debemos cobrar lo mismo. Y esa es una inercia que hay que romper, hay que decir, no, no, no todos trabajan igual y, por lo tanto, hay que retribuir de manera distinta a unos y a otros.

En segundo lugar, no hay instrumentos porque se necesitan criterios objetivos, se necesita decir este empleado público va a recibir 2000 euros más al mes o 3000 euros al mes porque ha cumplido este objetivo, ha desarrollado esta actividad, ha gestionado tantos expedientes, no los tenemos en este momento. Y, además, hay una inercia, como digo, para que no se construyan o que dificulta su construcción. Y, lo diré con claridad, porque obliga a los jefes a opinar sobre sus subordinados, que alguna sonrisa veo entre el respetable pública que me parece que es de complicidad, porque obliga a que el jefe de servicio diga qué jefe de sección trabaja y cuál no y el jefe de sección lo tendrá que decir del jefe de negociado y el jefe de negociado del auxiliar y del administrativo. Esto no es imposible, se hace hoy en el Servicio Canario de Salud, se hace hoy en la Agencia Tributaria, se hace hoy, por ejemplo, en el Estado, en la Abogacía del Estado, que es un sitio donde puede parecer difícil medir la productividad. Y hay una cierta resistencia a opinar sobre los demás, ya ha normas, las tenemos en los presupuestos año tras año, además las perfeccionamos, luego no las logramos aplicar.

Se necesita, además, regular la carrera profesional porque a veces no es solo una cuestión de dinero sino de promoción. Es necesario establecer escalones y desarrollar el Estatuto de los Trabajadores para que la carrera profesional tenga una regulación, que también premie al que quiere progresar y no premie, para no decir castigue, al que está decidido a quedarse como entró. Se necesita establecer una dirección por objetivos, lo hemos hecho. Se necesita que todas las consejerías, todos los centros directivos, tengan un sistema de indicadores. Lo dije en la primera comparecencia ante este Parlamento. Objetivo del Gobierno, que haya una evaluación basada en datos. Estos son los objetivos de su dirección general y usted debe cumplir.

Y se necesita -intento abreviar- regular el teletrabajo. El teletrabajo tenemos una regulación discutiéndose con los sindicatos, polémica, difícil, difícil en la actividad privada, difícil en la actividad pública. No el teletrabajo derivado de la pandemia, sino el teletrabajo como una modalidad de trabajo que convivirá con el trabajo presencial en el futuro.

Absentismo. No menos difícil el absentismo que la productividad. Y no puede controlarse de modo generalizado, las bajas, las ausencias, no puede la administración no puede por prescripción legal, porque hay mecanismos, la inspección médica, los sistemas de evaluación, para controlar la presencia o ausencia de los trabajadores en los puestos de trabajo. Pero no puede desarrollarse una especie de policía sistemática. El Gobierno tiene normalmente información numérica, que evalúa, del número de personas que están de baja por enfermedad, el número de personas que están en teletrabajo, pero esa es una información que habría que refinar y permitir que las administraciones públicas, ayuntamientos, cabildos, en función de esa información tomen decisiones. Hay una dificultad adicional, que no sé si me dará tiempo de exponer, las secuelas, las llamo yo, de la pandemia. Después de la pandemia con sucesivas y a veces desordenadas, en sentido literal no en sentido de una valoración negativa, invitaciones al teletrabajo, se generó un cierto clima de que vez en cuando uno puede quedarse en su casa. Y esto sigue ocurriendo. Y ocurre en la administración pública, no ocurre en Hiperdino, ni ocurre en El Corte Inglés, ni en la gasolinera, ni en las cafeterías de aquí al lado, pero en la administración pública de vez en cuando decimos no se trabaja, entonces falta un montón de gente, porque hay una situación meteorológica adversa o porque se produce un repunte de la enfermedad o porque hemos debido cerrar los colegios, como nos ha ocurrido hace un mes, y entonces es preferible que los padres no... (corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia le concede un tiempo adicional) yo creo que necesitamos abordar todos estos problemas en su conjunto y hacerlo además sabiendo que hay dos objetivos que parecen incompatibles pero que no lo son o no deben serlo, recuperar la presencialidad y al mismo tiempo incentivar el acceso a la administración por medios telemáticos modernos, porque eso también se está produciendo, el aumento de comunicaciones con las administraciones públicas por medios telemáticos es vertiginoso. Es decir, cada vez hay más llamadas al 012, cada vez hay más acceso a la sede electrónica, cada vez hay más procedimientos automatizados, pero sigue siendo necesario que uno acuda a una oficina pública y vea un rostro humano cuando en determinadas ocasiones un expediente no se entiende o debe caminar mejor.

Esto es, como decía el señor Chinea, un verdadero desafío para el conjunto de la sociedad, las administraciones públicas, el Gobierno, los sindicatos, la opinión pública, los medios de comunicación, los propios empleados y empleadas públicas, en esta materia el error o la desidia o el puro interés particular de nadie no son admisibles, por lo tanto a ello debemos ponernos todos y el Gobierno intentará estar en primera línea.

Después podré contestar a las intervenciones que sus señorías tengan a bien hacer.

Muchas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA PRIMERA (González González): Turno para el Grupo Mixto, señor Fdez. de la Puente, por tiempo de tres minutos.

El señor FDEZ. DE LA PUENTE ARMAS: Gracias, señora presidenta. Señor consejero.

Según la CEOE la baja productividad empresarial, y la merma de los salarios, puede verse afectada, entre otras cosas, por el absentismo laboral existente entre la población trabajadora.

Para el primer trimestre de 2022, la tasa de absentismo regional se sitúa en 8,6, 1,5 puntos porcentuales por encima del valor registrado en el resto de España. En términos de evolución desde el tercer trimestre de 2017 se observa una tendencia creciente del absentismo.

Claramente estas cifras de absentismo interpretadas en pérdida de horas pactadas supone la ausencia del puesto de trabajo, justificada o no, de la población ocupada. En consecuencia se provoca una serie de problemas, que van desde los aspectos económicos, como son los costes vinculados por la prestación por incapacidad temporal, o en los casos... (ininteligible) tales como la organización del trabajo o posterior aumento de carga de trabajo para el resto del personal.

Estas cifras de absentismo generan inquietud pese a la actual incertidumbre que se cierne sobre la economía. Y a esta situación se añade, probablemente, el fenómeno del the great resignation, el cual se vincula con una tendencia global, caracterizada por el aumento desmesurado de personas que han abandonado su puesto de trabajo.

Este fenómeno, el actual se contextualiza, y especialmente, a partir de la pandemia, denota la posible insatisfacción o desmotivación laboral por parte de la población trabajadora.

Afortunadamente la función pública parece que de momento se libra de esta situación, de estas tensiones. Si bien al desgranar los datos referidos por tipo de contrato, se aprecia un mayor incremento por las bajas por dimisión por parte de personas trabajadoras indefinidas. Este récord de dimisiones deja vislumbrar un cambio de tendencia en la percepción que tienen los trabajadores sobre el mercado laboral.

Según los datos contemplados en varios informes el 54 % de las personas empleadas se sienten desmotivadas por su trabajo actual. (La señora vicepresidenta segunda, Dávila Mamely, abandona su lugar en la Mesa. Ocupa la Presidencia la señora vicepresidenta primera, González González).

En cuando a la valoración de determinados aspectos por parte de los profesionales, se considera, según importancia, la conciliación, la estabilidad laboral, el desarrollo de la carrera, el buen ambiente, la flexibilidad horaria, aspectos estos que se deberán tener en cuenta a la hora de premiar la productividad en la administración.

Señor consejero, ante todo lo expuesto se hace indispensable abordar en profundidad el absentismo laboral desde todos los ámbitos posibles. Estas pudieran ser algunas mejoras del absentismo en términos de negociación colectiva: sensibilizar a la Administración pública y al conjunto de la población que la merma que esta situación supone sobre los recursos públicos y concienciar sobre los elementos asociados al absentismo por incapacidad temporal, entre otros.

La Administración pública canaria debe adaptarse a esta circunstancia intentando retener talento y generar compromiso con la finalidad de mejorar su productividad.

Muchas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Dávila Mamely): Gracias, señor Fdez. de la Puente.

Turno para Sí Podemos Canarias, señor Déniz.

El señor DÉNIZ RAMÍREZ: Señorías, bueno, el debate este sobre el absentismo laboral a mí me parece que es un debate recurrente, que periódicamente determinadas organizaciones empresariales y patronales lo sacan quejándose un poco del absentismo laboral. También los trabajadores se quejan de otras cuestiones, ¿eh? También deberíamos traer aquí ese tipo de quejas, porque son datos, los que usted plantea aquí, de la CEOE, de la patronal. Y son datos que mezclan el absentismo privado y el absentismo de la empresa pública.

Le voy a decir una cosa, esto es una cuestión que compete, básicamente, a los convenios colectivos y a las negociaciones. Por ejemplo, yo no voy a hablarle aquí de los plus, porque como dijo el consejero, es un tema bastante delicado, que se discute en la función pública y discutimos los que somos también funcionarios, ¿eh?, pues también lo discuten nuestros sindicatos y hay sueldos que, efectivamente, se comparten en determinados plus por méritos, por ejemplo, ¿no?, y así se completa el sueldo. Ahora, determinar por plus de productividad es un tema muy complicado que, además, yo creo que excede el ámbito este parlamentario y se discute en los convenios colectivos.

Y digo que la... es un debate recurrente porque a veces sale a la luz una especie de recriminación a los trabajadores y se mezcla todo tipo de absentismo, y está claramente tipificado, es decir, absentismo por causas justificadas o causas no justificadas. Por causas justificadas, que normalmente son enfermedades u otro tipo de permisos, está perfectamente recogido en todo tipo de convenios colectivos, es más, les voy a decir una cosa, que salgan estos debates constantemente es porque, entre otras cosas, a la patronal, a la CEOE, le ha interesado siempre eliminar las bajas por enfermedad, fíjese usted lo que le estoy diciendo, y ese es el cometido de las campañas que a veces se están haciendo. Eliminar las bajas por enfermedad e, incluso, en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores se recoge que la extinción del contrato abre la posibilidad de despido con causa justificada.

Entonces, estamos hablando y ese es el debate real, aquí lo que interesa fundamentalmente es cómo se merman más los derechos de los trabajadores, porque le voy a decir una cosa, todas las personas tienen sus tragedias, pero aquí la mayoría de las causas por las cuales los trabajadores no van al trabajo, es por enfermedad, porque tienen algún tipo de situación familiar, o por otros motivos que explicó el señor consejero, y eso además está tipificado perfectamente en los convenios colectivos que se negocian constantemente entre empresas y entre sindicatos y nos parece que es un debate que está, digamos, bastante intencionado.

Además, le voy a decir una cosa, en la función pública, hasta donde yo sé, incluso ante determinadas ausencias los propios trabajadores y trabajadoras son las que se reparten la carga del trabajo y la negocian y la gestionan, yo te sustituyo aquí, tú me sustituyes aquí. Quiero decir, que no hay ningún tipo de abuso ni hay ningún tipo de, en fin, de escaquearse como vulgarmente se dice, porque dentro de las empresas son los propios trabajadores, sobre todo en la función pública ―permítame, señora... ― (la Presidencia le concede un tiempo adicional), las que se reasignan las cargas de trabajo, de manera que el trabajo salga y son los trabajadores los principales responsables de ese tipo de situaciones.

E, insisto, yo creo que este Parlamento no es el competente para entrar aquí a discutir sobre los plus por, ¿no?, por venir a trabajar o... porque se han dado casos y situaciones bastante pintorescas en el tema, es un tema sindical, incluso los trabajadores también, incluso, son los que negocian entre ellos la flexibilidad, fíjese lo que le estoy diciendo, la flexibilidad de los turnos. La flexibilidad de los horarios. Y todo eso está perfectamente, no solamente tipificado en los convenios, sino además regulado en la cultura de la gente que trabaja tanto en empresas públicas como en empresas privadas.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Dávila Mamely): Gracias, señor Déniz.

Turno para Nueva Canarias, señor Campos.

Adelante.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: Gracias, señora presidenta.

¿Por dónde empiezo, señor consejero? Esto es de una complejidad enorme, porque, además, creo que no hay una única solución, es imposible. Es de una profundidad importante.

Conocíamos recientemente el estudio de Adecco que hablaba del absentismo con carácter general y planteaba que había una serie de cuestiones que son siempre esenciales, determinantes, en las causas principales, que pueden provocar el absentismo, los aspectos institucionales y legales del mercado de trabajo, en función de si son unos más restrictivos o menos restrictivos, si, digamos, se atiende antes las bajas, si se retribuyen, de qué forma, si es al cien por cien o no, condicionan el que puedan tenerse mayores o menores bajas, por ejemplo.

El planteamiento podría ser, oye, a lo mejor tendríamos que intentar que las bajas solo se retribuyeran a partir de determinados días, ¿pero qué sucede con aquellos que de verdad están en una situación de baja porque afortunadamente estoy convencido que la inmensa mayoría las causas del absentismo generalmente suelen estar justificadas.

Hay un sector factor, que son los factores socioeconómicos de los empleados, quien más lo necesita generalmente más cumple, las condiciones de trabajo, yo creo que este es uno de los elementos determinantes, y que es más extrapolable a la Administración pública, el clima en la empresa, en la Administración, con los compañeros, con las jefaturas, en definitiva, con la carga de trabajo.

Y luego, las características, en este caso, de la empresa que establece el cuarto elemento, que hay algunos elementos que también pueden ser extrapolables a la Administración pública, el tamaño de los departamentos, el modelo de trabajo, el tipo de retribución, en definitiva, que aunque es verdad que hablamos de conceptos diferenciados muchas de esas cosas sí pueden trasladarse.

Pero fíjense, este estudio plantea que es igual de preocupante el absentismo que el otro con un concepto denominado el presentismo, que en definitiva es estar en ocasiones para no hacer nada, que si me apuran es peor, porque yo sé que el que no está puede estar más o menos justificado pero el presentista finalmente termina generando un malestar importante entre quienes le rodean.

Y yo creo que esto nos lleva, además está muy relacionado con productividad, ¿es de verdad tan importante que la gente esté en el puesto?, salvo en aquellos casos en que sea imprescindible, un policía local es imprescindible que esté ocho horas en la calle si su jornada laboral es de ocho horas, alguien que atiende al público es imprescindible que esté las horas de atención al público, pero ¿es realmente imprescindible el hecho de que la gente tenga que estar en su puesto de trabajo aunque en ocasiones el rendimiento no sea el adecuado? Y ahí es donde enlazamos con productividad.

El gran reto, desde nuestro punto de vista, para la Administración moderna, eficaz, desde una mirada también hacia nuestros propios trabajadores, pero fundamentalmente a lo más importante, que es al servicio público que ofrecemos, es que realmente seamos capaces de medir la productividad de tal manera que el desempeño que la gente lleva a cabo realmente sea perceptible, podamos medirlo. Lo creo que ese es el gran desempeño y evidentemente la enorme dificultad de cómo se miden en ocasiones estas cuestiones.

Porque no es, para mí no es tan relevante, y menos empiezan además a haber mayores complejidades en la era del teletrabajo, en la era de la tecnificación, es decir, empieza a ser menos relevante el que alguien esté ocho horas desempeñando una labor sino qué es capaz de desarrollar durante ocho horas. Hay personas que durante ocho horas son capaces de sacar adelante quince expedientes de vados y hay gente que pa sacar quince expedientes de vados una legislatura.

Por tanto, creo que este es un elemento determinante, y hay una responsabilidad por parte de quienes nos toca legislar, pero también es verdad que hay una responsabilidad por los sindicatos.

Usted hablaba antes de aquellos jefes de servicio, y puedo hablar de un caso concreto, jefatura de servicio que se atreve a hacer un informe negativo de un trabajador que prácticamente no desarrollaba trabajo, todo el mundo era consciente y sin embargo la presión de los sindicatos para intentar revertir esa situación fue brutal... (corte del sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia concede un tiempo adicional) decir con esto que estamos ante una situación compleja pero en la que tenemos que asumir la parte de responsabilidad todos y cada uno de los que en algún momento la tenemos, desde el ámbito de la empresa, desde el ámbito sindical, desde el ámbito obviamente de los propios trabajadores, pero creo que el gran objetivo finalmente no es tanto -y hacia ahí tendrá que ir el futuro- medir el absentismo en tanto en cuanto horas desempeñadas, presenciales, sino en la capacidad real, dentro de un buen ambiente laboral, dentro del reconocimiento que cualquier trabajador se merece, dentro de una buena retribución, dentro de todas esas buenas condiciones la capacidad real, en el ámbito de la Administración pública, que el tiempo que tenga que desempeñar realmente sea efectivo a los ojos de la ciudadanía y sea capaz de desempeñar en ese periodo mucho más trabajo que simplemente la cuantificación, el fichaje a primera y a última hora.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Dávila Mamely): Gracias, señor Campos.

Turno para el Grupo Popular, señora Reverón.

La señora REVERÓN GONZÁLEZ: Gracias, presidenta. Buenas tardes, señorías, y buenas tardes señor consejero.

La verdad que le digo al proponente de esta comparecencia que cuando la leí pues pensé que serían necesarias muchas comparecencias para hablar de lo que estaba planteando, porque es un tema, como ya han dicho las personas que me han precedido en la palabra muy complejo.

Y es verdad que hace pocos días leíamos en esos medios de comunicación que más de 79 200 personas faltaban cada día a su puesto de trabajo y que Canarias se encontraba entre la segunda comunidad española con mayor nivel de absentismo. Pero es verdad que esta comparecencia no va de esto, esta comparecencia va de la Administración pública.

Si bien es cierto que cuando se habla de la productividad de los empleados públicos muchas veces se mezcla con lo que es el grado de absentismo de estos y además existe una percepción en la ciudadanía de que existe una productividad es baja y además que el absentismo es muy preocupante. Sin embargo, esta presumida relación causa-efecto para nosotros es más que cuestionable, y digo esto porque es muy fácil demonizar a la función pública.

Señorías, no es fácil concretar, y además ya se ha dicho y también lo ha dicho el consejero, no es fácil concretar qué es la productividad de un empleado público, cómo se mide esa productividad. Usted empezaba en esta legislatura, y creo que en una de sus primeras intervenciones, diciendo que lo que no se podía medir no se podía contabilizar y no se podía contar, o sea, era como no tener absolutamente nada, ¿no?

Entonces, yo le diría a alguno de los diputados que hoy se encuentran aquí, ¿son conscientes de cuál es el conocimiento certero que hay que tener para poder valorar esa productividad de los empleados públicos? Creo que no.

Y entendemos que, efectivamente, este debate hay que tenerlo, señorías, pero eso sí no puede ser un debate de pasillos o, como siempre digo yo, demonizando a la Función Pública, creo que lo primero que hay que hacer es tener un debate con los primeros implicados que son los funcionarios, mejor dicho, los empleados públicos, tanto los funcionarios como el personal laboral. Y digo esto desde el convencimiento de que las crisis que hemos tenido y que hemos tenido que afrontar en esta sociedad siempre han puesto de manifiesto que son los empleados públicos la parte actora de las políticas públicas y es el capital humano que le confiere calidad y excelencia a los servicios públicos.

Desde mi grupo parlamentario consideramos que la aproximación de esa medida a lo que es la productividad debe tener en cuenta lo que es la calidad de los servicios que se presta, tanto desde una aproximación objetiva institucional como de una percepción subjetiva, es decir, qué es lo que percibe el ciudadano de cara a la Función Pública y por eso, desde el convencimiento, señorías, desde que el paradigma burocrático está en crisis, porque está en crisis, creo que se debe de apostar por una nueva gestión pública ahondando, por supuesto, en lo que es la gestión de objetivos y ser más transparente y por eso entendemos que se tienen que volcar sobre lo que es el incremento de esa productividad, porque ya se los dijo, señorías, que no se combate el absentismo hablando de la improductividad, son cuestiones completamente diferentes.

Muchísimas gracias.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Dávila Mamely): Gracias, señora Reverón.

Turno para el Grupo Nacionalista Canario, señora Beato.

La señora BEATO CASTELLANO: Gracias, señora presidenta. Señorías. Señor consejero.

Es cierto que el solicitante de la comparecencia pone el foco en 2 aspectos bien distintos, uno, premiar la productividad, el trabajo de los empleados públicos, mecanismos para premiarlos y, por otro lado, mecanismos para tipificar el absentismo laboral.

Y es cierto, como decía el consejero, que son asuntos distintos, pero nosotros queremos decir que ya hay mecanismos legales para premiar a los empleados públicos, el estatuto básico establece, en su artículo 20, implantó desde hace muchísimos años la evaluación del desempeño y obliga a las administraciones públicas a desarrollar mecanismos que permitan, pues, valorar la conducta, el progreso de los empleados públicos, el rendimiento, los resultados y, por tanto, premiar el esfuerzo, la eficiencia y la calidad de los servicios públicos. Y eso, ese sistema de evaluación, pues, lamentablemente, durante estos años no se han desarrollado. Por tanto, no existen mecanismos objetivos, instrumentos de medición que puedan establecer de forma objetiva lo que también desarrolla el Estatuto Básico del Empleado Público la posibilidad en el artículo 24 de establecer retribuciones complementarias para premiar, para incentivar, para establecer retribuciones que de algún modo reconozcan esa productividad. (Se reincorpora a su lugar en la Mesa el señor presidente).

Y estamos de acuerdo con el señor consejero en que premiar no tiene que ser sinónimo de incremento de retribuciones, de complementos retributivos, los empleados públicos necesitan ser reconocidos, ser... el desarrollo de la carrera profesional, otra cuestión que tampoco se ha desarrollado del Estatuto Básico, la estabilización del empleo público. Estoy segura que muchos empleados públicos no quieren un incremento retributivo quieren estabilidad y lamentablemente ni el Gobierno de España ni el Gobierno de Canarias les está dando ahora mismo a los empleados públicos estabilidad.

Mire, hace unos días me informaban de una convocatoria del cuerpo de Inspección de la Administración de la Seguridad Social, médicos que se dedican, médicos inspectores, en su mayoría funciones en el INSS para control y reconocimiento de procesos de incapacidad temporal, bien, pues, un proceso de estabilización ha dejado fuera a 10 médicos canarios, 5 en el área de Las Palmas, 5 en el área de Santa Cruz de Tenerife. ¿Eso es premiar los empleados públicos?, no, eso es deteriorar el servicio público, es atacar al empleado público que en estos casos llevaban más, algunos más de 14... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia le concede un tiempo adicional). Por tanto, hay que fijarse en mecanismos que no sean solo retributivos.

Y respecto al absentismo, señor consejero, también hay mecanismos en la ley y el Gobierno de Canarias los tiene a través del sistema del control horario, Sicho, que nos preocupa la judicialización de ese proceso, queremos que nos informe porque nos inquieta las consecuencias que tiene para los trabajadores que un juzgado de instrucción haya abierto diligencias al Gobierno de Canarias por, diligencias penales y haya trasladado... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

La señora BEATO CASTELLANO: Gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: ... señora Beato.

Turno para el Grupo Parlamentario Socialista, señora Mendoza.

La señora MENDOZA REYES: Gracias, presidente. Buenas tardes, señorías. Buenas tardes, señor consejero.

Para nadie es un secreto que la posibilidad de promocionar en el puesto de trabajo, tanto público como privado, resulta un elemento fundamental motivador en el desarrollo profesional de cualquier persona y que esta promoción pone en valor los avances de conocimiento y de cumplimiento de objetivos y, por supuesto, un aumento retributivo y que el objetivo de la productividad es medir la eficiencia de producción por cada factor o recurso utilizado, entendiendo por eficiencia el hecho de obtener el mejor o máximo rendimiento utilizando un mínimo de recursos; y en el caso de las administraciones públicas que los resultados se vean reflejados en la sociedad. Y aquí es donde vemos la necesidad de diferenciar la productividad del absentismo porque son cuestiones paralelas que tienen que resolverse a corto plazo.

Me alegra, señor consejero, que en determinadas explicaciones en sede parlamento, en comisiones anteriores y en plenos anteriores, haya anticipado en alguna ocasión que se está creando un grupo de trabajo por parte de la Dirección General de Función Pública para la elaboración de un proyecto de decreto para la regulación de la carrera profesional en el ámbito de la Administración general, pero más importante es que nos gustaría saber cómo va la elaboración de ese proyecto y de que si próximamente puede estar finalizado para la negociación con los propios sindicatos. Además, también podemos ver el compromiso de este Gobierno con el complemento de productividad con la dotación de los presupuestos de ejercicios anteriores de una partida económica para tal efecto y es que también, es que ese compromiso sigue intacto a día de hoy con el anteproyecto de ley porque entendemos que también se recogerá dentro de las retribuciones del personal funcionario, como las retribuciones del personal laboral, el complemento de productividad con el objetivo de que llegue a todos los empleados y las empleadas.

Pero, por lo tanto, es que nadie puede negar que este Gobierno apuesta claramente por el desarrollo profesional de los trabajadores al servicio de la Administración pública y que eso se va traduciendo en un sistema retributivo justo con el desarrollo de las funciones.

Pero creo que es necesario recordar que el complemento de productividad tiene una naturaleza distinta de otros complementos retributivos, como puede ser el destino o el específico, que remuneran directamente de manera objetiva el puesto de trabajo. Dice la ley y, además, refuerza la jurisprudencia, y corríjame si me equivoco, que los complementos de productividad no pueden ser ni fijos en el tiempo ni en la cuantía ni para la totalidad del personal como un concepto fijo sino que se dejen establecer unas circunstancias tasadas, regladas y negociadas para tal efecto como puede ser, por ejemplo, pues, la consecución de objetivos asignados o el grado de cumplimiento de objetivos o la propia conducta profesional o la evaluación del desempeño a través de un reglamento, por ejemplo, que regule, de manera objetiva qué gestión debe ser remunerada con productividad y cuál no, porque también resulta necesario, como decía usted, medir qué indicadores son los penalicen, si me permite la expresión, el derecho de percibir ese complemento. Es decir, el complemento de productividad no puede ir unido a las condiciones inherentes de un puesto de trabajo.

Nos gustaría, señor consejero, que el complemento de productividad, como dice usted, es necesario para el desarrollo de cualquier carrera profesional, debe ir de la mano de una evaluación objetiva de desempeño que se debe tasar... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia le concede un tiempo adicional). Termino, presidente.

... que esa evolución objetiva del desempeño debe ir tasados con criterios de responsabilidad con la consecución de metas y objetivos y muy especialmente de la eficacia y de la eficiencia porque si de algo estoy convencida es que aparte de que este debate es enriquecedor para el desarrollo de la motivación profesional de cualquier persona trabajadora es que si el personal de la Administración pública se encuentra motivado se traducirá en un mejor servicio a los ciudadanos y que este es el paso adecuado y necesario como punto de partida.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Mendoza.

Turno para el grupo proponente, Grupo de la Agrupación Socialista Gomera, señor Ramos Chinea.

El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señor presidente.

Bueno, coincidían muchos de los portavoces que este es un tema complejo, complicado, pero es que este es el Parlamento de Canarias, aquí traemos temas complicados y complejos y los ciudadanos nos piden que los resolvamos. Por tanto, yo creo, señor consejero, que podemos encontrar puntos de encuentro para cuantificar o medir cómo calificar el trabajo de estos trabajadores, por ejemplo, que los objetivos sean obligados por las administraciones públicas y que, además, también la propia Administración, pues, pueda primar a aquel que sí cumple.

Miren, yo en mi, bueno, anterior trabajo, antes de ser diputado, yo dirigía un hotel y yo tenía incentivos por productividad y a mí me agradaba recibirlos, por tanto, yo creo que a un empleado público le pasará lo mismo. Es verdad que también necesitan su estabilización, pero yo creo que también tenemos que remunerarlos a aquellos que sí cumplen de manera efectiva.

Y sobre el absentismo, señor consejero, esto yo creo que no puede esperar, yo creo que tenemos que aunar esfuerzos desde todas las administraciones con las competencias que tenga cada una de ellas porque si no va a llegar un momento que va a ser insostenible, les digo por qué. El absentismo, sobre todo en Canarias, tiene una tendencia ascendente, así como en las administraciones públicas, así como en el resto de sectores parece que ha bajado, en la Administración pública ha subido y le doy algunos datos, ya lo han dicho algunos que me han precedido en la palabra, pues, ese informe de Adecco en el que se dice que en las administraciones públicas ha aumentado el absentismo, incluso se han duplicado las horas de ausencias entre el último trimestre del año 2021 y el trimestre anterior, e incluso triplicado con respecto al segundo trimestre de ese mismo año, del año 2021, e incluso también hay expertos que apuntan que el PIB nacional del final de ese mismo año, del año 2021, se podía haber incrementado en medio punto si se hubiese evitado ese gasto público, estamos hablando de 6000 millones de euros.

Por otro lado, aquí no se trata de criminalizar a los empleados públicos, todo lo contrario, se trata de dignificarlos. Hay servicios donde, a pesar de la escasez de medios humanos en las plantillas, no solo sacan el trabajo encomendado, sino que demuestran un esfuerzo y una dedicación loable que está muy por encima de lo que, incluso, sería exigible. Pero, ¿qué pasa? Que a estos trabajadores con devoción por el servicio público no podemos premiarlos por su alta productividad, porque precisamente el plus de productividad, tal cual está configurado actualmente está generando reparos a la hora de tramitación y de su aprobación, debido a que carecemos de un sistema que mida el desempeño de forma real y efectiva.

Esto, a veces, trae consecuencias que son nefastas para nuestra Administración pública, existiendo casos donde, por ejemplo, un funcionario que se consideraba un valor seguro dentro de la Administración ha renunciado a su puesto o pedido excedencia para irse a la esfera privada porque ahí sí se valora su potencial. Ambos supuestos no se solucionan ni estableciendo un control horario, como también se han visto obligadas muchas veces las administraciones públicas para certificar la asistencia al puesto y el cumplimiento de la jornada laboral, ni tampoco compensando con horas de descanso la asistencia por encima de la jornada, porque no a todos los empleados públicos les vale esta compensación, prefiriendo en algunos casos, como he dicho anteriormente, un aporte económico directamente relacionado con ese sobreesfuerzo que tienen.

Señor consejero, la única vía real es que se configuren criterios válidos y objetivos que midan el trabajo diario del empleado público, ya le decía anteriormente, pueden estar fijados por la Administración pública, para tener un control, pero también para fijar cuál sería el desempeño diario mínimo que están obligados a cumplir y a partir del cual serían premiados. O a falta del cual pudieran ser apercibidos y, en último término, sancionados. Un sistema que se configuraría por un puesto desempeñado y contando con las características y peculiaridades de cada servicio, un sistema que también permita flexibilizar la jornada y, por supuesto, también apoyar la conciliación laboral y familiar e incluso, también, impulsar el teletrabajo.

Y es que vuelvo a repetir que esta comparecencia no tiene como objetivo... perdón, tiene como objetivo, dignificar el servicio público y llevarlo a otros estándares en cuanto a eficiencia y eficacia. Es trágico que a día de hoy la concepción de muchos opositores y de la sociedad, en su conjunto, sea la aspiración de entrar en el servicio público, no como una vocación, sino por cumplir con esa concepción popular de que una vez dentro es un puesto de trabajo para toda la vida y en el que no deben esforzarse, y es triste que el funcionario vocacional, el que entra en la Administración pública para trabajar por y para los ciudadanos, se encuentre luego con las reticencias y las barreras que hay en muchos servicios, donde la disposición al trabajo no es la misma y esto conlleva, a pesar de esas expectativas que se pueda tener, a la desmotivación y en último término, incluso, a replicar la conducta más cómoda y egoísta.

Desde nuestro grupo preferimos buscar el cambio de este paradigma y poner en valor a quien se deja la piel día a día atendiendo a los ciudadanos. Así que, señorías, seamos valientes e iniciemos un diálogo social y político que favorezca el cambio de la Administración pública para alcanzar esta nueva cuota de calidad en la gestión y la atención tan demandada por nuestra ciudadanía.

La reconversión de la Administración no puede dejar solo a la inserción de las herramientas digitales y a la mejora de los medios materiales de los que disponemos, ni se va a solventar simplificando procedimientos. Para que la Administración avance debe darse estabilidad y certidumbre a los empleados públicos, lo ha dicho también alguno de los portavoces que me han precedido en la palabra. Que sepan de forma efectiva qué se le pide a cada uno de ellos, en función de su categoría y del servicio en que están encuadradas sus plazas y que en función de eso sepan cuáles son sus posibilidades de alcanzar metas que les beneficien a ellos y no favorezcan a otros.

Termino, señor consejero, reconociendo la inmensa complejidad que supondría cambiar este sistema en los términos que pretendemos, pero consideramos también que, aunque sea una reforma que, incluso puede llevar bastantes años en algún momento debe iniciarse y desde la Agrupación Socialista Gomera creemos que a través de este Gobierno de Canarias progresista podemos tener este debate e impulsar esos cambios en la función pública que son necesarios.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Jesús.

Turno para el Gobierno, señor consejero.

El señor CONSEJERO DE ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, JUSTICIA Y SEGURIDAD (Pérez Hernández): ¿Ya?

Gracias, señor presidente, señoras diputadas, señores diputados. Yo creo que es un debate... debería ser el principio de un debate que prolongáramos de manera regular, porque, en efecto, es crucial para la sociedad de Canarias el tener una Administración pública eficaz, motivada, bien retribuida, pero son dos asuntos distintos el absentismo y la productividad.

Hay un eslabón que los une, y yo creo que algunos portavoces -me parece que singularmente el señor Campos, también la señora Reverón- que es la evaluación del rendimiento. ¿Y por qué existe ese eslabón, tal como yo lo veo? Porque el absentismo, por cierto, en la... en la... señor Fdez. de la Puente, los números que maneja son números del conjunto de la población, nacionales, y los números que yo deduzco y del informe de Adecco al que alguien se ha referido, en la Administración canaria el porcentaje de absentismo, el porcentaje de bajas médicas a mí no me parece que sea estridente. Y yo creo que una cosa es el absentismo como tal absentismo y otra cosa es lo que yo llamaba la no presencialidad, que en parte es una secuela de un teletrabajo mal regulado en este momento y del que se hace uso con un cierto, en fin, con una falta de estandarización.

Pero el remedio del absentismo, y en esto creo que hay que... quisiera pagar derechos reales o copyright al señor Campos, el remedio del absentismo no es el presentismo, no se trata de que estén todos, se trata de establecer un sistema de evaluación del desempeño, como dice la señora Beato, que no se ha establecido, está previsto en la ley, está previsto año tras año en las leyes de presupuestos, lo ponemos, lo perfeccionamos, cada año discutimos con los sindicatos mecanismos de perfeccionamiento de esas normas, pero luego llega la hora de la realidad y no lo establecemos, y no lo establecemos, desde mi punto de vista, porque el mecanismo esencial es el establecimiento de un sistema de dirección por objetivos, ¿cuáles son los objetivos de su consejería?, estos, estos son los indicadores y este es el sistema de evaluación. Esto lo tenemos ya en algunas consejerías, no en todas. No es fácil, porque es lo contrario de lo que habíamos venido haciendo, porque realmente, aunque a lo mejor cuesta decirlo, el presentismo es nuestra tradición, hay que ir al trabajo, y nosotros decimos hay que trabajar, hay que hacer cosas, hay que prestar servicios, en una mesa o en otra mesa o en tu casa o en el TEA o un banco del parque no porque no se puede, pero la presencia no es garantía de eficacia ni de rendimiento, lo es, como decía el señor Campos, cuando se trata de un policía local o cuando se trata de alguien que está tras un mostrador.

¿Cómo establecemos incentivos, cómo establecemos indicadores? Pues de acuerdo con los sindicatos y de acuerdo con la sociedad.

Luego viene la productividad, cómo se... si tenemos un sistema de indicadores, evaluar la productividad, ¿si lo hacen los inspectores de hacienda de nuestra agencia tributaria por qué no lo pueden hacer los funcionarios del resto de las administraciones?

Yo creo además, lo digo con bastante frecuencia, que hay que distinguir entre los trabajadores y trabajadoras públicas a los que la propia realidad impone una evaluación, los médicos, los profesores de instituto, los maestros de taller, están evaluados continuamente por los enfermos, por sus superiores, por los padres de los alumnos, hay un sistema de evaluación continuo, por sus compañeros, como decía el señor Déniz, "este no viene a clase, tengo yo que ocuparme", pero los trabajadores de la burocracia tradicional, que son cerca de... más de trece mil, pues necesitan un sistema de evaluación más complejo porque no hay una prestación medible, se puede medir, se ha logrado establecer módulos para los jueces y los fiscales, pues no podrán establecerse módulos también por sistemas de indicadores, y en la universidad se han establecido trienios, sexenios, modos de primar de alguna manera y de distinguir al que investiga del que no investiga o no publica.

Yo no creo, señora Beato, que falten diez médicos, que lo siento, me parece muy mal, en 23 000 plazas le permita devaluar el proceso de estabilización completo. Usted dice "el Gobierno no ha cumplido". El Gobierno ha sacado las ofertas de estabilización, el viceconsejero yo creo que no sé si duerme de las reuniones con los sindicatos mañana, tarde y noche, para confeccionar las bases que estarán dentro de una semana o diez días, y se publicarán y se iniciarán los procesos de más de veintitrés mil plazas, que por cierto, me parece que en educación hay que hacer correcciones porque ha habido errores y previsiblemente haya algunas plazas que haya que incluir, si hay diez médicos, a los que pido disculpas y lamento mucho, no por eso creo que se pueda decir, como ha dicho usted si no lo he entendido mal, literalmente el Gobierno no ha cumplido.

Y por lo que se refiere al sistema de control horario querría decirle que la mayor parte de nuestros contratos públicos terminan en los juzgados, no me parece eso bien, tampoco me parece mal, el sistema de contratos en general y las adjudicaciones son normalmente objeto de discusión entre los licitadores o los adjudicatarios y aquí hay una empresa que discute el procedimiento que se ha hecho, ha acudido a la vía contencioso administrativa y también ha acudido a otro tipo de vías judiciales, algunas de ellas ni siquiera las ha iniciado, han sido archivadas sus denuncias, y en otras usted como yo hemos leído en la prensa que un juzgado nos pedía información, pues se la daremos, pero que exista un procedimiento judicial en relación con un contrato público es algo que, para bien o para mal, forma parte de la normalidad, tenemos impugnaciones de los contratos en todas las materias, carreteras, hospitales, informática, menos que en otras administraciones la verdad y con más éxito en los tribunales que otras administraciones, de modo que no hay que, me parece, exagerar los efectos de una complicación judicial con un contrato público, que efectivamente es muy importante para el servicio público, aunque como digo, y decía el señor Campos y decían otros portavoces, no es el control horario el mecanismos esencial para evaluar la productividad y el desempeño.

Tengo los números de las bajas médicas que mes a mes recibimos, como dije antes, y a mí no me parece que el número de bajas se refleje de ninguna manera, de bajas médicas, refleje una incidencia mayor en la Administración autonómica que en la empresa privada, otra cosa sería el que, y eso lo hace la Inspección Médica y el Gobierno mientras ni sabe ni tiene nada que decir, otras cosas sería que esas bajas médicas estén o no estén justificadas, da la impresión de que están justificadas porque quienes gestionan el servicio, es una pena que yo no haya usado el vídeo que otros oradores utilizan... (corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo. La Presidencia le concede un tiempo adicional) de las bajas médicas es similar en los distintos servicios, no creo que se hayan puesto de acuerdo todos para ponerse más enfermos en una época determinada, tuvo una incidencia especialmente grave en los peores momentos del COVID, pero luego hemos tenido meses en donde el número de bajas en el conjunto de la comunidad, por ejemplo, la última, el último mes, octubre del 2022, 2744 personas están de baja en comparación con las decenas de miles de empleados públicos que tenemos es verdaderamente una insignificancia. Por tanto, yo no creo que las bajas médicas, en su conjunto sean la Administración pública, otra cosa es que haya una baja concreta que se ha otorgado o se ha concedido de una manera injustificada, pero en eso el Gobierno tiene pocas posibilidades de entrar, pasar de ir a la oficina por desempeñar un servicio es un desafío que tenemos todos.

Y concluí antes, y lo hago ahora, diciendo que todos, todos en la opinión pública, los diputados, las diputadas, los sindicatos, los medios de comunicación y, desde el Gobierno, que tratará de hacerle frente con la mayor... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo).

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor consejero.

Hemos dado por finalizada esta comparecencia y vamos con la última comparecencia en la tarde de hoy.