Diario de Sesiones 41, de fecha 12/6/2012
Punto 5

· 8L/PO/P-0441 Pregunta de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular, sobre los autos del Tribunal Supremo que avalan el real decreto que convalida la autorización de investigaciones de hidrocarburos en aguas territoriales españolas, dirigida al señor presidente del Gobierno.

El señor presidente: Siguiente pregunta, de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular, al señor presidente del Gobierno.

Doña María Australia.

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Señor Rivero, ¿qué valoración hace de los autos del Supremo que avalan el real decreto de autorización de hidrocarburos, de investigación de hidrocarburos, en aguas españolas?

El señor presidente: Muchas gracias, doña María Australia.

Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente. Señora diputada.

De momento vamos ganando por goleada los que defendemos un modelo sostenible en la economía canaria. De momento vamos ganando por goleada aquellos que pensamos que el desarrollo sostenible de Canarias tiene que ver mucho con la apuesta al alza de nuestros valores naturales. Vamos ganando por goleada los que defendemos el interés general por encima del interés particular. Vamos ganando por goleada especialmente en las islas más afectadas, en Lanzarote y en Fuerteventura, tanto en lo social como en lo político como en lo institucional.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, señor presidente. Muchas gracias, señor presidente.

Doña María Australia.

La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Vamos a ver, señor Rivero, si soy capaz de explicarle lo que ha fallado el Supremo. Mire, el Supremo ha dicho, uno, que no existe ninguno riesgo objetivo para el medio ambiente en averiguar a ciencia cierta si en aguas españolas existen o no nuevas fuentes de riqueza en forma de petróleo y gas; dos, que existen razones objetivas y fundadas para entender que si existen esas nuevas fuentes de riqueza pueden y deben ser -escúcheme, señor Rivero-, pueden y deben ser, un factor de primera magnitud para la economía de España y de todos los españoles.

Reconózcalo, señor Rivero, escaldado -así literalmente-, escaldado por el Supremo, que en dos ocasiones y en una sola semana le ha quitado la razón, huye hacia Bruselas y ahí pretende internacionalizar un conflicto que en modo alguno -quiero que lo tenga claro- le interesa cada vez a menos gente.

Mire, ya lo hizo en Marruecos hace unos meses y ahora lo ha querido hacer en Bruselas. ¿Y sabe cuál ha sido el resultado de su actuación? -se lo digo con el máximo de los respetos-: el ridículo más absoluto, señor Rivero. Mire usted -y quiero decírselo bien claro-, aquí el único riesgo objetivo que tiene Canarias es usted, señor Rivero, usted, que se gasta el tiempo y el dinero de todos los canarios en estas batallitas que usted mismo dice que le apasionan.

Y yo le voy a decir, señor Rivero, que en Canarias hay más de 362.000 personas paradas, en el paro; 1.000 personas que no tienen ningún recurso a fin de mes; 650.000 que están al borde la pobreza, y yo le digo: ¿por qué no defiende, con esa pasión que defiende esta batallita que tiene usted con el tema del petróleo, a estas personas que están en paro?, ¿por qué no las defiende, a todas estas empresas que han cerrado y que van a cerrar más con esa voracidad fiscal que vamos a aprobar en estos días, ustedes van aprobar en estos días? Mire a la cara a los más 362.000 parados y dígales cuánto dinero se ha gastado en todas estas batallitas; y dígales también a todos ellos y a todos los que están en el riesgo de la pobreza cuánto dinero más se va a gastar en esta apasionante -y le estoy empleando los términos que usted ha utilizado-, en esta apasionante batallita con el tema del petróleo. Hágalo, señor Rivero, mírelos a ellos.

El señor presidente: Gracias, doña María Australia.

El señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.

El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.

Señora diputada, el ridículo más espantoso lo hacen aquellos que defienden los intereses de una empresa privada por encima de los intereses generales de todos los canarios. El ridículo más espantoso es cuando uno tiene que jugar un papel donde parece ser más un accionista de Repsol que un canario para defender los intereses de esta tierra.

Aquí está en juego el modelo de Canarias. Usted cree en otro modelo; nosotros creemos en un modelo sostenible, en un modelo donde los valores naturales que tiene el archipiélago hay que preservarlos, porque esas son las herramientas más importantes para seguir desarrollando un sector económico que significa en estos momentos el 54% de los empleos que se dan en la isla de Fuerteventura y en la isla de Lanzarote, de un sector turístico que significa el 51% del Producto Interior Bruto. Y no es compatible, no es compatible, los intereses, la defensa de los intereses de Repsol con la defensa de los intereses generales de Canarias, de Fuerteventura y Lanzarote. ¡No es compatible! No es compatible porque, entre otras cosas, usted hace, en ese rebujato que ha hecho en su pregunta, hace referencia a algo que no dice el Supremo, que las prospecciones se van a llevar a cabo a 60 km de Fuerteventura, y eso no lo dice el Supremo. Las prospecciones que ha autorizado el Ministerio de Industria se pueden llevar a cabo a 9 km 600 m de la costa de Fuerteventura. Esa es la realidad. Si vamos a los 60 km nos habrán metido en otro conflicto, nos habrán metido en el conflicto de la mediana con Marruecos. Acuérdese de lo estoy diciendo aquí. O las prospecciones están a menos de 20 km de las costas de Lanzarote y Fuerteventura o si se van a los 60 km de Canarias, estaremos en la zona que en estos momentos está en discusión de la mediana con Marruecos y, por lo tanto, estaremos ante un problema en que nos habrá metido el Gobierno del PP.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, señor presidente, señor presidente del Gobierno.